Capítulo 11

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Era domingo por la noche acababa de regresar de la universidad estaba cansada, pero en todo el día no pude evitar pensar en una cosa, lo que me venía dando vueltas desde el viernes en la cabeza.

—Si hay algo que realmente amas o te apasiona, deberías hacerlo, no importa lo que pase, al menos sabrás que lo intentaste y no lo dejaste ir tan fácil.

Recordaba a esa chica Amber y sus palabras resonaban en mi mente. En secreto, decidí que iba a intentarlo, el día que regrese del hospital pasé la noche trabajando en un diseño, sabía que tenía que ser algo especial, algo que demostrara mi pasión y creatividad y fue cuando a la mañana siguiente el sábado empecé a arrepentirme.

Y está noche, mientras miraba los bocetos que había hecho a lo largo de los años, sentí una oleada de confianza. ¿Por qué no intentarlo? usualmente no solía cambiar tanto de decisión, pero esta vez todo era muy diferente para mí, me estaba metiendo en terreno desconocido.

Con el corazón acelerado, comencé a trabajar en un diseño que combinara la experiencia de la empresa, con mi propia visión. Sabía que era una apuesta arriesgada, pero la posibilidad de que mi trabajo fuera reconocido y de contribuir al éxito de mi futura carrera me impulsaba a seguir adelante.

Los días siguientes fueron una mezcla de emoción y nerviosismo. Trabajaba en secreto, a escondidas, aprovechando cualquier momento libre. Cada trazo, cada línea, era una pieza de un rompecabezas que estaba construyendo con cuidado.

Sabía que sería difícil convencer a Erik y al señor Belov, pero estaba dispuesta a luchar por mi sueño. Después de todo, ¿qué era la vida sin un poco de aventura?

[...]

Habían pasado los días desde la invitación que hicieron el Señor Belov y Erik para presentar las propuestas, al fin llego el día para la presentación de los diseños, anoche no pude dormir nada intentado terminar mi diseño y lo logré, aun no sabía que pensarían Erik y el señor Belov de esto.

Varias veces pensé en dejarlo así y solo guardarlo para mí, pero yo misma no me permitía dejar esto atrás, ya lo había empezado y simplemente no lo iba a dejar a la mitad, además si esto es lo que amo, no desaprovechare la oportunidad.

Sé que Erik ha estado de buen humor últimamente, así que se lo quería presentar a él, pero no sé cómo va a reaccionar cuando vea lo que he estado haciendo en secreto. No estoy muy lejos de ser una arquitecta, aunque talvez si me falta un buen recorrido para llegar a ser tan reconocida, pero este diseño... significa tanto para mí.

Toqué la puerta antes de adentrarme en la oficina de Erik, sostenía la carpeta y un portaplanos junto a mi pecho, tras escuchar el ¨pase" de su voz seguí mi camino.

—Reed —estaba parado junto al ventanal y tenía una sonrisa en el rostro eso me dio más confianza —¿Pasa algo? —pregunto.

—No señor, es solo que quería hablar con usted de algo.

—Claro, tome asiento —dijo señalándome las sillas frente a su escritorio.

Justo cuando estaba a punto de hablar, la puerta se abrió de golpe, e Izan apareció, su rostro tenso.

—Erik, hay un problema urgente con uno de los clientes y está muy molesto —le enseño el teléfono que llevaba con una llamada en la pantalla —Al parecer, algo salió mal en la obra.

—¿Qué paso ahora? —Erik tomó el teléfono rápidamente y salió de la oficina, dejándonos solo a Izan y a mí.

Le mire con algo de preocupación, notando el estrés en su rostro.

No te alejes de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora