21.

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- ¿Entonces, si no tienes miedo no veo el problema?

- Simplemente no quiero – me excusé -, ademas, no creo que encaje en ese tipo de sitios.

- Se que tienes miedo, pero no dejaré que nadie te haga nada, será divertido.

- No.

- Bien, como quieras; ya verás como algún día de estos dirás que quieres ir.

- Créeme, nunca haré eso.

Entramos en la clase, Judith me miró sorprendida al verme entrar con Daniel. Hablar con él me había echo olvidar todo lo que había pasado. Me había puesto de buen humor. Me senté en mi sitio y me di cuenta de que Tracy no me quitaba la vista de encima. No podía creer que todo esto lo causara el echo de haber entrado al aula con Daniel. ¿Qué sería de mi si se enteran de que quería llevarme al billar?

- ¿Va todo bien? - preguntó al ver que tenía la mirada perdida. Asentí, ayer a esa misma hora me había dicho que podía estar tranquila, que ya no tenía nada de que preocuparme, pero al parecer estaba equivocada.

- Sí, - mentí – solo... he dormido muy mal y tengo sueño.

El resto del día lo pasé muy aburrida. Judith no vino a almorzar ya que al parecer Zac la había invitado a comer fuera, a Katy la invitó Dylan y no podía decirle que no fuera y Clara también se fue a almorzar con Henry. En simples palabras... comí ridículamente sola.

Por lo visto Judith y Zac decidieron hacer campana ya que no aparecieron en ninguna de las clases de la tarde. Algo me decía que tendría que volver a casa caminando. Estaba cansada, no quería caminar más.

- Judith me ha mandado un mensaje – dijo Clara al salir del instituto. - Me ha dicho que Zac le a propuesto ir al parque de atracciones que han abierto hace poco.

- Con razón ninguno de los dos a aparecido por clase – comenté. - ¿Cómo vas a ir a casa?

- Hoy tengo que coger un camino diferente, debo ir a casa de mi abuela que está a unas calles de aquí. Me voy yendo... Adiós Nicole.

- Adiós, hasta mañana.

Clara se alejó a paso lento. Me senté en las escaleras del instituto; si tenía que ir caminando descansaría un poco. Katy me mandó un mensaje diciéndome que su madre la venía a buscar y que ya nos veríamos mañana. Suspiré. Me dolían las piernas y tenía frío. La escuela, poco a poco se fue quedando vacía, solo quedaban algunos chicos hablando en la puerta de entrada.

- ¿Quieres que te lleve? - preguntó una voz a mis espaldas. Me sobresalté. Era Daniel.

- Por favor. - dije sin darle más vueltas al asunto.

- ¿Cómo es que Judith no te a podido llevar? - preguntó mientras nos dirigíamos al parcking.

- Está en el parque de atracciones que abrió hace unos días, Zac a querido llevarla ahí.

- ¿El que esta al lado del muelle?

- Si, creo que es ese – contesté.

Daniel me abrió la puerta del copiloto para que entrar. No había echo eso nunca pero bueno, si ahora quería ser un caballero no se lo iba a negar. El camino fue silencioso, ninguno de los dos habló, aunque de vez en cuando me daban ganas de preguntarle algo, pero me lo guardaba y me callaba. No parecía estar de humor como para contestar estupideces. Me despedí de él con un beso en la mejilla y luego salí rápidamente del coche. Él se quedó en el asfalto hasta que vió que había entrado en casa. A veces me preguntaba por que era tan cuidadoso conmigo.

De nuevo la casa estaba sola; no quería subir a mi cuarto, no quería volver a encontrar ningún papel con amenazas otra vez. El echo de pensar que no se lo podía contar a nadie me angustiaba. Por un lado, tal vez tenía que buscar el papel por que si mi madre llegaba a encontrar uno, todos los problemas volverían. Por suerte no había nada en mi habitación, pero con todo el dolor del mundo me puse a buscar otro papel por toda la casa.

YOU & YOU AGAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora