Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)

Capítulo 18.

Ella lo miro fríamente luego de haber cerrado la puerta a sus espaldas. Agradecía que aquella habitación fuera insonorizada, así podía lanzarle cosas a Brandon sin problema alguno. El tan solo la mirada divertido como si no hubiese hecho nada. Ella respiro con fuerzas y dejo escapar suavemente un suspiro.

– ¿Que parte de que te comportaras no entendiste? –dijo entre dientes.

–No hice nada –levanto sus manos haciéndose el inocente.

–Claro, solo literalmente te le lanzaste a mi madre para presentarte. Una persona normal hubiese estirado la mano para estrecharla.

Brandon la fulmino con la mirada y se acostó en la cama.

–No seas amargada. Eres peor que mi propia madre –bufo. – Tienes que tomarte las cosas a la ligera, al igual que yo.

–Ese es el problema, tu no tomas nada en serio. Es por eso que le debes a un matón más de dos mil dólares ¡y estamos atrapados en una estúpida y falsa boda! –exclamo irritada.

–Touché, no tienes por qué ser tan ruda. Si tan solo quieres que me comporte como un robot con buenos modales, está bien. Lo haré –puso sus manos sobre su cabeza y estiro las piernas.

_____ suspiro y se cruzó de brazos.

–No tienes que ser un robot, no necesariamente. Solo quiero que no hagas nada...eh, a tu estilo y menos que digas cosas doble sentido al frente de mis padres. Ellos son, como decirlo...son un poco amargados. –suspiro y se sentó en la cama.

–Qué raro. No me parecieron para nada amargados, aparte tu madre me agrada. –Sonrió– Creo que ella intento decir que podíamos usar esta habitación para mucho más -movió sus cejas provocando que ____ riera.

–Sigue soñando si crees que algo pasara en esta habitación. No te des falsas esperanzas.

Brandon se sentó en la cama y se acercó a su oído.

–No tengo por qué darme falsas esperanzas. Sé que pasara exactamente cuando la noche llegue y ten por seguro que no puedo esperar a que llegue la noche. –le susurro en su oído con una voz grave provocando que ella se estremeciera un poco.

Antes de que ella pudiese quejarse. Él se levantó de la cama y giro la perilla de la puerta saliendo de la habitación. _____ se quedó sentada en la cama con la boca semi-abierta.
_____ sabía también lo que podía llegar a pasar, lo sabía con mucha claridad.
La tarde había pasado lento, demasiado pensaba _____. Sus padres estaban más que fascinados con Brandon. Lizeth se sentía mal por no ir, había tenido varios problemas y no podía asistir.

Por otra parte, Brandon se había comportado exactamente como le había pedido, con buenos modales, nada de frases doble sentido o palabras de mal gusto. Si ella no supiera que él estaba actuando pensaría que intentaba reflejar que era el hombre ideal para _____. Susana, había preparado la cena.

Hora de las preguntas, pensó ____.

Aun así que había pasado casi el día con Brandon. _____, sabía que su madre prefería invadir con preguntas a las personas en la cena. Y así había sido, durante la cena su madre no podía dejar de preguntar sobre su familia o sobre su trabajo.
______ nunca le había pasado por la cabeza preguntar a Brandon sobre su pasado, pero pudo observar que su infancia había sido muy triste por la manera en la que hablaba. Ella con un mano sujetando su barbilla y con la cabeza hacia un lado se sentía como la típica mujer conmovida cuando un hombre le contaba con cada mínimo detalle sobre su familia. Todo había estado bien hasta que su padre comenzó hablar.

–Querida, tu madre y yo hemos hablado y me ha propuesto que deberíamos pagar tu boda –sonrió.

La mirada de Brandon obtuvo un brillo y una sonrisa se asomó en sus labios. Por supuesto, si los padres de ella pagaban obtendría más dinero para pagar su deuda.
Pero en cambio ella no quería, durante mucho tiempo se había sentido mantenida por sus padres y no quería volver a pensar que seguía siendo así. Aunque obviamente le sería más fácil que ellos pagaran la boda pero no quería. Simplemente, no quería.

–Eso sería...

–Eso no lo puedo aceptar –contesto ella, evitando que Brandon terminara la frase– No quiero que ustedes paguen mi boda.

–Vamos cariño, no seas testadura. Solo déjanos pagar la boda –dijo su madre suavemente– A Lizeth le pagamos su boda.

–Pero Lizeth siempre ha sido... –cerro la boca antes de seguir hablando y tomo aire– Digo, es diferente, ella es ella y yo soy yo.

Brandon le agarro la mano y entrelazo sus dedos con los de ella.

–Amor, si tus padres son tan generosos en pagar la boda deberíamos permitírselos –sonrió.

–Estoy de acuerdo con Brandon –le dijo su padre– Cariño, las personas no se casan todos los día solo déjanos pagar la boda y listo.

_______ miro, luego a sus padres que la observaban con cierta esperanzas en sus ojos. Suspiro y movió su cabeza.

–Bueno, les dejare pagar –susurro ella no muy convencida y la sonrisa de sus padres se ensancharon hasta quedar de oreja a oreja.