Capítulo 9.

69 17 5
                                    

Entre al hospital corriendo, sentía que podía escuchar mi corazón, por un momento me quede en la puerta parada inmóvil no sabía a donde ir, pero mi mirada se fijó en el gran escritorio de recepción y casi corriendo llegue hasta él.

—Buscó a Mía Smith, entró de urgencias por accidente de moto —dije casi sin aliento.

—Aún está en la sala de emergencia, puede esperar en la sala de espera aquí recto a la izquierda —me indicó la mujer tras la computadora, solo pude decir gracias e intenté buscar la sala que me indicó.

Iba a paso apresurado, pero sin correr ya que una que otra persona que pasaba me miraba mal, al fin vi a lo lejos a Rayan caminando de un lado a otro con desesperación y me acerqué hasta el, cuando me vio no se pudo contener y me abrazo su respiración era agitada.

—Gaby tengo miedo —me susurro mientras uno de sus brazos me apretaba con fuerza el otro no ejercía nada de presión.

—Cálmate todo estará bien, que te han dicho —pregunte intentando ser yo quien mantuviera la calma.

—Nada, veo entrar a las enfermeras con gasas y las veo salir con las mismas gasas, pero llenas de sangre, el doctor aún no sale —se separó de mí y su mirada se fijó en la mía, podía ver su miedo —Gaby su casco se partió.

No pude evitar que mis ojos se abrieran demasiado, pero de igual manera quise mantener la calma por ambos.

—Rayan, todo estará bien, si sigue en urgencias significa que no necesito cirugía y seguramente no es algo preocupante solo cálmate.

En ese momento el doctor salió de la emergencia y Rayan no pudo evitar saltar hasta donde él estaba y empezar a hacerle mil preguntas ¿Como estaba? ¿Está bien? ¿Puede verla? ¿Que está sucediendo?

—Cálmate muchacho todo salió bien, fue necesario colocarle 7 puntos de sutura ya que se abrió la cabeza, pero no es tan profundo para necesitar operación, tuvimos que rasurar una parte de su cabello, pero apenas y se nota ya que el mismo cabello se lo cubre, deberá guardar reposo unos días de actividades que requieran mucho esfuerzo.

—Muy bien doctor si, haremos lo que diga, ¿Puedo verla? —preguntó Ryan con impaciencia.

—Ella está dormida tuvimos que colocarle anestesia para poder colocarle los puntos, las enfermeras la moverán a una habitación, ahora ¿qué le parece si mejor usted me acompaña a radiografía? porque parece que su brazo no está bien —Respondió el doctor. Fue hasta ese momento que note que la mano de Rayan estaba muy doblada, más de lo normal y con la otra intentaba sostenerla porque parecía que era difícil lograrlo por sí solo.

Rayan insistió en que lo dejaran ver a Mía antes de ir a radiografía y se lo permitieron, una vez salió me pidió que me quedara con ella mientras él regresaba y le dije que no se preocupara por ello. Las enfermeras empezaron a mover a Mía a la habitación donde pasaría esta noche en observación cuando mi teléfono empezó a sonar las enfermeras me vieron feo así que decidí responder rápido quedándome un poco atrás.

Cuando termine la llamada había perdido la ubicación de las enfermeras y empecé a caminar por el pasillo que habían girado, pero terminé quedándome quita y helada cuando una mirada penetrante y algo furiosa se pose en mí.

—Reed ¿Que hace aquí? —La voz de Erik era profunda y áspera —¿me está siguiendo?

—¿Qué? —pregunte despabilándomelo de la sorpresa —Perdone que se lo diga, pero usted no es el centro de atención de todo el mundo, tampoco creo deberle explicaciones, pero si necesita saberlo una amiga tuvo un accidente así que he venido aquí a verla.

Vi como su mirada se relajaba un poco, tal vez había algo de pena.

—Parece que hoy estoy algo paranoico no debí acusarla —respondió algo apenado, vi en su rostro algo de preocupación y recordé lo que paso esa tarde y tuve que sacarme la espinita del corazón.

No te alejes de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora