Mi falso prometido (Brandon Meza y tú.)

Capítulo 19.

______ estaba en el cuarto de baño terminando de darse una ducha y secando su cabello húmedo. Había llegado la parte del día que más nerviosa ponía a _____. La noche. Tenía que enfrentarse a la idea de compartir la misma cama con Brandon. Tenía en mente varios planes para permanecer la distancia entre sí en la cama. Anteriormente pensó en dejarlo dormir en el suelo, pero si alguno de sus padres llegaba a entrar a la habitación y lo encontraba en el suelo, las preguntas comenzarían a invadirla. Fue por eso que descarto aquella idea y busco nuevos planes.

¿Qué pasaría si ella se olvidaba de los planes y dejaba que pasara algo? Sacudió su cabeza al pensar en aquello. No. No podía permitir acostarse con Brandon. Su inteligencia era aún más fuerte que su deseo y lujuria. Sería lo suficientemente fuerte si a Brandon se le ocurría hacer algo demás como le había dicho.

"No puedo esperar a que llegue la noche". Las palabras de Brandon no querían borrarse, cada vez que los minutos pasaban las palabras de él seguían rondando su cabeza una y otra vez.
Salió del cuarto de baño en un extremo del pasillo de la casa y entro en la habitación de invitados. Ya tenía en mente que Brandon se encontraba ahí, recostado en la cama con su pijama mirando televisión. Cuando la puerta se abrió, todo lo que tenía en mente estaba erróneo. Estaba sentado en la cama, solo con bóxer y mirando como ella entraba.

Él maldijo en su mente al verla entrar. Tenía un camisón blanco de seda. Era casi transparente y notaba como sus pezones se marcaban sobre la fina tela. Una punzada en su entrepierna le estaba indicando que si no dejaba de verla como lo estaba haciendo le arrancaría el camisón y la lanzaría contra la cama. Carraspeo e intento no obsérvala.

–Lindo camisón-le dijo él, esbozando una sonrisa.

–E...Estas en bóxer –balbuceo.

–Lo sé. ¿Tiene algo de malo?

–No, pero...no deberías...

–Olvide el pijama –dijo cortante– ¿Acaso te pone nerviosa que este en bóxer?

La mirada de ella se esforzaba por no clavarse en su entrepierna. Maldición. Tenía que poner en marcha uno de sus planes y dormir hasta la mañana siguiente.

–No –contesto segura. – ¿Debería de estarlo?

El negó con su cabeza.

–Tenemos que compartir esta cama así que pondré reglas. –dijo ella acercándose a la cama.

– ¿Reglas? –alzo una ceja.

–Sí, reglas.

– ¿Como que no debería quitarte la ropa tan rápido? –le dijo burlón.

Ella estaba intentando quedarse tranquila y él no la ayudaba para nada.

–No, tú tendrás tu lado para dormir y yo el mío. Si cruzas tu lado te corto la cabeza.

Él se acercó a ella y se puso detrás de ella. Acaricio su espalda suavemente con el dedo índice provocando que ella se estremeciera.

–Estas rompiendo una regla estas en mi lado, Brandon.

A la mierda con la reglas, se dijo sí mismo. En ese momento él solo tenía una sola cosa en mente. Acostarse con ella.

–No me gustan las reglas –le susurro en su oído– Jamás me gustaron y menos cuando no me permiten hacer algo que quiero.