Capítulo 5

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Me encontraba en la sala de juntas junto a los clientes que miraban asombrados el proyecto que acababa de presentarles el señor Erik, a la vez que el señor Belov intentaba ocultar su sonrisa de orgullo por su hijo, pero tampoco pude dejar pasar el rostro de Erik que a pesar de que a todos les había gustado su trabajo mantenía la seriedad y los ojos decaídos.

—Nos ha encantado la propuesta, y nos gustaría que empezaran cuando antes —hablo uno de los hombres —esperamos abrir el nuevo centro comercial lo antes posible.

—Por nosotros podemos empezar cuanto antes —menciono el señor Erik —Si gusta los papeles los tiene mi secretaria en el momento que ustedes firmen los acuerdos, daremos inicio.

—Perfecto cuanto antes mejor.

—Para celebrar la nueva asociación con nuestra empresa nos gustaría que vinieran a cenar con nosotros esta noche en Le Coucou —hablo el señor Belov.

—Nos parece increíble —menciono una mujer que venía junto a los otros dos hombres, aunque ella lucia más joven que ellos, hasta el momento se había mantenido en silencio — sería un honor poder ir a comer juntos a usted señor Belov y claramente con su hijo.

—Yo no asistiré, lo lamento —menciono el señor Erik.

—¿No te gustaría pasar un tiempo con nosotros Erik? —preguntó la chica, parece ser que no son completos desconocidos —¿Tienes planes mejores acaso?

—ciertamente si debo estar en otro lugar, pero mi padre conoce cada detalle del proyecto.

—Además no creo ser una mala compañía —bromeo el señor Belov.

—Bueno talvez será la próxima —menciono uno de los señores levantándose de su silla.

—Así es, porque habrá próxima —menciono la joven repitiendo la acción del hombre junto a ella y el tercero también los imito.

Todos se dieron la mano dando por terminada la reunión, me dirigí a la puerta y les pedí que me siguieran a la oficina del abogado de la empresa donde entregue los papeles necesarios ya firmados por ambos Belov y ahora por los dos señores que cerraron el trato.

Una vez todo termino se despidieron amablemente y la señorita que había esperado afuera se dio la vuelta para acercarse a mí.

—¿Eres la secretaria de Erik verdad? ¿Podrías darme una tarjeta? —la chica era muy amable, verdaderamente.

Tome una de las tarjetas que guardaba en la bolsa lateral de mi blazer y se la entregue.

—Pero aquí está solo el número de la oficina.

Era verdad el señor Erik había pedido eso específicamente, no quería que su número personal se colocara ahí, menciono que si eran asuntos del trabajo se resolverían aquí y no se debía molestarle fuera de acá.

—Así es, el pidió que así fuera —respondí

—Pero seguramente tu debes de tener el número de él, venga puedes dármelo —Intento una sonrisa de empatía para hacerme caer.

—Lo lamento no puedo hacer eso.

—No le diré a nadie —menciono en un susurro.

Iba a responder cuando el señor Erik salió por una de las puertas mencionando mi nombre, así que solo me despedí de la chica amablemente a lo cual ella no presto atención observando al señor Erik, pero me detuvo antes de seguir caminando para entregarme un papel susurrando que se lo entregara, me limite a asentir. Me aleje hasta llegar a la oficina del señor Erik donde el aún esperaba por mí.

—He notado que le ha entregado una de las tarjetas a la señorita —menciono dándome la espalda haciendo su recorrido hasta su escritorio.

—Así es señor —respondí cerrando la puerta tras de mí.

No te alejes de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora