Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)

Capítulo 14.

–¡Y me invito a salir! –exclamó Paty el viernes por la noche. Le decía las mil y un maravillas de Fernando, el amigo de Brandon. Desde la vez que se presentaron hubo una chispa entre ellos y fue como amor a primera vista para Paty. ____ se sentía muy feliz por ella, ya que después de su última relación...había quedado devastada, y juró no volver a salir con nadie más. Hasta ahora.

–Me alegro por ti, Paty–sonrió.– Pero si vuelvo a escuchar algo más sobre Fernando en lo que queda de este día, ¡Me suicido!

Paty rio.

–Cállate, es que Fernando es tan...apuesto, sensible, inteligente, divertido y... –suspiró y se recostó del sofá del departamento de ____.

–Suficiente, me lanzaré por la ventana -Paty rio.

–Exagerada. Sé que tú estás igual con Brandon, claro no dices en público todo lo que piensas de el pero en el fondo te mueres por gritarlo –su amiga sonrió y volvió a suspirar.– Así que deberías entenderme.

Claro. Deseaba gritar a los cuatro vientos que Brandon era un mujeriego, creído, mentiroso e inútil.

–Tienes razón, no te puedo juzgar. –sonrió.

–¿A dónde ha ido Brandon? Cuando vine hasta acá lo vi saliendo.

–Iba a reunirse con...

–¡Fernandol! –exclamó Paty.

______ la fulmino con la mirada.

–Sí, con Fernando. Creo que retiro lo dicho sobre que no te puedo juzgar, estás mal de la cabeza -le dijo divertida ____ a su amiga.

–Ya, déjame vivir en paz.

Una hora después. Brandon entro al departamento de _____ un poco ebrio. Quien diría que salir con Fernando por un par de horas terminaría medio borracho. Al fin Fernando había salido de la relación con Laura, el jueves había salido con ella y dar fin a su relación. Todo por la atractiva amiga de _____, Paty. Se sentía feliz por él y habían celebrado por ello. Por consecuencia, su cabeza daba vueltas y se sentía mareado. Se recostó en el sofá y cerró los ojos para descansar.

–¿Cansado? – Brandon gruño al escuchar su voz. Se sentó en el sofá y sintió que vomitaría.

–No grites. –dijo él y frotó con dos dedos sus sienes.

–No estoy gritando, Brandon.

–Pero siento que lo haces –gruñó.– Mi cabeza duele.

–Hueles como si estuvieras recién salido de un bar.

–Y lo estoy. Creo que Fernando quería emborracharme –bufó y se dejó caer otra vez en el sofá.

–¿Solo Fernando? –____ alzo una ceja.– Juraría que no estabas solo con él.

–¿De qué hablas?

–Tu camisa tiene labial –le señalo el cuello de la camisa.

Brandon bajo la mirada y vio como en un borde se observaba labial color rojo. Alzo las cejas y recordó la pelirroja del bar. Esbozo una pequeña sonrisa al recordar cómo se le había lanzado encima.

–Oh, ya recuerdo. ¿Celosa? –movió sus cejas en gesto de burla.

Ella alzo una ceja y rio.

–¿Celosa? Oh, claro. Estoy muy celosa en estos momentos. –le contesto en tono sarcástico.

–Detesto tu sarcasmo. –le dijo fastidiado.

–Tendrás que acostumbrarte.

–Lo dudo.

–Lástima. –se encogió de hombros.

Brandon se levantó con dificultad del sofá, debido a su estado y se situó al frente de _____. Puso las manos sobre sus hombros y _____ solo observo lo que él hacía.

–¿Qué pretendes? –pregunto ella mirando sus manos en sus hombros.

El se encogió de hombros y clavo su mirada color chocolate en los ojos de ella.

–No sé si sea por el alcohol o tal vez porque estoy volviéndome loco. Pero tengo que admitir que tengo muchas ganas de besarte en estos momentos –le dijo a ella acercando su rostro.

Las palabras de él hicieron que su boca se abriera un poco y que sus ojos cayeran a los labios de él. Sus labios eran carnosos, suaves como la seda y dulces como la miel. Instintivamente paso su lengua por sus labios.

–Creo que es una mezcla de las dos cosas –le contesto sin retirar la mirada de los labios de él.

–No sé, pero creo que debería averiguarlo.

Acerco su rostro al de ella y sus respiraciones chocaban contra el otro. Brandon ladeo un poco su cabeza antes de presionar sus labios contra los de ella. _____ no hizo nada al respecto, solo dejo que la besara. Los brazos de él la atrajeron más a su cuerpo pegándolos por completo y capturando más sus labios. Una mano de ella reposaba sobre su hombro y la otra sobre el pecho de él. Sus labios se movían sincronizadamente y en aquel momento parecían estar hechos para el otro. Él se dejó caer en el sofá junto a ____, y acariciaba la cabellera de ella. Sus bocas se separaron un instante para recuperar el aliento y volvieron a juntarse en unos segundos. Un suave gemido se escapó de la boca de _____ cuando Brandon apretó una de sus nalgas. En el cerebro de ella hubo un clic haciendo que se separara de él bruscamente.

–¿Qué pasa? –Pregunto con voz agitada.– Íbamos bien.

______ sacudió su cabeza y se arregló su cabello.

–Hasta mañana –dijo ella y desapareció en unos instantes. Brandon golpeo el sofá y se recostó del sofá. No importaba cuanto se podían desagradar mutuamente, la tensión sexual era más que notable y desear a ______ Elizondo no estaba entre los planes de él para ganar dinero. Para nada en absoluto...