Empiezo a temblar y el calor de mis manos cada vez se hace más intenso.
- Eric.. – Digo en un susurro.
El calor y la luz van cubriendo todas mis manos y un intenso dolor invade todo mi cuerpo. Siento como si estuviese ardiendo.
- ¡Eric!
Eric frena bruscamente y apoya un pie en la acera.
- ¿Pero qué...? – Empieza a quejarse pero se interrumpe en cuanto ve mis manos. – Vega, tranquila ¿vale? Necesito que intentes relajarte.
- ¿¡Cómo!?
El fuego que siento cada vez es más y más fuerte, hasta el punto que me resulta muy difícil respirar. Eric retoma la conducción, una conducción una temeraria. Nos paramos en frente del parque y Eric rápidamente se baja de la moto, coloca sus manos sobre mi cintura y me levanta en volandas.
- Vega, concéntrate en mí. – La voz de Eric suena suplicante.
A estas alturas ya no soy capaz de articular ninguna palabra, el dolor me lo impide. Eric me baja y me coloca apoyada contra un árbol. Se quita su chaqueta y me la coloca encima de mis manos, entonces sujeta firmemente mi cara con ambas manos obligándome a mirarlo a los ojos.
- Vega, mírame. – Dice al ver que bajo mi mirada hasta las manos – Tienes que concentrarte en mí y sólo en mí ¿de acuerdo? Ese calor no es real. No te estás quemando.
Lo miro desconcertada, ¿cómo es que sabe cómo me siento? Eric sigue repitiéndome lo mismo, una y otra vez y pidiéndome que le mire a los ojos y que me concentre en sus palabras. Entonces empiezo a respirar profundamente para convencerme de que no es real, no estoy ardiendo y no me brillan las manos. Le mantengo la mirada fijamente. Poco a poco el calor se va extinguiendo. Eric levanta su chaqueta de mis manos y se sienta dejando escapar un suspiro de alivio al ver que mis manos han dejado de desprender luz. Levanto mis manos examinándolas, intentando encontrar algún resquicio de luz pero no hay nada. Me dejo caer y acabo tumbada mirando hacia el cielo, estoy exhausta. Eric se tumba a mi lado, con una mano apoyada en su cabeza me mira todavía preocupado. Giro mi cabeza para mirarle a los ojos.
- ¿Qué es lo que sabes de esto? – Digo levantando ambas manos.
Eric suspira y deja escapar una sonrisa.
- Sabía que tarde o temprano te lo iba a tener que contar. – Eric cierra los ojos por unos segundos y continúa: - No sé si te lo has planteado alguna vez, el que haya otros planetas habitados en el universo.
Eric me mira fijamente, esperando a que diga algo o a que reaccione.
- Pues... - Empiezo a decir, totalmente desconcertada – Supongo. El universo es infinito.
- Entre todos ellos, hay uno muy similar a este y por tanto, también lo son los seres que habitan en él. – Eric sigue mirándome fijamente, muy serio.
- ¿A dónde quieres llegar? ¿Me estás diciendo que soy un extraterrestre?
Entonces Eric por fin sonríe.
- Bueno, en realidad, sí.
Medito la información por unos segundos tan largos como minutos. ¿Yo, un extraterrestre?
- Pero si soy una humana. – Digo, incrédula. – No tengo la cabeza enorme ni largas extremidades. Tengo pelo. – Acabo diciendo.
Eric no puede contener la risa.
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Espectro luminoso [PAUSADA]
Science FictionVega es una chica normal que acaba de mudarse a otra ciudad. Su vida da un giro de 360º cuando conoce a Eric, un chico atractivo y misterioso. En ese momento descubrirá secretos que desde el momento de su nacimiento se le han ocultado. ¿Quieres desc...