ㅡ 𝕷𝖚𝖘𝖙𝖋𝖚𝖑 𝖐𝖎𝖘𝖘𝖊𝖘

007

ㅡ Sólo tengo unos minutos. - Le dijo Daesung. Aún tiene un montón de hematomas. En la garganta, en los pechos y en los muslos. Sohye dice que todavía se ve como el diablo. Tiene pastillas para el dolor en su equipaje pero no las tomará hasta que se vaya a la cama y a menudo se despierta gritando con pesadillas. Te llama a gritos, ¿sabes?

Jungkook apenas logró controlar su gesto de disgusto. No había estado allí con ella cuando debería haber estado. Aquel remordimiento probablemente lo perseguiría el resto de la vida.

ㅡ ¿Envió el informe médico?. - Preguntó Jungkook, conociendo lo meticuloso que era su padre normalmente.

ㅡ Todo está en el maletín de cuero. El piloto ya está descargando su equipaje. - Cabeceó hacia el avión. Radiografías, todo está allí. Tu padre quiere que la lleves al doctor Landry en Somerset y le comentes la problemática. No pudo convencerle de ponerse en contacto con los doctores en Boston pero cuidará de ella.

Jungkook asintió con la cabeza.

ㅡ Lo conozco.

Landry era viejo, pero era un muy buen médico. Era también parte de una pequeñísima red de espías situados en la región bajo la conducción de un agente secreto especial que se suponía estaba jubilado del Departamento de Seguridad Nacional.

ㅡ Bien. Tiempo de que me vaya. - Daesung  movió la cabeza hacia el piloto, haciéndole señas de regresar. Cuida bien de ella. Es frágil, Jungkook, no importa lo brusco que actúe. - Palmeó a Jungkook sobre el hombro antes de caminar presuroso hacia el avión y desaparecer en su interior.

Jungkook, acompañado por el dueño de la pista de aterrizaje, corrió hacia las maletas y las acarrearon al Denali rápidamente mientras el Learjet comenzaba a rodar por la pista hacia su punto de despegue.

Las luces brillaron de nuevo y en menos de un minuto el pequeño jet estaba en el aire otra vez.

ㅡ Carguémoslas. - Dijo Jungkook al dueño de la granja lechera cuya pista de aterrizaje privada era usada a menudo para aterrizajes secretos.

Taesung era uno de esos antiguos amigos de quien el señor Jeon muy pocas veces hablaba. Hombres que lo habían ayudado cuando era más joven y todavía estaban allí para él ahora que sus hijos estaban en el pueblo.

A los cincuenta y cinco años, aún en forma y tan sureño como ellos fueron, Taesung estaba orgulloso de decir que había servido a su patria sin alejarse nunca de la granja.

Jungkook abrió la puerta trasera del Denali y guardó el equipaje. Cargó lo último el maletín de cuero, colocándolo de lado para asegurarse de que las radiografías que contenía no se doblasen.

ㅡ Yang llamó mientras estabas hablando con tu amigo. - Le dijo Taesung en voz baja después de que cargaron el equipaje y la puerta fue cerrada. Él, sus primos y su tío estarán en la casa flotante esta tarde. Dijo que no los haga venir a buscarte. Deberías haber sabido que Yang avistaría ese Lear aterrizando y sabría de quién era. Es listo. - El otro hombre rió burlonamente por la advertencia que estaba transmitiendo.

Jungkook hizo una mueca. Justo lo que necesitaba, una plaga de Wang's cayendo sobre ellos.

Al menos esperaban hasta la tarde. Tiempo suficiente para que él lograse acomodar a (Tn) _____ y, con optimismo, conseguir unas pocas horas de sueño.

Abriendo la puerta del lado del conductor entró en el vehículo, lo puso en marcha, luego se giró y clavó los ojos en la muy silenciosa joven junto a él.

ㅡ Bien, caramelito. -Jungkook sonrió abiertamente ante el apodo que de repente apareció en su mente. El pervertido razonamiento detrás de eso le endureció la polla instantáneamente. Parece que tus días de escapar se terminaron, ¿no?