Capítulo 3.

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_____ entro al Starbucks buscando a su amiga Paty con la mirada, reviso cada mesa con los ojos y no logro verla. Típico de Paty, nunca era puntual. Se acercó hasta el mostrador del local y pidió un muffin de chocolate y dos cappuccino. Luego pago por ellos y se sentó en una de las mesas y espero a su amiga. Mientras seguía esperando, se metió el muffin de chocolate que había comprado y lo comió poco a poco y le dio un sorbo a su café. Quince minutos más tarde observo como su amiga entraba al local y la buscaba con la mirada, esta le hizo una seña con sus manos para que la localizara.

–Disculpa por la tardanza –dijo ella mientras se sentaba en una de las sillas de la mesa.


–No tienes de que disculparte, estoy acostumbrada –rio– Compre un cappuccino por ti.


–Gracias –sonrió– Aunque debe de estar frio.


-No creo, Starbucks prepara las cosas más calientes del mundo –rio su amiga.


–Está bien, no me des más rodeos...sabes muy bien porque estamos aquí –dijo seria.


–No, no lo sé en verdad –mintió ____.


–Claro que sí, sobre lo que he oído de tu supuesto matrimonio con el bombón de Brandon Meza –sonrió Paty de oreja a oreja.– Ahora, ¡suelta todo!


–No sé qué quieres que te diga –le dio otro sorbo a su cappuccino.


–¡Vamos! ¿Es verdad? ¿Cómo te lo ha pedido? –pregunto ella emocionada.


–Sí, es verdad estoy comprometida con él –hizo una mueca.– Y me lo ha pedido una vez que me invito a salir en la playa, había un atardecer. Luego me dijo que me amaba y que era hermosa y bueno...simplemente pregunto si quería casarme con él.


–¿De verdad? –Dijo apoyada de sus codos.– ¡Que romántico! Yo pensaba que era un mujeriego.

Y ni te imaginas que tan mujeriego, pensó _____.

–No, para nada –fingió una sonrisa.– Solo aparenta ser algo que no es, aparte que es un poco tímido -volvió a mentir, se sentía una mierda por estar mintiéndole a su mejor amiga.
–Aparte de apuesto, romántico y tímido –suspiro ella.– ¡Déjame ver el anillo!

Joder, se le había olvidado la parte del anillo. Era hora de pensar una excusa para decirle.

–Está guardado en mi departamento, no quiero que se dañe –sonrió nerviosa.


–Debe de ser muy precioso que no lo quieres dañar, luego lo veré –sonrió.– ¿Tus padres lo saben?


–Aún no, los llamare mañana, o cuando tenga tiempo.


–Eso espero, ¡sino serán los últimos en enterarse!


–Hasta el momento solo lo sabes tú Paty y el imbécil que te ha comentado sobre ello.


–Verdad –sonrió y le dio un sorbo a su cappuccino– Cierto, Starbucks hace las cosas demasiado calientes.


–¿Quién te ha dicho sobre mi matrimonio?


–Alguien muy cercano a nosotras...es como una amiga, pero es hombre.


–¿Alejandro? –su amiga asintió con su cabeza.– ¿Cómo se enteró?


–Recuerdas la vez que te llamo a tu departamento y lo dejaste en espera porque había otra llamada en línea –_____ asintió.– Al parecer se puede escuchar lo que hablas con la otra persona, así fue como se enteró. –sonrió.


–Recuérdame no volver a dejar a Alejandro en espera –rio.– Después hablare con él.

Fernando, el mejor amigo de Brandon estaciono su coche en frente del edificio donde Brandon vivía. Fernando era un chico de veintiséis años de edad, tenía la misma edad que Brandon. Era el único amigo de Brandon, ya que la mayoría de ellos se alejaron al enterarse del problema con las apuestas que tenía Brandon. Así que Fernando fue el único que se quedó a su lado, ayudándolo con gran parte de su adicción pero imposible... Brandon era simplemente un caso perdido.

Este dio tres toques a la puerta del departamento de Brandon, y detrás de esta se encontraba Brandon con tan solo unos jens desgastados y sin camisa. Dejo pasar su amigo y este le entrego una bolsa de papel.

–Toma, ahí está lo que me has pedido –dijo Fernando con una leve sonrisa.


–Gracias. –suspiro.


–Existen artículos de limpieza ¿sabes? –Comento Fernando al ver el estado de su departamento.– Ni yo logro ensuciar mi departamento de esta manera –rio por lo bajo.


–Y bueno, exactamente qué es de lo que querías hablar? –pregunto mientras registraba la bolsa que contenía comida en ella.


–El mismo tema, Laura –suspiro.– esa mujer me tiene un poco harto, pero me encanta...


–En la cama –rio.

- Aparte de eso, me encanta como es. ¡Es tan confuso!


–Termina con ella, así de simple –sugirió Brandon metiendo un pedazo de pan a su boca.– Si fuera tú, la mandaría a su casa a pataditas.


–Para ti es fácil Brandon, jamás has tenido ninguna relación estable –bufó.– ni creo que la tengas, eres un maldito mujeriego. La mayoría de tus relaciones, si es que así se les puede llamar son solo para tener un buen polvo y nada más.


–No tengo la culpa que las mujeres me deseen amigo –rio el.– Soy irresistible, ¿qué puedo decir?


–Que eres un cretino –rio.– Algún día vas a conseguir a la persona adecuada y dejaras de ser así –sonrío.


–No, no creo que ese día llegue –rio.– pero...


–¿Qué pasa? –pregunto curioso su amigo.


–¿Recuerdas a la chica que te dije que conocí en esa exposición de pinturas de aquella artista rara?


–Sí, ¿qué hay sobre ella? –alzo una ceja.


–Yo...bueno, hemos estado saliendo y –suspiro, tenía que decirlo necesitaba un padrino para la boda. No tenía ningún otro amigo.– le he pedido que se casara conmigo.

Su amigo abrió los ojos como platos y soltó una sonora carcajada que retumbaba en las paredes de aquel sucio departamento.

–Me estas jodiendo, ¿cierto? –dijo entre risas.– Me estas mintiendo, ¿tan buena es en la cama?


–Ni siquiera logre llegar a acostarme con ella –murmuro Brandon y eso causo que Fernando estallara aún más en risas.


–Vamos, la primera mujer que Rogelio Brandon Bustos Meza no logra llevarla a la cama pero le pide el matrimonio. Esto me suena demasiado raro, hay algo detrás de esto, lo sé.

Tenía que decirle la verdad, su amigo no se creería así de fácil que le pidió matrimonio a una mujer que obviamente solo quería tener un buen polvo y más nada. Aparte era un investigador, no se le podría engañar así de fácil. Brandon le conto todo a su amigo sobre la boda que tendría con ____, y lo único que podía hacer Fernando fue alabarlo por semejante idea, ni siquiera a él se le hubiese ocurrido algo así para ganar dinero.

–Eres tremendo Brandon, lo eres –le dijo dando dos golpecitos en la espalda de su amigo– Jamás hubiese pensado en planear semejante cosa.


–Lo sé, soy un genio –rio.


–Pero supongo, como te mudaras con ella...no desaprovecharas la oportunidad de hacer lo que no hiciste una vez –sonrío pícaramente.


–¡Dalo por hecho!


–Tenías que ser tu sinceramente –sonrío y reviso su celular, su expresión cambio a una mueca rara en segundos.– Es Laura –bufo.– Me "extraña".


–Puedes terminar con ella, Fernando –aconsejo nuevamente Brandon.


–No es así de fácil, Brandon –camino hacia lapuerta.– Suerte con tu plan, de todos modos soy el único padrino y estaremos encontacto –abrió la puerta y salió.    

Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora