capitulo 11

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-Oye Andrea, ¿recuerdas que te había dicho para hacer algo en tu casa?, bueno hoy en la noche podría ser-. – ve a mi casa a eso de las 3 p.m., para comprar la bebida y nos digas donde es que vives. - Exclama Valentina.

-bueno perfecto-. respondo, y salgo rápido del salón de clase, debo mostrarle a mi padre los planos que me ha pedido, mi papa siempre ha sido un hombre muy exigente en cuanto a trabajo se refiere, y realmente me gusta esforzarme, aunque no me de ningún tipo de pago sobre mi trabajo, siempre ha estado pendiente de mí, a parte, la empresa en un futuro será tanto como de mis hermanos como mía, y debo ponerle empeño a lo que él me mande hacer.

-bendición, aquí está lo que me pediste- le digo a mi padre y le asumo en su escritorio las hojas con los planos. El me observa suelta la computadora y me exclama. –ven a darle un abrazo y un beso a tu padre muchachita.-. mi padre, aunque es estricto en cosa laborales, siempre ha sido un hombre muy cariñoso. Me acerco y le doy un beso.

- siéntate, ya veré lo que hiciste- me dice señalando la silla que se encuentra justo al frente de su escritorio.

-papa me haré un tatuaje- le digo. Y automáticamente callo no debí decirlo todavía, pero conociéndome bien es algo inevitable.

- no te doy permiso- responde muy calmado, y su respuesta me molesta mucho, tengo 22 años, de hecho, cumpliré 23 en dos meses, ya no soy una niña.

-no te estoy pidiendo tu permiso, solo te estoy informando-. respondo y veo que pone mala cara.

-así? - dice –veamos con qué dinero te lo haces, no pienso darte ni un bolívar para eso. - dice sonriendo. Bueno realmente no necesito su dinero pero que lo diga me molesta aún más.

-está bien- respondo. –qué piensas de los planos? -

- quedaron bien, ya puedes retirarte. - responde, y sé automáticamente que está molesto, pero es mi cuerpo y mi decisión, yo a él nunca lo he juzgado por sus malas decisiones y son demasiadas, a decir verdad.

- bendición- le digo y salgo de la oficina.

* voy a casa de Valentina a tomar con unos amigos, quieres acompañarme? *

Le pregunto a Adela mientras voy entregando a san diego.

*pero ¿ya ya? *. responde

*siiii*

*dame 30 min*

Bueno supongo que me toca esperar por no haberle dicho con tiempo, cojo el telf. y observo las fotos que ella tomo, sonrío y tomo una por una cada foto y hago un collage y lo pongo en mi protector de pantalla, ver esas fotos me divierten casi casi me gustan tanto como ella, tomo la que más me gustó obviando en donde nos besamos, y la coloco de perfil.

-hola linda- le digo cuando entra al auto y me regala un beso.

-hola, gorda a dónde vamos? - pregunta

-a casa de Valentina-.

-ok, pero recuerda que soy "tu amiga", realmente es demasiado importante para mí que nadie se entere-. Susurra agachando la cabeza.

Mierda, pero ya Valentina sabe que Adela y yo tenemos una relación, no debí haberle contado, bueno no debí contarle a nadie, ella me lo pidió desde un principio y ahora estoy en una situación un poco incomoda, tendré que pedirle a Valentina que por favor haga como si no sabe nada, pero más bien debería aprender a cerrar la boca, y darle a Adela lo que quiere.

-tranquila- respondo, pero la que no se siente tranquila soy yo, echo el carro andar, cojo el telf. y le mando un mensaje a Valentina.

* voy con Adela, ella no sabe que te conté por favor no comentes nada*. Y automáticamente me siento mal por querer verle la cara a Adela, pero sé que si se entera sería una discusión que prefiero ahorrarme por los momentos.

por siempre ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora