- Bueno, cuando volveremos a vernos, ¿Dani?
Se quedó pensando.
- Mañana empezamos la gira de firmas por el sur. Huelva, Sevilla, Cadiz, Malaga, y Granada. Y después tenemos concierto en Italia.
- Osea que no nos volveremos avver hasta dentro de mucho.
Que no pase eso.
Tranquila, no será tan hijo de puta como para dejarte tirada.
Negó con la cabeza - Nos veremos pronto pequeña - me dió y pequeño beso en los labios y se marchó corriendo al tren.
{....}
7 meses más tarde...
Valeria.
El timbré por fín sonó. La gente saltó de alegría al saber que el curso había acabado.
Eran las dos y media de la tarde de un maldito viernes de junio. El último día de clases de este año.
Mi situación: Estaba harta de clases, de gente con mente cerrada, de profesores mal follados y de todo en general.
Así que no había mejor momento que subirme encima de un banco del comedor y gritar entre todo el mundo.
- ¡A tomar por culo, adiós profesores, folllad mucho este verano para que en septiembre no esteis tan amargados! - la gente me miró y me aplaudió como la puta ama que soy.
Eso fué lo bueno, pero lo malo fué que llamaron a mis padres para que vinieran a recogerme ya que me castigaron en el despacho del director.
La que me esperaba en casa no era normal.
En menos de diez minutos mis padres entraron en el despacho. Yo, me encontraba charlando con el director sobre los flotadores de unicornios de piscinas.
- Hay, Valeria que has echo otra vez, hija mía - mi madre parecía indignada, como no.
- Ya sabes, lo se siempre - respondió el director.
La mirada asesina de mi padre me daba miedo, pero cuando pensaba en que todo esto se acababa en menos de diez minutos, se me quitaba.
Pensé en este verano 2017. Sería la bomba. Tenía pensando ir a todas las playas mas llenas de buenorros, sobre todo las del sur. Tambien hiría a discotecas en Marbella con Ainhoa y sus primos. Mis padre se iban la semana que viene a un cruzero por las Islas de Italia, así que estaría sola en mi casa. Ya que la pesada de mi hermana estaría acosando como de costumbre a Jesús y su imnombrable hermano.
Dani fué tan hijo de puta como pensé.
Ni mensajes.
Ni cartas.
Ni llamadas.
Ni visitas.
Ni conciertos.
Ni firmas.
Nada.
En siete putos meses.
Nada.
Me sentía utilizada como uno de sus quinientos lios pasajeros de su vida. Por unos meses lloré por las noches, esperando un mensaje suyo.
Todavía recuerdo sus palabras.
"Nos veremos pronto, pequeña"
Sí, un cojón de mono.
Y bueno, ya casi lo e olvidado. Nah, es broma, no he podido quitar de mi cabeza a este estúpido mal nacido de mierda.
Cuando lo vea, le daré una paliza.
Si es que lo ves...
- Bueno, gracias señor director. Disculpe a Valeria una vez mas - dijo mi padre mientras se levantaba de las sillas.
Le dije adiós con la mano al director y salimos hacia el coche.
- Feliz verano, padre - dije con una sonrisa divertida.
- De feliz verano nada, en casa hablaremos de tu castigo.
- ¿Qué? No me jodas
- ¡Esa boca! - exclamó mi madre indignada.
- Tengo d-i-e-c-i-o-c-h-o años - sí, ya los había cumplido.
Mis queridos dieciocho. También pensaba hacer un viaje a Seúl, la capital de Corea del Sur. Como le dije a Dani, yo siempre cumplo lo que digo.
Me parece que en este verano pensaba hacer demasidas cosas.
Llegamos a casa y mi hermana me esperaba sentada en el sofá, muy contenta.
¿Que mosca le ha picado?
- Bien, Valeria, sientate ahí - me ordenó mi padre.
- Ajá.
- Te hablaremos sobre tu castigo de verano.
Ellos estarán de viaje, ¿que más da?
- Viajarás a Málaga con tu hermana, y la llevarás a la Gemelier Weekend de Marbella - dijo mi madre tan normal.
Creo que al escuchar tal estupidez me atraganté con mi propia saliba.
- ¡Buena broma, vieja!
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Maratón 2/2
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Déjame Quererte → Gemeliers
Teen FictionQue raro es ese momento en el que dos personas se cruzan sin saber que van a terminar queriéndose.