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-puedes pretender que no soy feo y molesto-


Ellos podían estar hablando de mí en este momento, como, ug, hablando, pretendiendo que yo no sigo al otro lado de la puerta, porque lo estaba, escuchando como un pervertido.


Repetí la palabra hasta que dejó de sonar como una palabra en sí, uniéndose entre sí, la misma palabra, constante, constante.


Pervertido.


Pervertido.


Pervertido.


Golpee la puerta con mi silla, una vez y luego otra causando un alboroto, de esos en los que un tipo golpea sus no piernas contra una puerta, me sentí extraño mientras sucedía, por completo tonificado con esos pensamientos cruzando la carretera en mi mente, los pensamiento, de, esos con los que uno cree estar haciendo algo bien, intentándolo por otra persona, esos pensamientos confusos, me sentí al igual que se sienten las personas que usan gafas cuando se las quitan en la noche y ven alrededor, como todo cambia de forma, tus ojos se sienten como la mirilla de una cámara, cuando enfocas pero todo sigue borroso.


Melancolías.


Harry abrió la puerta un poco después de que mis pensamientos seguían conduciendo, pero, la cosa en todo lo que voy a decir ahorita es que hay una palabra que cuenta con respecto a la mayoría de cosas en las que estaba medio creyendo que sucederían si el abría la puerta, yo pensaba: si tuviera unas sí piernas, tener, poseer categóricamente una cosa, intercambios, la palabra era: querer, porque oh chico, yo necesitaba tener unas piernas ahora, como por unos dos minutos para sacar a la chica de adentro de su cuarto, para decirle un par de cosas mientras estaba parado frente a él, solos, para que me tomara en serio.


Yo seguí golpeándolo con mis no piernas, y él no me detuvo, aunque ustedes saben, eventualmente me cansé, cansado por rodar hasta su habitación, cansado de ver a su novia sin que, POR EL AMOR DE DIOS, abriera la puerta y fuera a verlo, eso ya era como un maldito pecado capital, es decir, EL TE IMPORTA, por eso están, como estar de juntos y con sus términos, Jesús, cansado, y ahora empezaba a tener esos pensamientos, en los que yo estaba de esa manera con él, con un Harry que podría recuperarse en unas semanas, y él, es como, él sería mi Sophie, estaría fuera de mi habitación, si él quería ir a verme y estar fuera de mi habitación, ahora la palabra era: preparándose, como un juego preliminar que hacen los chicos que están completamente sanos, dejando que la vida los haga vivos, como los besos húmedos antes de ese tocamiento indebido en esas partes bajas, así, preparándose para ver cómo es que el cáncer me había golpeado, que tan mal, que tan buen golpeador es, por que el cáncer es un maldito ganador cuando se trataba de mí, y mi cuerpo triste.


-Sophie y yo necesitamos un tiempo a solas.


Asentí intentándolo, intentándolo tanto que hacía a mi pecho doler.


-Lamento golpear-aún estaba mirando hacia mis piernas inmóviles, no piernas, repetí para mí mismo.


-No, es decir, no está bien, pero bueno-él pasó su mano por mi cabello, desordenándolo al frente y luego solo presionando su palma sobre mi cabeza, dándome su energía, pensé, y luego: bésame, y si lo hubiera dicho él se habría reído.


-Podría bajar luego-yo estaba ofreciéndome, obvio que lo estaba, pero él quitó su mano y retrocedió, vi hacia la habitación, ninguno de los había encendido nada, apenas podía ver cómo es que ella estaba sentada en la cama con las manos juntas, miré hacia Harry y él negó con la cabeza-Oh, de acuerdo.


-No estoy tratando de alejarte.


-Está bien-llevé mi lengua hacia mi paladar e hice círculos, cosquillas.


-No lo está- y era verdad, no lo estaba pero no podíamos seguir discutiendo, ahora que estaba más consiente sobre todo el asunto de Sophie, de ella sentada en su cama y de mí mismo, sentado en una silla, comencé a avergonzarme, porque duh, todo parecía demasiado de todos modos, para ambos.


Asentí.


Él giró hacia Sophie, ella negó con la cabeza.


Luego giro, de nuevo a mí.


-Podemos tener esta conversión mañana-asentí una vez más, él absorbió por la nariz antes de cerrar la puerta, se arrodillo frente a mí y todo yo me tensé, miré hacia sus rodillas, cuando uno tiene conversaciones serias, ese tipo de conversaciones es mejor no ver hacia los ojos, escabullirse, mostrar debilidad es algo tonto- Uh, es una buena cosa que ella esté aquí sabes.


-No realmente, no la conozco.


-Cierto cierto, pero lo es.


-Te creo.


Asintió.


-¿Tomaste tu dosis o Steve te cambio las pastillas?


Harry negó con la cabeza e intentó ponerse de pié agarrándose de Poh, él me empujó un poco haciendo que mi silla se fue hacia atrás y él callera des espaldas chocando contra la pared.


-Uh, ¿debo llamarla?


-¿A Soph?-asentí-No, yo solo, necesito...-hizo una pausa mientras se sentaba en el suelo, doblando sus rodillas, doblando, doblando-¿Louis porqué estas en una silla?


Oh chico.


usted me ruboriza (umr) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora