Narra Valeria
Hacía un poco de frío, ya que era media noche, así que me puse una sudadera y bajé hasta donde había quedado con Dani. Bueno, donde había quedado no, donde él me había dicho que fuera. No sé ni para qué diablos le he hecho caso. Bajé las escaleras que daban a la piscina y fuí lenta y silenciosa hasta la parte trasera, donde había una pequeña caseta de madera donde guardaban cosas de mantenimiento para la piscina, y algunas hamacas amontonadas. Me quedé un buen rato allí, y ni rastro del gilipollas de Dani.
No debería haber venido. Debería estar en la habitación del hotel, viendo una peli como todas las personas normales que van de vacaciones, no estar como una subnormal, pasando frío, a oscuras en un lugar al que no van ni las lagartijas, esperando a otro subnormal, que seguro que me la ha colado.
- Veo que me has hecho caso...
Esa puta voz, joder. Me dí la vuelta y ahí estaba él, con pintas de medio-dormido, con unas carzonas azules y una sudadera con capucha.
- ¿Qué querías?¿Para qué me has llamado?- digo cruzándome de brazos y mirándole fijamente.
- ¿Por qué tanta prisa?- pregunta vacilón.
- Te he preguntado antes- sonrío sarcásticamente.
- Has aparecido de repente, no te esperaba por aquí. Me sorprendiste bastante esta mañana, te pusiste muy agresiva- me guiña el ojo.
- Si crees que como me puse es ser agresiva, no quisieras verme agresiva de verdad- le devuelvo el guiño.
Se muerde el labio- ¿Ah no?- pregunta en un tono travieso.
- Mira Dani, no me toques los cojones, ¿qué es lo que quieres?
Me mira fijamente y le sale una sonrisita disimulada. Y a continuación se empieza a reír. La verdad es que me contagia un poco la risa, pero no me río ya que no me debería hacer gracia estar aquí, despues de todo, con este capullo.
- Sólo quería verte, y que hablásemos.
- ¿Hablar? ¿de qué?, ¿de cómo me dejaste tirada y me engañaste? - me cruzo de brazos.
- A ver, Valería, no venía a hablar contigo de eso. Sé que te hice daño y de verdad que lo siento, quizás en esos momentos no era consciente de lo que estaba haciendo y estaba en época de gira y no tenia mucho tiempo para relaciones...en fin, espero que lo comprendas, o que por lo menos hagas el intento. Al igual que yo te entiendo como te debiste sentir, y lo mal que lo pasaste. Yo en tu lugar también pensaría que soy un hijo de puta. Pero, lo que quiero es que empecemos de nuevo, una relación de amigos, con buen royo y que no haya peleas. Sólo te pido eso, que poco a poco puedas ir perdonándome, ya que creo que no se le puede estar recordando todo el tiempo sus errores del pasado a una persona como una puta cadena perpetua. Eso es todo, Valeria.
Aquellas palabras de Dani me habían dejada con la boca abierta, no me lo esperaba de él una disculpa tan madura. Antes era más inmaduro y eso es lo que me tocaba un poco las pelotas, pero ahora veo que esta cambiando, o está fingiendo estar cambiando, una de dos.
- Bueno, puede que rengas razón, pero yo no soy de esas que
perdonan al momento, lo hago por motivos coherentes.- Si, lo sé. Entonces...¿empezamos de cero? - me mira y estira la mano en dirección a mi.
Suspiro, y no tengo más remedio que asentir con la cabeza y estrecharle la mano. Primer contacto físico desde la última vez que nos vimos.
Dani y yo nos quedamos un rato allí, no mucho tiempo ya que decía que tenia que volver, porque si no su novia, la océanos lo podría descubrir. En esos diez minutos que estuvimos allí, me contó que le iba muy bien con su gira y que iban a viajar a México dentro de unos cuantos meses para llevar hasta allí su música. Yo no le pude contar mucho de mi vida, ya que seguía como antes, mis padres todo el día trabajando en las putas oficinas y en reuniones de negocios, y yo a cargo de mi hermana pequeña que ya no es tan pequeña, con trece años que tiene. Después de charlar, llego la hora de irnos a nuestras habitaciones sin que nos vieran, ni las fans, ni la océanos. Subimos silenciosos al ascensor y justo cuanso se cerraron las puertas dimos un suspiro de alivio.
- ¿Cuál es tu planta? - preguntó para pulsar el botón del ascensor.
- La décima.
- La mía es la octaba, pero igualmente te voy a acompañar - dijo amable.
Vaya que si a cambiado joder.
Llegamos a mi planta y las puertas del ascensor se abren. Salgo de el y me doy la vuelta para mirar a Dani. Me sonríes y me dice adios con las manos, mientras que pulsa el botón del ascensor.
- Nos vemos - me guiña el ojo y las puertas del ascensor se cierran.
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He vuelto!!! Voy a intentar subir capitulos más a menudo, ¡ojala terminar ya con los exámenes!
Y muchísimas gracias por los 7k leidos!!! ❤❤❤❤❤
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Déjame Quererte → Gemeliers
Fiksi RemajaQue raro es ese momento en el que dos personas se cruzan sin saber que van a terminar queriéndose.