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Seguí caminando, sumergida en mis pensamientos. Sabía que Katy y Judith se habrían enterado, ya que todo el mundo no hacía otra cosa que hablar de ello. Sequé mis lágrimas... tenía la esperanza de que no se notara que había estado llorando. No quería que nadie supiera que esto me había afectado.

Entré en la clase, Katy estaba sentada en uno de los asientos del centro, parecía nerviosa y no dejaba de mover las manos. Pero... ¿Donde narices estaba Judith?

- ¿Katy? - pregunté sentándome a su lado - ¿Que te pasa?

- ¡Nicole, acabamos de enterarnos de lo de tu taquilla!

- ¿Dónde está Judith? - dije sin darle mucha importancia.

- Ese es el problema. Judith y yo estábamos juntas cuando nos lo dijeron, yo me quedé aquí pero ella salió corriendo a buscar a Tracy.

Oh, dios. Si no quería problemas ya podía dar por perdida esa opción. Conociendo a Judith, no habrá salido a buscar a Tracy para tener una conversación amistosa.

- ¿Que crees que va a hacer? - le pregunté un poco más alterada - ¿Dijo algo antes de irse?

- Dijo que le iba a demostrar a Tracy lo imbécil que es.

- Estamos perdidas - dije cubriéndome la cara con las manos. Si Judith se metía en problemas nosotras también lo estaríamos... Bueno, Katy no, pero yo si.

Cinco minutos después Judith entró por la puerta de la clase, parecía enfurecida... Seguramente la conversación con Tracy no había sido muy agradable.

- ¿Que... ha pasado? - le pregunté. Por un lado no quería escuchar su respuesta, pero por otro si.

- Estuve hablando con Tracy - contestó agitada mientras se sentaba en la mesa de delante y se daba la vuelta para mirarnos, - y os puedo jurar que es la persona más estúpida que he conocido en toda mi vida.

- ¿Os han castigado?

- A mi no, pero el director se enteró de lo ocurrido y fue a ver que pasaba - contestó -, estaba discutiendo con Tracy cuando me di cuenta de su presencia.

- ¿Eso quiere decir que...?

- Que en ese mismo instante me callé y le conté todo al director.

- ¿No te han dicho nada?

- No, pero Tracy está en la oficina del director... No se que le harán pero sea lo que sea se lo merece.

- ¿Borraron lo que hay escrito en mi taquilla?

- Si, justo cuando le estaba explicando al director lo ocurrido, llegó la señora de la limpieza.

- Que alivio - susurré.

- No te preocupes más, ¿de acuerdo? - trató de tranquilizarme Judith.

Las siguientes clases pasaron aburridas y en el patio, por suerte, ya nadie se reía de mi. La señora de la limpieza había borrado el grafiti de mi taquilla y yo estaba más tranquila. Katy y yo estábamos impacientes de que llegara la hora del patio para poder llenar a Judith de preguntas sobre su cita, y si ella no quería hablar, iríamos a preguntárselo a Zac.

- ¡Es la hora! - dijo Katy cuando nos sentamos en una mesa de la cafetería - ¡¡Tienes que contárnoslo TODO!!

- ¿Que queréis saber? - preguntó Judith.

- ¡¡¡TODO!!! - respondimos las dos al unísono.

- Buenos... fui al centro y me encontré con Zac en la plaza en la que habíamos quedado. Me pregunto a donde quería ir y yo le dije "No sé", entonces eligió él. Fuimos a tomar un helado y luego... - dijo mirándome -, me entró frío y él me dejó su chaqueta.

- ¡¡Lo sabía!! - canté victoria.

- Bueno, nos acabamos el helado y dimos una vuelta por el parque y me preguntó cómo iba a volver a casa y yo le dije que en taxi y bueno... También se ofreció a llevarme a casa. Me acompañó hasta la puerta de casa y...

- ¡¿Te beso?! - interrumpió Katy.

- No, él me dijo que se lo había pasado muy bien conmigo y que cuando quisiera se podía repetir. Le dí un beso en la mejilla y eso fue todo.

Katy y yo empezamos a reír y a hacer "Aww". Judith nos miraba seria pero divertida. Ella no lo sabía pero todo eso nos lo había contado con una super sonrisa, se notaba que Zac le gustaba y estaba feliz por lo sucedido.

- ¡Fue tan romántico! - dijo Katy.

- Hablando de romántico - continúe cambiando de tema - ¿Has hecho ya lo que me has dicho esta mañana?

- ¿Que he dicho? - preguntó Katy confundida.

- Oh... Te refieres a eso de Dylan. - dijo Judith - Es verdad, nos habías dicho que hoy le hablarías si o si.

- Tienes razón, pero... Lo haré a la salida de clases.

- Te estaremos espiando - le amenazó Judith con un tono burlón; - tenemos que verificar que cumples tu palabra.

- Vale, vale... Cumpliré mi promesa - dijo Katy riendo.

Al acabar las clases acompañamos a Katy al baño, quería asegurarse de que estaba bien peinada para cuando hablara con Dylan. No le habíamos dado ningún consejo sobre qué podría decirle porque ella nos dijo que tenía la excusa perfecta... algo sobre un restaurante de comida rápida.

Judith y yo nos fuimos corriendo al coche, yo me escondí en la parte de atrás y Judith en el asiento de delante. No podíamos escuchar lo que decían pero por lo menos sabríamos si habían hablado o no.

Dylan estaba en la puerta del instituto, parecía estar esperando a alguien... Quizás él también quería hablar con Katy. Ella estaba respirando hondo antes de acercarse a él.

- ¡Mira allá va! - me avisó Judith -, está bajando las escaleras.

- No, mira - dije divertida - Dylan quiere hablar con ella, se está acercando.

- ¡Es verdad!

- ¿Crees que sería mejor dejarlos solos?

- Si, vayámonos - cuando pasamos por delante de ellos le hice un gesto a Katy para que supiera que nos íbamos. Ella me correspondió al saludo. Se veía bastante entretenida hablando con Dylan. Yo me cambié y me senté en el asiento del copiloto.

- Bueno, - comenzó a decir Judith -; Yo he tenido mi cita con Zac, Dylan está empezando a hablar con Katy... ¿No crees que falta alguien?

- ¿Quien?

- ¡¡Tu, tonta!! ¿No te gusta nadie del instituto?

- No... por ahora

- Vamos... ¿Quien te atrae más?

- Nadie, Judith, ya sabes que si me gustara alguien sería por su personalidad, no por su físico.

- Tienes razón... ¿Y no has hablado con nadie?

- ¡Claro que he hablado con gente! Me caen bien, pero solo eso.

- Bueno, bueno, solo preguntaba.

Judith me dejó en la puerta de casa, dijo que tal vez mañana pasaría a buscarme. Cada vez, la idea de comprarme un coche se hacia mas y mas fuerte. Supuse que no habría nadie en casa ya que mi madre tenía que ir a limpiar su "nueva oficina"... Ahora también era la chacha de ese tío ¿no? ¿Por qué tenía que limpiar ella? Dejé la mochila en la silla y subí a mi cuarto, maldiciendo a ese hombre, que cada día hacía que le odiara más y más.

YOU & YOU AGAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora