ㅡ 𝕷𝖚𝖘𝖙𝖋𝖚𝖑 𝖐𝖎𝖘𝖘𝖊𝖘

009

Jungkook hablaba como si lo recordara. ¿Cómo si significara algo para él? Ella dudaba muy seriamente de que él tuviese una pista.

ㅡ ¿Cómo lo sabrías? Te desmayaste.

ㅡ Justo entre los más dulces muslos que creo alguna vez he tenido rodeando mi cara. - Sonrió de manera disoluta. Recuerdo esa parte, nena, justo antes de perder el conocimiento. Lamiendo el coño más dulce y caliente que alguna vez he tenido en la boca.

¿Así que esa era la última cosa que recordaba? Idiota. Ni siquiera recordaba haberse arrodillado entre sus muslos, tomarla y luego desmayarse.

ㅡ ¿Así que simplemente piensas que voy a ser tu juguete mientras estoy aquí?

La idea realmente tenía su mérito. De una variedad limitada de todos modos. Ella podía sentir los pechos hinchados, los muslos apretados, su coño excitado y húmedo.

Su clítoris estaba tan sensible ahora que se preguntaba si podría correrse mientras se acercaba a la cocina.

Ser el juguete de Jungkook la introduciría en un mundo de supremo placer, desafortunadamente, también incluiría un mundo de dolor diferente a cualquier cosa con la que quisiese tratar.

El corazón de (Tn) ______ ya estaba roto y prefería que las partes aún intactas se quedasen de esa forma.

ㅡ Yo podría encargarme de eso. - Admitió Jungkook como si la idea nunca se le hubiera ocurrido.

ㅡ Oh, apuesto que podrías. - Tenía los brazos cruzados sobre los pechos a pesar de la sensibilidad allí. Lástima que no va a ocurrir.

Y ante eso, él se echó a reír. El sonido rico, oscuro y masculino corrió por la columna vertebral de (Tn) ______ y le envió veloces escalofríos de anticipado placer a través del cuerpo. Ella conocía ese sonido. Sexy, llenó de intención. Pero nunca lo había oído motivado por ella antes de ahora.

ㅡ Dulce (Tn) ______. - Suspiró con deleite. ¿Crees que puedes dormir en mi cama noche tras noche, aguantar que te abrace, que te toque y aún negarme?

ㅡ No voy a dormir en tu cama. - La sola idea de eso era más peligrosa de lo que ella quería considerar.

ㅡ Lo siento, pero es exactamente dónde vas a dormir.

Una sartén se deslizó sobre la cocina y como si estuviesen discutiendo nada más que del tiempo, él comenzó a preparar el desayuno. Desayuno suficiente para alimentar a un ejército.

(Tn) ______ sólo podía contemplarlo conmocionada. Por desgracia, ella conocía muy bien a Jungkook y conocía ese tono de voz. Encontrar un argumento en contra no iba a ser fácil.

ㅡ ¿Piensas que sólo semanas después del ataque quiero a algún hombre en mi cama?. - Las palabras salieron de sopetón de la boca de (Tn) ______ antes de que pudiera detenerlas.

Por un segundo, pudo sentir el desgarrador miedo atravesándola, pero sólo por un segundo, sencillamente porque sabía que Jungkook era el último hombre en el mundo que alguna vez la lastimaría.

No importaba cuán enojado estuviese con ella, no importaba lo qué ella hubiese hecho. Él nunca la dañaría.

ㅡ No, no pienso que quieras a algún hombre en absoluto. - Coincidió Jungkook demasiado fácilmente. Pero yo no soy precisamente cualquier hombre, caramelito, yo soy el hombre que tú de hecho deseas.

La audacia total, la confianza suprema en la voz de él le hizo separar los labios momentánea y completamente sorprendida. El problema con esa sorpresa radicaba en el hecho de que él tenía razón. De todos los hombres del mundo, Jungkook era el único que nunca dejaría de desear, el único que nunca dejaría de anhelar. El único que nunca temería que la dañase físicamente.