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El desayuno transcurrió en un tenso silencio. (Tn) ______ casi podía oír el reloj haciendo tic-tac, sabiendo que una vez que se terminara la comida, no sería capaz de combatir su insistencia a que fuera a la cama.

Estaba tan cansada y la medicación sólo le acentuaba más el cansancio.

El médico le había advertido que tenía que dormir tan a menudo como fuera posible, descansar y recuperarse. Quien fuera que la atacó, por la razón que fuera, había sido fuerte. Tan fuerte que los golpes en sus muslos mientras luchaba con él habían sido increíblemente serios, sin mencionar el agarre que había dejado las huellas de sus dedos en la piel.

Sus pechos todavía estaban tan sensibles que apenas podía soportar el sujetador y le dolían las costillas. No había sido simplemente manoseada con rudeza, había sido golpeada, puños con guantes golpearon su cuerpo mientras ella luchaba y gritaba.

Alejarlo de la mente no era fácil. La medicación para el dolor lo hacía más difícil. Era una de las razones por las que odiaba tomarla.

ㅡ Vamos, te estás cayendo de sueño aquí sentada. - Le anunció Jungkook mientras se levantaba de la silla y recogía los platos. Tienes que descansar.

Era media mañana y seguramente acabaría durmiendo el resto del día. Odiaba hacerlo. El sol brillaba, estaba cálido y despejado, y la brisa que salía del agua era estimulante. Le habría encantado ser capaz de tumbarse en la cubierta superior y absorber los curativos rayos del sol.

ㅡ Vamos, cariño. - El pecho de (Tn) ______ se encogió ante el suave sonido de su voz mientras iba hacia su silla como si de nuevo fuera a llevarla a cuestas.

ㅡ Desearía que todo el mundo parase de llevarme por todas partes como a un maldito recién nacido. - Levantándose de la silla con cautela, respiró profundamente y lo habría fulminado con la mirada si no sintiera los ojos tan pesados. Estoy adolorida, no rota.

Odiaba sentirse impotente y no podía permitirse estar otra vez en sus brazos. Estar en sus brazos significaba sentir su fuerza, su calidez y recordar muy claramente lo que casi había tenido.

ㅡ Me preocupas con tu testarudez, (Tn) ______. - Le gruñó, pero no intentó levantarla. En su lugar permaneció cerca de ella hasta que fue hacia el sofá. Intenta acostarte en ese sofá y voy a subirte a cuestas sin vacilar por esas escaleras. Te lo dije. Vas a dormir conmigo.

No había tenido ni un segundo de sueño desde que su padre ayer le llamó. Estuvo acostado despierto la mayor parte de la noche imaginando el horror que ella debía haber sentido la noche que fue atacada. Le había quitado el sueño, le había arrebatado el disfrutar de la paz de la noche veraniega.

La quería en sus brazos. Demonios, casi hubiera ido en coche hasta Boston y simplemente se la habría llevado en vez de esperar que su hermana la trajera.

ㅡ Llamaré al señor Jeon. - Dijo ella entre dientes, pero se giró dirigiéndose hacia las escaleras. Voy a contarle que te has convertido en un matón.

ㅡ Lo entenderá del todo. - Le aseguró, con los labios casi retorciéndose ante el pequeño resoplido femenino de disgusto que ella le ofreció.

(Tn) ______ subió las escaleras, pero al momento en que entró en el lujoso dormitorio, fue obvio que estaba mucho más exhausta que antes.

ㅡ Desnúdate. - Él pudo ver su intención de acostarse en esa cama completamente vestida.

Yendo hacia la cama, apartó el cubrecama y las sábanas, luego se giró y la observó otra vez.

Ella lo estaba contemplando con heridos ojos marrones.

ㅡ ¿Por qué, Jungkook?. - Suspiró. ¿Qué importancia tiene?

ㅡ Porque un bastardo se atrevió a abusar de lo que considero mío. - Le gruñó, sorprendiéndose por la vehemencia del tono. Quiero ver lo que hizo, (Tn) ______. Quiero saberlo, así cuando tenga mis manos sobre él, sabré exactamente lo que me debe.

(Tn) ______ lo miró en respuesta, una parte anteriormente oculta y desconocida de su alma empezó a relajarse. Sabía que Jungkook nunca la lastimaría. Nunca dejaría que alguien la lastimara, pero ahora parecía que algo profundo dentro de ella también lo admitía.

Lamiéndose los labios, agarró el dobladillo de la camiseta e intentó no estremecerse cuando se la sacó por la cabeza. No llevaba sujetador, nada ocultaba los hematomas que todavía marcaban su piel.

Su piel se marcaba con facilidad; siempre lo hizo. Y los moretones permanecían lo que parecía una eternidad en ella. Dos semanas y las manchas negras y azules todavía parecían recientes.

Ignoró a Jungkook, negándose a mirarlo a la cara mientras se sacaba las zapatillas con los dedos de los pies luego se deslizó los vaqueros por las caderas y las piernas.

Llevaba bragas, pero la seda suave de un pálido crema era poca protección.

ㅡ Alguien va a morir.

El sonido de su voz le hizo volver la mirada bruscamente hacia su rostro. La mirada color miel rabiaba de furia, la expresión oscura, amenazadora, mientras (Tn) ______ notaba que las lágrimas acudían a sus ojos.

ㅡ Peleé. - Susurró ella, de repente estremeciéndose, la voz temblorosa. Siempre me dijiste que peleara, Jungkook. Peleé. - Había luchado tanto como pudo. Había gritado, había ignorado el dolor. En todo lo que podía pensar era que un extraño estaba tratando de arrebatarle una de las elecciones más esenciales que ella podía hacer.

ㅡ ¡Por Dios! Cariño. -En unos pocos pasos estuvo frente a ella, alzándola en brazos a pesar del hecho de que ella le había pedido que no la llevara a cuestas.

La alzó, sólo para tumbarla cuidadosamente en la cama antes de sentarse a su lado, levantándole suavemente los brazos con las manos hasta que estuvieron estirados por encima de la cabeza.

Jungkook podía sentir un martirio abrasador desgarrándolo. Nunca debería haber abandonado Boston. No tan pronto. Debería haberla obligado a que lo viera, encontrar la manera de traspasar su testarudez. Debería haber estado allí para protegerla.

Con el dorso de los dedos, le acarició la parte inferior de los brazos y las marcas púrpuras que iban hacia sus pechos de duros pezones. Severas marcas de dedos le estropeaban la piel, pero sus pezones, tan dulces, apretados y duros, tenían el mismo color rosa suave, sin mácula y tentadores como el diablo.

Bajo los pechos había moretones apenas visibles, dónde había sido golpeada, aunque los golpes no habían impactado tan fuerte como sabía habían tenido intención. Podía decir por la posición que el hijo de puta había estado intentando dañar las costillas.

Más abajo, a lo largo de los torneados muslos, estaba mucho más magullada. Marcas de dedos, huellas de pulgares.

Le abrió los muslos con suavidad, intentando ignorar la humedad que podía ver a través de la seda de las bragas. Demonios, intentando realmente con ahínco ignorar el hecho de que no había rizos bajo la seda.

Por alguna razón no lo recordaba. Había tenido la boca en su coño, lamiéndolo como un hombre hambriento devorando un manjar, pero no recordaba si había rizos o no.

Inhalando un profundo aliento, deslizó los dedos bajo el elástico de las bragas antes de levantar los ojos hacia los de ella.

ㅡ Déjame quitarlas, (Tn) ______.

Ella alzó las caderas. Ahora su mirada se cubrió de una nebulosa sensualidad y le ruborizó el rostro. Los labios descarados se abrieron, una perezosa lengua rosada los lamió con una caricia lenta y húmeda mientras él le sacaba la seda del cuerpo.

ㅡ Dios, he soñado con esto durante un maldito año. - Susurró él.

Durante mucho más que un año. Había soñado antes y se negó a permitirse reconocer esos sueños.

ㅡ Jungkook, tócame. - El ruego fue directo a su polla.

ㅡ 𝕷𝖚𝖘𝖙𝖋𝖚𝖑 𝖐𝖎𝖘𝖘𝖊𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora