YOU & YOU AGAIN

29.

El sonido del despertador me levantó. Ya era lunes otra vez. Quizás os preguntéis porque no os explico lo que hice el domingo. Pues, simplemente porque no hice nada. Judith me había dicho que pasara por su casa, pero como no tenía ganas de contar todos los detalles de lo que había pasado con Daniel, no fui.

A primera hora, el coche de Judith estaba aparcado delante de casa. Cuando se trataba de secretos, podía ser la persona más puntual del mundo. Desayuné rápidamente para no hacerla esperar mucho y salí. Hacía calor, la primavera ya estaba acabando y pronto llegaría el verano. Me senté en la parte de delante ya que ni Katy ni Clara estaban.

- ¿Donde están Clara y Katy? - pregunté al ver que no estaban.

- Clara está en casa de su abuela y viene al insti desde ahí, y a Katy quería llevarla su madre - hizo una pausa y me miró - ¿No cres que me tienes que contar algo?

- Amm... Sobre eso... - traté de buscar alguna excusa - ¿Lo que quieres saber es si nos besamos o no, cierto?

- Has ido al grano, pero también quiero saber que ha pasado.

- Nada interesante, cenamos y me llevó a casa - Judith parecía decepcionada al no escuchar lo que esperaba.

- Me han dicho que hoy empezaban a poner los carteles del baile de fin de curso - comentó Judith.

- ¿Baile de fin de curso? - pregunté algo sorprendida. Todavía faltaban dos meses para eso.

- Si, todos los años hay uno. Se avisa dos meses antes por el tema de las parejas... Últimamente se tarda bastante en buscar citas.

- En Barcelona nunca hicimos uno de esos ¿Cómo son? - pregunté.

- Es para los de primer y segundo año, en realidad nunca he estado en uno - hizo una pausa para observar mi reacción -, el año pasado, las chicas que fueron al baile me dijeron que fue genial.

- ¿Es obligatorio ir con pareja? - pregunté resentida.

- No, claro que no pero es una tradición. No tienes que preocuparte, yo se de unos cuantos chicos que desean ir contigo.

- No seas estúpida - le dije sin saber si lo decía enserio o no.

- No te estoy mintiendo - sonrió picara.

- ¿Sabes que hay un parking en el instituto? - pregunté al ver que aparcaba el coche delante del colegio. Judith asintió - ¿Y por que no lo aparcas ahí?

- Me gusta que la gente me vea con mi coche - contestó riendo, esa era la respuesta más estúpida que había escuchado nunca de Judith, cosa que hizo que me echara a reír.

- No puedo creer que te pases horas dando vueltas para aparcar solo porque quieres que te vean con tu coche.

- Son manías que no puedo cambiar.

Entre risas entramos al colegio. Faltaban diez minutos para que empezara la primera clase, Lengua. Saqué los libros de mi taquilla y me dirigí hacia el aula 16. No había ningún rastro de anuncios sobre el baile por los pasillos; quería saber de que iba realmente el baile.

Al ver a Daniel en su sitio sonreí. A veces me asustaba el echo de llegar a clase y no verle... Como si todo hubiera sido un sueño. Dejé los libros y me senté.

- ¿Y bien? - preguntó - ¿Cómo a ido la conversación con Judith?

- Pues... Fui al grano y no duró más de cinco minutos - le reproche.

- Pensé que querría detalles - comentó sonriendo.

- Bueno... Me dijo que había un baile de fin de curso - inquirí -,nunca me han gustado ese tipo de cosas.