Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)

Capítulo 29.

La luz solar chocó contra el suave, definido y adormilado perfil de _____. Gimió cuando comenzó a despertarse y se removió un poco cuando el calor que los rayos que el sol emanaba, comenzaba a expandirse por todo su cuerpo. Intento abrir sus ojos pero estos no tenían intención alguna de abrirse por completo, sentía como que tuviese un par de pesas en cada uno de los parpados dejándolos cerrados por completo. Intento incorporarse en su cama cuando un leve dolor y un sonido metálico hicieron que frunciera el ceño. Levanto su almohada y abrió sus ojos.

–¿Que mierda...? –se preguntó intentando mover su muñeca.

Su boca se abrió cuando vio el par de esposas atando su muñeca izquierda a las barras metálicas de la cama. Sacudió en un intento desesperado su muñeca y gimió de dolor cuando tiro mucho de ella. Bufó y con su mano libre paso una mano por su cabello revuelto. Se mordisqueo el labio y siguió mirando las esposas. Por su mente pasó el sueño de la noche anterior. Había soñado con las misma esposas, pero ella estaba atada en ambos extremos de la cama, con solo un sujetador negro y unas bragas del mismo color mientras un fuerte hombre con mascara la miraba intensamente como si fuese un delicioso platillo y acariciaba su cuerpo suavemente haciéndola suspirar con fuerzas. Por alguna rara y curiosa razón el hombre de sus sueños tenía un cierto aire parecido al de Brandon, aunque no podía observarle la cara el resto de su cuerpo le hacía recordar a él.
Maldijo en voz alta y luego grito cuando la poca paciencia que tenía comenzaba a desvanecerse quedando solo la desesperación en su cuerpo. Volvió a gritar, esta vez frustrada y se tumbó en la cama. Suspiro. Pensó y volvió a suspirar.
El nombre de Brandon paso por su cabeza mientras acariciaba su muñeca con la mano libre.

–¡Brandon! –grito. Nadie contesto. Suspiro y volvió a gritar su nombre. Nuevamente nadie contesto al llamado.

____ bufó frustrada y maldijo a Brandon. Él era el culpable de esto. Estaba más que segura que él lo era. Pataleo con desesperación y respiro profundo. Cerró sus ojos y trato de relajarse y olvidar las esposas. Otro intento fallido. Intento sentar en la cama y miro hacia la puerta que se abría. Brandon apareció en la puerta con una sonrisa burlona. Imbécil, pensó. Lo miro asesina y el estallo en risas.

–Fuiste muy divertido al atarme una muñeca a la cama, Brandon. -le dijo sarcástica. Más risas salieron de los labios de Brandon y la miró.

–Te ves mejor de lo que pensaba.

¿Mejor de lo qué pensaba?, pensó ella. Lo fulminó con la mirada y clavó su mirada en las esposas.

–Más te vale que me quites eso antes de que...

–Me mates, lo sé -contesto sonriente.- Te ves estupenda adormilada y con una de tus manos atadas. –____ entrecerró los ojos y bufo.

–Podría verme aún más estupenda si me quitaras las esposas –sonrió irónicamente. Brandon se acercó a ella y la miro. Sentada en la cama con el cabello revuelto, sus ojos avellanas mirándolo fijamente y con su típico pijama de pantalones cortos y camisa de tirantes.

Se relamió los lamios y reprimió la necesidad de estirar una mano y acariciar su pálida y suave piel. Se apartó un poco de ella y volvió a mirarla, pero esta vez divertido. Ella golpeo la cama y volvió a gritar.

–Deberías dejar de gritar de esa manera -sugirió el relajado.

–¡Deberías de soltarme! –chilló– Por favor, solo suéltame...

Miro el techo pensativo y sonrió.

–Haz todo lo que te pida –dijo él. Ella levanto una ceja y lo miro divertida.

–¿Por qué debería de hacer eso?

–Porque te soltare si lo haces –sonrió, ladeando su cabeza– Al menos que te guste pasar el resto del día atada en la cama.

–Prefiero hacer eso – Brandon se encogió de hombros y comenzó a caminar hasta la puerta– ¡No! Hare lo que quieras. Pero joder, ¡suéltame!

Él sonrió malicioso y la miro fijamente examinándola de nuevo. Un escalofrió recorrió la columna vertebral de _____ haciendo que un hilo de electricidad se dirigiera a su vientre. Brandon asintió con su cabeza y se acercó a ella.