capítulo 8

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ésta semana ha transcurrido bastante rápido, el esposo de mi hermana se ha ido del país y ella ha decidido pasar unos meses en la casa mientras termina su papeleo para irse con él.

he vivido y compartido mi cuarto desde hace 17 años con ella, aunque tengo que admitir que me gustaba la idea de tener mi cuarto a solas sobre todo en estos momentos que necesito privacidad con Adela, aunque ella trabaja hasta las 5 p.m., así que el resto de la tarde mi cuarto es mío. Me levanto de mi cama y automáticamente me siento nerviosa, no por la situación de mi hermana, sino que después de 6 años de vida por fin me van a quitar la ortodoncia y hoy tengo mi última visita con mi odontólogo, seguramente le diga a Adela que me acompañe, ella ha pasado toda la semana conmigo, lo cual me parece lindo, nunca se rehúsa a cualquier cosa que se me ocurra hacer.

* quieres acompañarme al odontólogo* le pregunto.

*claro! ¿a qué hora me buscas? *.

* en unos 10 min, iré con mi hermano*. le digo

-Alexander apúrate! - le grito a mi hermano quien apenas se está bañando, definitivamente no comprendo cómo puede tardarse tanto en la ducha, eso de que las mujeres se tardan más que lo hombres son puros mitos!

-voyyyyy- me grita y lo veo salir del baño como un exhibicionista, sin toalla y sin nada. definitivamente él no conoce lo que es el pudor. Se viste rápido y e sube al auto.

-quieres que me pasa para el asiento de atrás? – me pregunta Alexander al ver que me estaciono justo al frente de la residencia de Adela.

-no vale no es necesario-. respondo y puedo notar que se le escapa una sonrisa, al parecer sabe más de lo que dice. pero no opina nada y eso me agrada, es como mi cómplice silencioso.

-hola!, parece que va a llover- dice Adela y me da un beso en la mejilla cuando entra al auto.

-esperemos que no, porque mi carro no tiene aire y sería una tortura manejar así. -. le digo y observo como echa su cabeza para atrás y me dirige miradas por el retrovisor todo el camino.

- que te dijo el odontólogo? -. me pregunta Adela cuando me ve que salgo del consultorio y entra mi hermano.

- que venga en un mes y me los quitan- respondo y sonrío ampliamente porque para mí es algo que pensé que nunca sucedería.

- ¿quieres jugar algo? -.

- ¿algo como Qué? - me responde.

-bueno tengo unos cuantos juegos en mi telf., podríamos competir-. digo, aunque la verdad si tuviera que competir con ella la dejaría ganar siempre.

-dale- responde.

1 hora después y 10 juegos perdidos de manera no intencional porque la verdad es muy buena jugando. sale mi hermano del consultorio.

- que te dijo la doctora? -.

-bueno que debo intentar cuidarme la ortodoncia o viviré toda la vida con estas cosas en mis dientes-. me dice mientras sonríe y señala sus dientes.

-mierda! está lloviendo-. exclamo cuando salimos.

-bueno, te lo dije- dice Adela susurrándome al odio.

-bueno, pero si quieren yo busco el carro para que no se mojen-.
dice mi hermano y ambas asentimos con la cabeza.

- ¿vas a estudiar hoy? - le pregunto a Alexander mientras maneja cuidadosamente, decidí que manejara él porque a decir verdad lo hace mucho mejor que yo.

-sí, me voy con mi mamá cuando se vaya al trabajo-.

- a bueno perfecto! -- Adela, sabes que unos amigos me están diciendo para ir a jugar boliche, ¿quieres ir?

por siempre ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora