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- él estaba susurrando porque los gritos eran muy fuertes-


Zander me había llevado de la mano hacia la oficina de Noa, había usado la tarjeta de identificación de Noa y ahora estaba sentado en su silla comiendo sus paletas.


-¿Cómo conseguiste su tarjeta de identificación?-él estaba dándome una paleta, negué antes de continuar- no espera, ya sé cómo la conseguiste.


-Eres divertido, pero no, él solo olvidó su bata y yo la encontré antes, se la devolví- no hacía falta que dijera que había indagado en los bolsillos antes de hacerlo- y entré a su oficina ayer, nada personal, solo pensé, qué es lo que hace a Louis tan especial para este tipo, entonces estuve buscando y guala – él deslizó mi archivo a través del escritorio hasta la otra esquina en donde me encontraba.


-Mi archivo- él asintió alzando sus cejas para que vea dentro- mi archivo es mi regalo- dije, sonando más como una pregunta que una afirmación.


-En efecto, es mi regalo hacia la verdad.


Zander podría ser un dolor en el trasero, bueno, Zander podría ser un dolor en todos lados, pero...pero él nunca hacía algo por alguien, o por mí, él no se tomaría el esfuerzo de ir por allí robando identificaciones médicas y abriendo oficinas sin que él recibiera algo a cambio, por más pequeño que sea, podría ser eso o solo, o solo lo haría para saborear el dolor ajeno; mis dedos picaban, Zander se levantó antes de comprobar su reloj.


-¿Entonces vas a leerlo?, estamos algo cortos de tiempo aquí pequeño, vamos vamos- abrí la carpeta antes de que empezara a corear- lo tienes lo tienes, ahora lee lee, vamos Lou, un regalo para morirse, ¡qué tan divertido es eso!


Sentí la última frase más como una pregunta, pero yo ya estaba leyendo, cada nota, siguiendo cada flecha, por horarios y luego por días, identificando las partes de mi cuerpo, las dosis de Doxyrucin que me habían inyectado o dado por pastillas, mis reacciones a las dosis, mis reacciones a ser movido a diferentes pabellones, los comentarios sobre mi peso, los alegres, triste y cansados, las notas de los días buenos y malos, cada uno de ellos me gritaba frustración, el horrible sentimiento de no avanzar, el estancamiento, era como si estuviera leyendo el diario que siempre había estado escribiendo con cada golpe y cicatriz, cada sonrisa, cada caída, y ahora podía entender a Steve, dejándome hacer lo que sea en el hospital, las rabietas de Noa sobre si sí me había tomado todas las pastillas, los días que me dejaban descansar eran mucho más largos que los días en los que trataban mi enfermedad, y, y se sentía mal, porque no me había dado cuenta.


-Pero ellos dijeron que el Doxyrucin estaba haciendo todo bien.


-Bueno pues ellos mintieron, no más ¡viva Doxyrucin!


-Pero, el tiempo, he estado aquí casi dos meses, Steve me reviso al entrar, estuve con él por un mes, él y sus estudiantes de medicina que no podían sacar sangre en el primer intento, y Noa, él... Noa no me mintió, él hablaba con Harry también, con mi madre, era el informante de mi condición, Noa...él... no.


-Es momento de correr Louis, de correr y golpear- cerré el informe antes de tirarlo hacia la silla, los papeles volaron y algunos solo golpearon el suelo con un muy pequeño pop, Zander sonrió a mi lado y acarició mi cabello, tomé su brazo y lo aparté de mí, podía sentir como mi pecho se hacía más pequeño con cada respiración, el ser traicionado no estaba en mi lista de cosas que hacer, tú, tú no podías solo golpear a una persona hasta dejarla con moretones sobre moretones, o en todo caso tu no podías golpear a una persona enferma para dejarla mucho más enferma y golpeada de lo que estaba, beneficios del cáncer, nadie puede tocarte, pensé, y luego pero él lo hizo, el tomo lo mejor de mí, y no me refería a la sangre y el dolor de ser torcido, inyectado y dañado para volver al inicio y repetirlo cada día, no, él se había llevado mi tiempo, y yo había hecho una promesa, se lo había dicho, tantas veces, Jesús; no recuerdo si caminé o corrí a la puerta pero la había abierto y ellos estaban allí, allí mismo, hablando, sobre mí, sobre la alegría de volver a casa.


Zander contuvo una carcajada atrás mío.


Y yo solo podía pensar en cómo el dolor es siempre correspondido, mucho más que el amor, tu puedes consolar, mentir y sufrir el dolor del otro, me sentía pesado cuando pasé a Harry tomando impulso, saltando sobre Noa, sentándome sobre él cuando ambos caíamos, mis rodillas se quejaron, pero yo estaba tan dentro de esto, golpeando cualquier parte que mis manos podían alcanzar, su cara, su pecho, sentía el sudor cayendo por mi frente y las lágrimas siguiéndoles, se sentía tan bien, tan glorioso, escuché como Harry exclamaba mi nombre y sabía que Zander lo estaba reteniendo para que no llegara a mí, gracias, pensé, no dejes que vea mi rostro.


-Louis...Dios Louis, basta-él tomó uno de mis brazos apretándolo detrás de mi espalda, me quejé mientras Zander solo repetía más más más.


-No, no no, no, no.


-Louis...-él estaba tratando de tomar mi otro brazo, pero clavé mis dedos en su cuello y apreté- agg, Louis...


-¡Cállate... cállate cállate cállate!, como es que...por qué, yo te había dado mi tiempo- él había dejado ir mi brazo y yo estaba demasiado cansado como para seguir estrangulando su cuello, solo nos quedamos allí, mirándonos, y yo no podía, no podía apartar la mirada- TE HE DADO MI TIEMPO, TODO POR UNAS MALDITAS PASTILLAS QUE SOLO ME HAN HECHO CAMINAR UN POCO MEJOR, MI MALDITO TIEMPO, PORQUE NO ME DEJASTE, PORQUE NO SOLO ME BOTASTE EN EL MOMENTO EN EL QUE ENTRE EN EL HOSPITAL, PORQUE ME PEDISTE QUE TE AYUDARA EN ESTE ESTÚPIDO EXPERIMENTO DE CIENCIAS PARA SABER SI PODÍA DISMINUIR EL TIEMPO DE UN CÁNCER QUE ME HA ESTADO COMIENDO DESDE QUE TENIA SIETE, RESPÓNDEME!!, -grité con todas mis fuerzas, y luego más bajo- respondeme - para ese momento yo estaba balbuceando palabras, como si fuera una sopa de letras, cayendo.


Y Harry estaba alcanzandome, tomándome como un niño, escondiendo mi cabeza en su pecho y luego alzándome mientras yo me agarraba de él como podía, moviendo mi cabeza a su hombro, mojando su camisa, solo pidiendo, sácame de aquí, ahora ahora ahora. 

usted me ruboriza (umr) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora