Capítulo 55 Maratón parte 2

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La voz de Alejandro suena, molesta, fría, Adamaris se dio cuenta que se encontraba con el hombre de negocios, el frió, el orgulloso y calculador. El hombre que estaba con ella hace apenas unos minutos ya no estaba presente, eso la logró asustar. La voz de Victoria la sacó de su mente.

-¡Alejandro querido, pero que gusto oír tu voz! ¿Me hablas para felicitarme por destronarte del puesto de marketing o para pedir mis nuevos diseños para tus tiendas?-Enriqueta gruñe, como era de fastidiosa a esa mujer. Tanto Alejandro como Alfredo ruedan los ojos.

-Deja el cinismo o a un lado por favor, ¿Cómo diablos conseguiste esos diseños?.

-De qué otra forma sino por mi nueva diseñadora estrella -responde monótona sin interés. Adamaris frunce el ceño, Julio coloca dramáticamente la mano en su pecho chillando en el proceso.

-¡Mira...! -exclama Julio, intentando hablar incluso da un paso hacia delante de Alejandro, pero Miranda se lo impide y entre murmullo le pide que calma.

-Más te vale que digas la verdad, esos diseños son nuestros. No tarda en ir la policía por ti querida Victoria -la voz de Alejandro sale con sorna.

-¡Pero que rayos...! ¡No te atrevas a amenazarme niñito! Esos modelos son de Casa Victoria. Adamaris, Mi empleada los diseñó hace algunas semanas, ese es su trabajo, por algo es mi diseñadora estrella -fanfarronea, molestia pero sonriendo ante lo estaba sucediendo.

Alejandro se queda atónico con lo que acaba de escuchar, Adamaris estaba peor. Victoria seguía hablando, lanzando acusaciones a diestra y siniestra, amenazando con sus abogados en caso de ser acusada injustamente mientras sonreía abiertamente pero ya nadie le prestó atención.

-Espera a nuestros abogados -fue lo único que dijo Alejandro para después colgar.

-¡Lo sabía, esta gorda asquerosa nos ha desprestigiado! ¡Nos ha vendido! -Miranda se aproxima a ella, dispuesta a golpearla pero Enriqueta se lo impide no sabía las razones pero su corazón se estrujo sintiendo ganas de llorar. Alejandro se ha quedado totalmente mudo. Y Adamaris está en shock. Carlos fue el único que se colocó delante de Adamaris como escudo.

-Calmémonos todos -pide éste.

-Señores, ya saben que hacer... -Alfredo les hace una señal a los oficiales y estos se encaminan a hacia Adamaris. Ni siquiera se detuvieron al ver a Carlos frente a ellos. Adamaris trato de alejarse pero ya no había espacio a donde escapar y pronto fue capturada por los oficiales.

-¡No, no, no, no, eso es mentira! ¡MENTIRA! ¡Yo soy inocente!-grita la castaña retrocediendo hasta chocar con la pared.

-¡Silencio!. Tienes derecho a un abogado, todo lo que diga o haga puede ser usado en su contra -le dice un policía, mientras la esposa.

Los abogados empiezan hacer llamadas. Carlos maldice y rápidamente sale de la oficina dispuesto a detener la producción de esos diseños.

El abogado Alberto Suárez se encargaría de Adamaris, su misión es empapelar a la castaña y refundirla en la cárcel mientras que el licenciado Rodrigo Jhonsson se irá tras la cabecilla de Casa Victoria.

Alejandro no hace nada, se repite a sí mismo que aún no hay pruebas de su culpa, que es la palabra de Victoria contra la de ella. Intenta serenarse para poder pensar fríamente y resolver el problema de la empresa. No puede dejar que sus sentimientos perjudiquen al emporio que su padre edificó.

Su plan era esperar a ver que resolvían los abogados, hasta no ver las pruebas podría culparla... antes no.

Alejandro vio a oficiales la tomarla y esposarla al frente. Pide que no lo hagan que ella está dispuesta a cooperar para llegar a la verdad, pero hacen caso omiso de sus palabras y así la sacan de las empresas OvoAlcalá.

Los Cambios En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora