Capítulo 9.

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A la mañana siguiente. Los rayos fuertes del sol se reflejaron a través de la ventana de la habitación de ______ causando que esta se despertara poco a poco. Al tener un ojo semi abierto buscó en una de las mesitas de noche el despertador que marcaba la hora. Eran las once y treinta minutos. Sentía que no había dormido nada, hubiese deseado quedarse durmiendo en la cama cuando recordó que tenía algunas cosas que hacer. Intentando tener fuerzas puso los dos pies sobre el frío suelo de la habitación y se levantó dando un gran bostezo. Tenía que llamar a su mamá y aguantar en el teléfono la charla que le iba a dar cuando le dijera que se casaba.


La madre de ______, había querido toda su vida que ______ se casara lo más antes posible. Aun cuando ______ tenía solo veinticinco años le mencionaba que su reloj biológico estaba andando y tenía que sentar cabeza y tomarse en serio una sola relación en su vida. Siempre la comparaba con su hermana menor, Lizeth y eso le molestaba demasiado. Lizeth siempre había sido todo lo que _____ no era. Lizeth tenía veintitrés años y era una rubia con ojos castaños, había sacado los rasgos de su madre mientras _____, los de su padre.

En la infancia cuando Lizeth tenía todo los juguetes que algún niño pudiese querer, _____ solo tenía dos muñecas. En la secundaria mientras _____ tenía muy pocos amigos, era un poco regordeta y no era muy sociable, Lizeth era la líder del equipo de animadoras, era catalogada la más hermosa en la secundaria y todos los chicos le querían. Ahora en el presente las cosas habían cambiado bastante, ______ ya era lo bastante sociable para tener distintas relaciones y tenía un cuerpo esbelto, pero Lizeth como siempre había conseguido estar un paso adelante de ella, el año anterior se había casado con el modelo perfecto del hombre ideal, haciendo que la adoración de su madre hacia ella aumentara cien veces más.

Al salir de su habitación con ganas de no hacer nada en todo el día. Fue hasta el cuarto de baño y encendió la ducha. Se dio una ducha rápida y luego se cepillo los dientes. Había escuchado su celular sonar en la sala. El día anterior lo había dejado tirado cerca del sofá. Con una toalla cubriéndole en cuerpo hasta un poco más arriba de las rodillas y otra en la cabeza, salió a la sala en busca de su celular. Era un mensaje de Paty, quería que la acompañara al centro comercial. Suspiro y le contesto diciendo que con mucho gusto. Cuando puso su celular de nuevo sobre la mesa cerca del sofá un ruido la sobresalto. Se dio la vuelta y vio a Brandon sin camisa y solo con jeans parado al frente de ella. Se había olvidado por completo que Brandon estaba en su departamento.

Suspiro fuertemente al ver que sus ojos se desviaban a sus abdominales, como hubiese deseado que no hubiese tanta luz del día así él no la hubiera pillado observándole.

–Así lo intentes una y otra vez no lograras desintegrarme con la mirada, ______ –le dijo sonriente Brandon.

Aclaro su garganta y desvió la mirada hacia los ojos de él.

–Otra regla mientras estés bajo mi techo. Usaras la camisa en mi departamento –lo señalo con el dedo.


–Soy muy sexy para mi camisa.


_______ Se rio ante el comentario y negó con la cabeza.


– ¿Muy sexy para tu camisa? –Pregunto riendo. – No quiero tener un stripper en mi departamento, Meza.


– ¿Stripper? –Alzo una ceja. – ¡Tú eres la que estas con solo una toalla!


– ¡Pero no ando en mi departamento sin camisa!


–Pero deberías hacerlo... –murmuro suavemente Brandon.


– ¿Dijiste algo?


–No, no...no he dicho nada –sonrió.

_______ negó con su cabeza porque en verdad si había escuchado lo que dijo.

–Iré a cambiarme, saldré un rato.

Rodeo el sofá y entro a su habitación a cambiarse. Unos quince minutos después salió con unos pantalones ajustados y una camisa negra de cuello en 'V'. Cuando se dirigió nuevamente a la sala Brandon se encontraba sentado en el sofá...aun sin camisa. Ella negó con la cabeza y suspiro.

–Eres peor que un niño malcriado. –le dijo ella cruzándose de brazos.


– ¿Yo? ¿Malcriado? –pregunto Brandon haciéndose el ofendido.


–Sí, no creo que haya otra persona en este departamento.


–Ya me pongo la camisa, ya no tendrás que babear –rio Brandon.

______ rodo los ojos y saco una manzana del refrigerador.

–Volveré al mediodía, ¿podrás por favor mantener el departamento en buen estado? –pregunto esperanzada.


–Tratare, invitare a un amigo –sonrió.


–Invita a quien te dé la gana, solo no destroces el pobre departamento.


–Confía en mí. –sonrió y ______ agarro su cartera la puso sobre su hombro.


–Si aún no has desayunado en el refrigerador tienes para preparar un sándwich.


–Gracias, mamá. Ya puedes irte –le dijo burlón.Ella puso sus ojos en blanco y salió por la puerta.  

Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora