¿Que tan probable podria ser?...

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El macho miraba el cielo como quien trata de descubrir la razón de la vida mientras masticaba el ultimo trozo de carne de su plato. Estaba confundido. Aquella hembra de mirada y labios sonrientes era extraña.

Revenge no estaba seguro de la salud psicológica de Sarha Serrano. Habían pasado dos días desde su primer encuentro con la extraña hembra. En ese tiempo, sabiasabía que el objetivo de su fehaciente curiosidad se llamaba Evelyn Juliana Bans o EJ como le gustaba ser llamado. Torció el gesto, no entendía que razón tenia la hembra para seguir dándole información sobre la mujer de cabello de fuego. «Y ¿porque siguiese yendo allí?» se pregunto. -A ella le gustan los dulces-. Dijo en voz alta el macho tras recordar una de las mas recientes conversaciones con la hermana del líder especie.

Aquella mañana fue la ultima de las visitas, Sarha le dijo que solo le quedaba un día más en la zona salvaje. Habían terminado su trabajo. Revenge apretó los puños. ¿Porque le importaba aquello? Solo era una humana, ¿No? Gruño. Un lobo de tamaña medio frente suyo gimió de terror ante el gruñido del macho. Revenge tomo aire, logrando que su pecho se expandiera y su mente se despejara.

-«Puedes acompañarnos esta noche al bar  si quieres»-. Le había gritado la hembra de nombre Sarha cuando ya se retiraba del lugar. Aún podía escuchar la sonrisa cantarina de la semi especie.

No le delataría. Ella le aseguró aquello. «Me gustan los casos perdidos» había dicho. -Supongo que yo seria el caso perdido-. Se dijo el macho. Había tenido suficiente para pasar unas cuantas horas pensando en la hembra. Le gustaba. Estaba un poco loca, pero le gustaba..., no le juzgaba y le había ofrecido su amistad sin pedir nada a cambio. «Tal vez» pensó el macho, mientras negaba.

Un atronador rugido se extendió en la distancia. El macho paso una mano por su cabeza. Lo sabía, Tiger vendría a verificar que aun no se había cortada las venas. Había hecho de aquello una costumbre. No respondió al llamado del felino. El macho de todas formas iría a su encuentro, y por desgracia, sus lobos no le atacarían.

-¡Oye, Ven!-. Gritó el felino apareciendo a la vista del cabreado canino. El macho se acomodó en las escalinatas de su cabaña poniendo el plato ya vacío a un costado, para luego perforar a su...¿amigo? (Si, se podría decir que el felino se había convertido en un amigo), con la mirada. -Vamos a cazar-. Dijo. -Estamos organizando una fiesta. Jessie nos tiene buscando carne para la parrilla. Ella cree que eso hará que los machos salvajes se integren, haciéndoles sentir útiles para nosotros. Los primates han avistado un rebaño como a cuatro kilómetros de su territorio. Es una mujer lista...-, Afirmó. -Los tiene a todos trabajando juntos sin que apenas se den cuenta-. Recalcó. -Las hembras están terminando con las mesas en los limites del territorio de Justice-, dijo. Revenge había conocido a la mujer. Era valiente, y su compañero sacaba la mierda de cualquiera, menos a ella. Tiger continuo. -Torrent, tú, River, Lash y yo, iremos en busca de algunos venados. Todos están emocionados por el embarazo de Jessie y quieren colaborar para la celebración-. El macho canino frunció el ceño.

-Parece que tendrás suficiente ayuda. ¿Para que me quieres?-. Preguntó. El felino suspiró.

-Vamos Ven, será entretenido. Además quiero que los lobos acorralen a los venados y podamos elegir solo a los machos. Traeremos cinco; si tenemos suerte-. El macho cruzo los brazos sobre su pecho y le vio con intensidad. -No tienes nada mejor que hacer además-. Acuso el felino viéndole con intensidad. El canino gruño.

-Eres molesto-. Dijo. Tiger sonrió mostrando sus colmillos al saberse el ganador. Un aullido se extendió por la zona alertando a la manada de lobos que el macho se movería. Revenge y Tiger corrieron adentrándose al bosque.

Revenge. Nuevas Especies. Libro 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora