Capítulo 15.

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Sábado por la tarde. ______ estaba en su habitación arreglando su ropa en su bolsa de viaje. Su madre le había llamado en la mañana pidiéndole que se quedara todo el domingo hasta el lunes. _____ había tratado de buscar alguna buena excusa para no compartir un día completo con sus padres. Le había mencionado algo sobre una reunión -falsa por supuesto- de su trabajo. Pero su madre casi se derrumbaba al escuchar cómo le negaba la oferta. Al fin y al cabo, su madre tuvo la victoria y _____ pasaría un día completo con su familia. Y para complicar las cosas...su madre le haría compartir una habitación con Brandon.

Compartir habitación con él. Un escalofrió recorría su cuerpo con tan solo pensarlo. Después de la escena de la noche anterior, había intentado evitar a Brandon. ¿Pero de que servía? Si de todos modos vivían en el mismo lugar.
También recordó la pequeña escena que sucedió en la mañana. Se había despertado y se dirigió hasta el cuarto de baño como solía hacerlo. Entonces cuando había girado el pomo de la puerta observo a un Brandon, húmedo con gotas de agua por su cuerpo y simplemente con una toalla que le cubría sus caderas. _____ lo había observado como si fuera un platillo de un restaurant italiano y observo como las manos de Brandon se dirigían hasta el nudo de la toalla. Entonces lo jaló suavemente, pero antes de que______ pudiera observar algo ella había cerrado la puerta con fuerza.

–Pensé que querías ver algo más. –le había dicho Brandon desde el cuarto de baño.

Una parte de ella había querido ver aún más y había maldecido. En cambio, la otra le decía que el solo era un mujeriego y quería seducirla como siempre solía hacer con las mujeres. Sentía una atracción física hacia Brandon, eso no lo podía negar. Pero maldición. Eso no le agradaba mucho. Claro, era más que obvio que sintiera atracción hacia Brandon cuyo cuerpo parecía hecho a la perfección, cualquier mujer la sentiría.

–¿Qué haces? –dijo Brandon entrando a su habitación y sentándose en el borde de la cama.


–¿Tal vez algún día podrás aprender a tocar la puerta antes de entrar? –pregunto frunciendo el ceño.


–Me parece anticuado –bufo.– Ya casi nadie hace eso.


–Entonces aprenderás a hacerlo cuando yo este.


–Vale, mamá. –sonrió burlón.

Ella lo fulminó con la mirada y se sobresaltó cuando Brandon acaricio su espalda.

–Tranquila. No muerdo –susurro en su oído.– Aun no has contestado a mi pregunta. ¿Qué haces?


–Arreglo mi bolsa...


–¿Se puede saber para qué?


–Dormiremos en la casa de mis padres –miro a Brandon para observar su expresión. Los ojos de él estaban inexpresivos. Una sonrisita burlona se asomó en la boca de ella.– ¿Tienes miedo?


–¿Miedo? –bufo.– Brandon Meza no le teme a nada. Ni siquiera a los padres de...su "prometida" -hizo comillas en la última palabra.


–Ya, lo siento. No quise herir tu ego masculino.


–Solo para aclarar. ¿Dormiremos? ¿Tú y yo? ¿En un habitación, solos?


______ pasó una mano por su cabellera y suspiro.


–Sí, pero no creas que me tocaras.


–Oh, no te descuides. Solo espero que tus padres no le molesten los ruidos –dijo divertido.

Ella lo miro alzando una ceja y él le dedico una sonrisa inocente. Brandon estiro su mano hasta la bolsa de ella y saco una braga de encaje rosa.

–Mmm, ¿llevaras esto? –pregunto sonriente.


–¡No revises mi cosas! –lo reprendió y le arrebato la braga.– ¿Por qué no vas arreglando tu bolsa?


–Siento que te estorbo.


–Ni que lo digas... –murmuro ella.


–No te molestare, te dejare en paz –se levantó de la cama y se detuvo en el umbral de la puerta.– Pediré pizza. Tengo un poco de hambre.


–Vale. Esta vez te toca pagar a ti.


–¿Piensas que soy un banco? –alzo ambas cejas.


–Con diez dólares que gastes no morirás. No seas dramático –bufo.


–Dramático...ahora me dice dramático –repitió él en un susurro y salió de la habitación.

Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora