Capítulo 43.

318 8 0
                                    

Día. Día de mentiras. Día esperado por familiares. Día lleno de alegría para algunos. Sorpresas para otros. Y esperanzas para aquellos que menos se lo esperan.

Un día que muchos pensaron que nunca llegaría. Un día que muchos no saben su realidad y pocos que conocen el verdadero objetivo. Pero al final de todo tal vez no todo salga como lo esperado.

Susana Elizondo se acerco a ______ y contemplo con ojos llorosos el vestido de su hija mayor. Había llegado el día. Su día. No podía creer que ella alguna vez sentara cabeza y se dedicara a tener un futuro estable.

______ pasó una de sus pequeñas manos por su vestido, alisándolo. Esbozo una tímida sonrisa al ver a su madre por el espejo. Susana se veía tan orgullosa en ese momento, jamás había visto una mirada así en su madre...por ella. En todos esos años pensaba que su madre apreciaba más a su hermana menor que a ella, se había sentido excluida en más de una ocasión. Pero en ese momento...su madre estaba alegre y orgullosa, por ella.

Una imagen del rostro decepcionado, levemente envejecido de su madre hizo que un nudo se formara en su estomago.
Eso no le había ayudado en nada.
Ya estaba nerviosa con tan solo pensar que en menos de una hora estaría caminando hacia el altar con un hombre que siquiera le amaba.

Dejó escapar un suspiro resignado y se giro al escuchar la voz de su amiga.

-Te ves hermosa, _____ -dijo Paty. ____ le dedico una sonrisa y observo el vestido que usaba. Era lila y sus tirantes casi transparentes, estaba ceñido a su estrecha cintura y la hacía lucir más joven de lo que era.

-No creo que mas que tú -respondió ___.
Paty abrió la boca en forma de protesta, pero Susana intervino.

-Ambas están hermosas, chicas. -le dijo a ambas. Luego miro a su hija y se dirigió a ella- Si me disculpas ayudare a tu hermana con el bebé.

Susana salió del vestíbulo y ___ se movió hasta una de las sillas que acompañaba el pequeño vestíbulo de la iglesia y mordisqueo su labio inferior en un gesto nervioso. Paty sonrió al verla y se acerco a su amiga, le rodeo con sus brazos los hombros descubiertos de ella y le dio un abrazo tranquilizándola.

-Tranquila, no estés nerviosa. No quiero que pase como aquella vez en la universidad, estabas tan nerviosa por el examen final que vomitaste sobre mis zapatos -Paty hizo una mueca al recordar la escena y _____ rio.

-No vomitare, descuida. Tus zapatos están a salvo esta vez.

Paty rió.

-No estoy tan nerviosa... -La risa de Paty paró y la mira con una de las cejas arqueadas- ¿Qué?

-No puedes decir que no lo estás -le regaño- No soy yo la que se casara y tengo ganas de salir corriendo.

El sonido de las campanas de la iglesia, lleno aquel lugar. Paty miró a su amiga con una sonrisa amigable y se levantó. ____ imito su movimiento.

-Ya es hora -abrió la puerta y se giro para mirar a su amiga- ______...

-¿Si?

-Sé toda la verdad.

Por un momento el cuerpo de ella se congelo. Sabía toda la verdad. Acaso estaba hablando de... No. No podía ser. ¿Como podría?

-¿De qué hablas? -Paty sonrió.

-Sé lo del plan con Brandon -dijo lentamente- Pero también sé que hace mucho tiempo que ambos dejaron de actuar. Buena suerte -sonrió y salió de la habitación.

Las palabras de Paty seguían volando por su cabeza. ¿Cómo sabia? ¿Cómo? Estaba un tanto aturdida. ¿Y si Paty le decía a los demás? No. Ella nunca haría eso. _____ seguía parada al frente de la puerta, perpleja. De nuevo, escuchaba el sonido de las campanas sonar en sus oídos. Salió de la habitación y camino por un corto pasillo para encontrarse con su padre.

Víctor Elizondo le sonrió al ver y sus ojos se llenaron de lágrimas. Cuando ____ estuvo lo suficiente cerca, la atrajo hacia él y le dio un gran abrazo.

-Esta hermosa, cariño -dijo Víctor, conteniendo sus lágrimas- Brandon es un hombre afortunado. Simplemente no puedo creer que en unos minutos entregare a mi hija a un hombre y te llamaras _____ Meza. Esa idea me hace querer tener de nuevo a la pequeña nena que decía que no se casaría porque no quería dejar a sus padres, pero ya no eres una nena, sino una mujer y no sabes cuan feliz estoy por ti, cariño.

Ella trago con dificultad debido al nudo en su garganta. Las lágrimas amenazaban en salir de sus ojos. No podía seguir con eso. Ya no podía con esto.

-Papá, tengo algo que decirte yo...

-Cariño, se que estas nerviosa pero tranquila, todo el mundo lo está. Recuerdo cuando me iba a casar con Susana, estaba tan nervioso que cuando ella camino hacia el altar estuve a punto de desmayarme -____ sonrió y su padre puso sus dos manos en sus hombros- Sé que serás feliz con él, ahora...vamos, hay muchas personas esperándonos.

Rodeo el brazo de su padre con el suyo y deseo que aquel nudo en su garganta desapareciera. Sentía como si no pudiese respirar. Tomo aire y lo dejo escapar de sus pulmones ruidosamente cuando las puertas se abrieron.

Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora