YOU & YOU AGAIN

17.

Entre risas Judith nos contó lo que había pasado con Zac. Al parecer él la había invitado a cenar a un restaurante bastante elegante, y todo gracias a mi; Zac estaba tan nervioso que le derramó por accidente toda la bebida encima. En el camino de vuelta a casa hablaron de no se que y en la puerta, antes de irse la besó y se fue sin decir nada más. Ahora solo había una cosa que me preocupaba... Me tocaba explicar lo que había pasado con Daniel el día anterior. Maldigo el momento en el que Judith vio cómo me iba con Daniel. Por suerte parecía no acordarse y pensé que podía evitar el momento si me hacía la dormida. Bostecé y me dí la vuelta.

- ¡He, he, he..! - dijo Judith - Tu no te vas a dormir. Creo que nos debes una explicación ¿no?

- ¿Una explicación? ¿A que te refieres? - dijo Katy confundida.

- La señorita me dijo ayer por la noche que le dolía el estomago y se iba a ir. ¿Sabes con quien la vi irse?

- ¿Con quien?

- Con Daniel López.

- ¡No pasó nada! - dije intentando excusarme -. Había perdido el dinero y él se ofreció a llevarme.

- ¿Sabes lo que significa eso? - Katy parecía bastante sorprendida -. A ti te ha pasado lo que Tracy siempre a querido ¿Te acuerdas de cuando iba detrás de Daniel?

- Cómo olvidarlo - contestó Judith -. Tracy se veía tan... tan fácil...

- Chicas... Daniel y yo solo somos amigos. Nada más.

Judith parecía un poco decepcionada por la poca información que le había dado sobre lo que pasó. Ella me dijo que Daniel y yo acabaríamos juntos y blah blah blah... Por otro lado me había entrado el sueño.

Judith y Katy seguían hablando sobre sus chicos, creo que planeaban una cita doble, ellas pensaban que estaba dormida pero podía escuchar todo lo que decían. Hablaban sobre emparejarme con Owen ya que Henry estaba saliendo con una chica de otro instituto y así poder hacer una cita triple.

Antes de seguir escuchando las estupideces que decían sobre mi supuesta "relación" con Owen prefería dormirme, algo que no me resultó muy difícil ya que tenía bastante sueño; Además, si me dormía tarde, mañana no me levantaría nadie. Odiaba la idea de empezar una nueva semana más de clase.

- ¡¡A levantarse!! ¡¡Es hora de ir a clase!! - grité intentando despertar a las chicas - ¡¡Despertar dormilonas!!

Quería molestarlas un poco y sabía que nada les molestaría más que abrirlas ventanas. Corrí las cortinas y la luz alumbró la habitación. Judith cerró los ojos con tanta fuerza que por un momento pensé que se le iban a salir. De aquí no saldría viva, me iban a matar. Por otro lado Katy se tapó la cara con las sabanas.

- Cierra esa maldita ventana - se quejó Judith -, me duelen los ojos. Ciérrala si no quieres morir.

- Judith... Soy el Espíritu Santo... - dije con tono celestial -. He venido a darte un importante mensaje... Mira hacia la luz...

- Si no cierras las cortinas, la que verá la luz seras tu. - me amenazó. Nunca me había reído tanto como en ese momento. Cerré las cortinas y me senté en la cama, me dolía el estomago de tanto reír. Poco a poco Katy se fue quitando las sabanas de los ojos, ella quería preparar el desayuno así que se vistió rápido y se fue a hacerlo.

- ¿Es que no vas a levantarte nunca? Ahora entiendo porque siempre llegas tarde a clase - dije quitandole la manta a Judith.

- No es fácil levantarse y menos si te vas a dormir tan tarde.

- A por cierto... ¿De que estabais hablando anoche? Ah, si... ya me acuerdo. ¿Que es eso de que me queréis emparejar con Owen? - pregunté amargamente.