Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)

Capítulo 8.

–No te muerdas el labio, quiero escucharte gemir _______ –le dijo con voz entrecortada mientras Brandon se seguía moviendo. Los gemidos de ______ incrementaban cada vez más y su orgasmo se estaba acercando. Brandon estaba en lo suyo cuando...

– ¿Brandon? –pregunto ella con los ojos entrecerrados y una voz adormecida.

Mierda, maldijo en silencio. Su suave voz lo había sacado de su fantasía. ¿Qué hacia fantaseando con ella?

–Eh...hola –dijo con la voz entrecortada debido a la erección provocada por la fantasía de hace unos minutos.

– ¿Qué haces en mi habitación? –se sentó en el borde de la cama y froto sus ojos.

–Yo...necesitaba más cobijas –le dijo un poco nervioso.

Ella lo observo detenidamente de pies a cabezas y detuvo su mirada a la altura de las caderas de él.

– ¿Cobijas? –pregunto divertida. – Lo que necesitas es un baño frio –rio.

– ¿Qué? –pregunto confundido por el comentario.

– ¿No has visto el monumento que ha crecido entre tus piernas? –Rio aún más. – Por Dios, Brandon. No pensé que el comentario sobre dormir sin ropa interior te excitaría.

Aclaro su garganta y oculto su erección con sus manos.

– ¿Tu excitarme? –bufo. – Eso desearías, nena.

–No creo que otra cosa haya provocado...aquello –dijo apuntando a su amigo erecto. – Es eso...o has estado viendo películas porno en la televisión, ¡juro que si lo hiciste te matare!

–Descuida, no he hecho tal cosa. Qué tal si digo que tal vez he leído un poco de los libros eróticos que tienes guardados -sonrió burlón.

– ¿Como los ha conseguido? -sus ojos se abrieron de sorpresa.

– ¿Tienes libros eróticos? –carcajeo. – Estaba mintiendo al decirlo, pero me gustaría hojearlos un rato. –Le dedico una sonrisa burlona. – Creo que no tengo porque imaginar lo que haces con ellos.

Ella lo fulmino con la mirada e intento apartar sus ojos del gran bulto en sus pantalones. Él estaba sin camisa y a pesar de tener la iluminación de la luna, podía notar su muy bien formado abdomen. Era un hombre muy sexy, ni la monja más santa podría resistirse a su cuerpo. Se mordió el labio suavemente y le lanzo una almohada.

–Sal de aquí –se dejó caer en la cama y puso una almohada sobre su rostro.

–No gracias –le sonrió y _____ quito la almohada sobre su rostro.

– ¿Quieres que te saque a patadas?

–Me acostare contigo –le dijo acercándose en la cama y recostándose al lado de _____.

– ¡Hey! Yo no te di permiso para recostarte en MI cama –dijo enfatizando el "mi". – ¡No deseo tenerte a ti o a tu "gran cosa" sobre ella! –le dijo refiriéndose a su erección que todavía se notaba sin problema.

–Intenta sacarme –le sonrió burlón y _____ se puso de rodillas sobre la cama y empezó a golpear ligeramente a Brandon mientras le gritaba que saliera, Brandon solo reía se sentía como si fueran niños peleando.

– ¡Sal, Brandon! ¡Es enserio! –chillo ______ y empezó a empujarlo con sus delgadas piernas, cuando había logrado que Brandon se moviera al borde de la cama lo empujo fuertemente y el cayó al suelo provocando que ______ cayera junto a él.

La situación se tornaba un poco incómoda y extraña para _____, había caído sobre el regazo de Brandon. Ella intento reprimir un gemido al sentir que su erección se clavaba sobre su vientre. Rápidamente se levantó y se sentó en la cama.

–Sal, quiero dormir en paz –dijo suavemente.

–Hey, no tenías que ser tan brusca –el hizo una mueca y se levantó. Camino hasta la puerta.

–Aun no entiendo y ni quiero saber cómo obtuviste una erección. –Sacudió su cabeza y prosiguió hablando.- Pero de todos modos si vuelves a entrar a mi habitación, ¡hare que desaparezca! –le dijo ella y el la miro pícaro. Al _____ notar el doble sentido de aquel comentario se apresuró a explicar.- ¡Eso no era lo que quería decir! Quería decir que... ¡Solo no molestes! –volvió a poner una almohada sobre su rostro y suspiro con fuerza.

–Entiendo – Brandon negó la cabeza y rió suavemente.- Y no te preocupes, no te molestare hasta mañana –Giro la perilla de la puerta y salió, el sueño ya le había llegado pero antes...tenía que resolver el problema con aquella erección. Fue hasta el cuarto de baño y prendió la ducha. Tal vez una ducha bien fría le ayudaría.