Es la historia de una amistad, que se quiebra por un asesino; es alguien que los odia, aunque no sepan quién es, aunque él si los conoce. Los crímenes son crueles y bestiales, son hechos por un especialista. Son asesinados por cuatro y son uno.
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Miércoles 14 de mayo de 2014.
19:15 hrs.
En el restaurante D'Moys, estaban Oscar y Gibrael platicando, esta vez tomaban un café y comían unos ricos pastelillos, Omar encendió un puro, dentro existía un ambiente bajo el techo una neblina gris que se movía hacia dentro de los extractores. Oscar parecía meditar.
― ¿En qué piensas? Mi estimado amigo.
― Bien Gibrael, te digo tu libro es excelente.
― No exageres. Apenas he escrito el tercer capítulo, falta mucho para terminar.
― Es muy adictivo tu forma de escribir. El primer capítulo tiene acción y deja metido al lector, en el segundo tiene el suspenso, nos dejas con la pregunta ¿Qué pasará? Nos dejas picados, el texto es atrayente.
― Gracias y hoy estoy terminando el cuarto capítulo.
Oscar dice con voz ansiosa. ― Espero y puedas prestármelo, si yo estoy deseoso de continuar leyendo, pues imagínate cuando esté con el público, nos tendrás prisioneros en tu libro. Si la primera novela, que hiciste fue un best seller, hasta una película se hizo de tu libro, recuerdas que fuimos a verla y viste el éxito que tuvo, hasta te pidieron el productor y el director una segunda parte.
― Acostúmbrate, ahora haremos la segunda parte del primero.
― Creo y te irá muy bien, con sólo estar dentro de los créditos, te seguiré ayudando con mucho gusto, aunque sea tu lector de prueba, espero y me pongas en tus agradecimientos ¿No crees?
― Ahora veremos que hace el personaje, lo haré más seductivo para matar.
― Vamos a comer, Gibrael. Esta vez yo la invito.
― Gracias.
― ¡Mesero!
— Esta vez pediré algo mexicano.
— Yo igual, no hay que menospreciar nuestra comida mexicana.
