Capítulo 5

3.3K 218 9
                                    


Capitulo dedicado a @RoseDark195

Joel no se hizo del rogar ante la petición de su amigo y mientras la primera botella se vaciaba, le fue contando todo lo que sabía sobre la chica que lo tenía loco hasta que se acabó la tercera botella. Ambos con signo de ebriedad en sus organismos. Como buen borracho, Alejandro solo pudo captar su nombre y uno que otro dato, pero no quería interrumpir a su amigo, a éste le brillaban los ojos y su rostro adquiría un tono de jovialidad cada que habla de aquella mujer por lo que aquello de cierta manera también lo ponía de buen humor.

Era bueno, al menos uno de los dos tenía que sentar cabeza y atreverse amar. Alejandro se alegraba profundamente de que su amigo tuviera tan buena suerte de encontrar a alguien que lo hiciera emocionarse con solo hablar de ella y aunque al principio sintió envidia por su suerte, al seguir bebiendo cualquier rastro de cordura se fue desapareciendo hasta que sólo pudo asentir y recitar una que otra palabra inaudible.

Cuando Alejandro estuvo a punto de dejar caer su cuerpo hacia atrás, su buen amigo lo agarro impidió un buen golpe por aquel brusco movimiento. Ambos se hecharon a reir.

—¡Es que pesa este cabron! ¡Alejo! ¡Alejo! ¡Alejandro! —suspira exasperado.—¿Que haré contigo Alejandro? —se preguntó, arrastrando las palabras pues este también estaba alcoholizado. Joel suspiro.— Karol...

La joven rubia deja el vaso al cliente que esta atendiendo y se aproxima hacia ellos.

—¿Si?.

—Hoy te quedas a cargo —Karol asiente.— por favor cierra bien...—Joel acomodo a su amigo y cuidando que este no se le resbalara de las manos, metió una mano en su bolsillo, sacó las llaves de su coche y se las tendió.— ten, para que no agarres transporte público, cuidate y cuidalo.

Karol volvió asentir y sonrojada, volvió a su trabajo.

Joel empezó a caminar hacia la salida con algo de dificultad pues Alejandro estaba dormido y tenía que cargar con su cuerpo. Agradeció que uno de sus empleados al verle en esa situación lo ayudará y agarrando el primer taxi que pasaba por el lugar, ambos se montaron directo a la casa del empresario.

—¿No va a necesitar ayuda patrón? —Le preguntó el taxista a Joel.

Éste niega en respuesta..

—No se preocupe, tenga y quédese con el vuelto.

—Que le virgencita de guadalupe le pague, jefe y si necesita un servicio de taxi —el conductor le entregó su tarjeta personal.— llama a cualquier hora que en menos de lo que cante un gallo estaré a su lado.

El taxi arrancó y se fue dejando a solo a los amigos.

Joel coloca el cuerpo inerte de su amigo en la cama y se dispuso a desvestirlo quitándole los zapatos, después el chaleco y por último la corbata, lo arropo y agarrando unas mantas prestadas, salió de la habitación dispuesto a dormir en el sofá.

A la mañana siguiente Alejandro despertó con un terrible dolor de cabeza, sus ojos le dolían y todo le daba vuelta.

—¡Oh dios, que jaqueca!  —gime tapando su rostrp y masajeando su frente con los dedos.— Necesito una aspirina... Algo, lo que sea. ¿Como habré llegado aqui? ¡Por dios bendito! ¿Pero que mierda me dio de beber Joel? —maldecía mientras se levantaba de la cama, pero se volvió acostar al ver girar sus mundo, casi caía al suelo.

Los Cambios En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora