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-los cometas no cumplen deseos-


Había estado esperando que Harry me dijera que el agua ya no estaba lo suficientemente caliente para que regrese a la cama y yo pueda pararme, o al menos intentarlo, tenía algunas pastillas en mi bolsillo, oh Dios, tenía pastillas.


-Harry-él miró hacia mí y dejó de hacer estelas sobre el agua, parecía un niño, con lunares pequeños, y abdominales, él era lindo, o más, él era más-¿Has tomado tu dosis de hoy?


Él asintió y volvió a hacer estelas.


-Necesito que te concentres.


-Lo hago.


Patético, muy patético.


Saqué las pastillas de mi bolsillo, y miré a Harry, él podría durar quizá más de una semana para que las pastillas dañaran su estómago y se convierta en algo más serio, o quizá ni siquiera podría llegar hasta allí, quizá Steve remplazaría las pastillas y se dignaría a tomarle análisis, lo tendría como un pequeño hámster, alimentándolo con pastillas de colores, triste, quizá ni yo durara demasiado, oh hombre, eso es deprimente.


-Ten-Harry volteó hacia mí, mirando las pastillas sobre mi mano, él negó con la cabeza.


De todas las cosas patéticas en un mundo patético.


-Aún me duele, mi cabeza.


-Esto te ayudará-acerqué mi mano de nuevo, él tomó una y la tragó rápido, luego otra, hasta que acabó-Bien.


-Quiero mis boxers.


-¿Qué?


-Dámelos.


Miré por encima de mi hombro, estaban debajo del lavado, eso eran tres pasos de allí hasta la bañera, escuché a Harry bufar, me volteé intentado estirarme lo suficiente, y sentí una mano en mi brazo.


Y él me empujo.


No fue difícil, es decir creo que me había alimentado solo de avena y pastillas, oh no olvidemos el agua, las pastillas grandes se tomaban con agua, pero yo caí, y me dolió como la mierda por que no era un maldito súper héroe, ¡já! pensé, si fuera un súper héroe podría simplemente decir una de esas frases como: ¡Oh déjate de tonterías! o también: ¡No me hagas patear tu trasero!, quizá los súper héroes no decían eso, pero eran geniales, y podían pararse sin ayuda, yo simplemente quería pedir para que no doliera de esa manera, como doler doler, ya saben mucho.


Giré sobre mí.


Estaba echado sobre las baldosas.


Oh ahora podía alcanzar sus calzones pensé, gracias.


-Aquí-le acerqué su casi ropa, y yo no podía verlo, mis ojos estaban cerrados, muy muy cerrados, porqué él podría pararse en la bañera y luego salir, por qué él tenía buenas rodillas, rodillas como para bailar, rodillas con la que solo se quejaría sobre lo cansado que estaba teniéndolas.


Uh, bastardo.


Escuché salpicaduras y luego roces, y el sonido de la puerta cuando le ponías el seguro, él va a explotar en este momento, pensé y luego: yo no estoy listo.


-No sé, Louis, yo, no sé.


-¿No sabes qué?


-No te hagas el listo conmigo.


-Pero es que no entiendo-mentira, yo era bueno en eso.


-Siento que te estás burlando de mí.


-¿Es en serio?-golpee una rodilla con mi mano, estúpido chico-Tú me empujaste-abrí mis ojos, él estaba sentado a mi lado, con las piernas cruzadas, con boxers, uhg.


-No lo siento.


-No, claro que no lo haces.


-¿Ahora estas molesto conmigo?


-No lo sé, ¿debería?


-Jesús Louis.


-Solo me duelen las piernas, mucho.


-Sigo sin sentirlo.


-De acuerdo, necesito levantarme.


-No.


-Solo vete.


-No.


-No me respondas con monosílabos-él golpeó mi pecho y yo me quedé quieto, él podría golpearme cuando quisiera, quizá lo haría como una de esas terapias para sacar un poco ira, oh eso era como una maldita excusa para hacer algo, o por lo que hacer algo, sonaba horrible.


Él me golpeó de nuevo, una rodilla, grité.


Y otra vez.


Y alguien tocó la puerta del baño.

usted me ruboriza (umr) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora