Es la historia de una amistad, que se quiebra por un asesino; es alguien que los odia, aunque no sepan quién es, aunque él si los conoce. Los crímenes son crueles y bestiales, son hechos por un especialista. Son asesinados por cuatro y son uno.
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Viernes 11 de abril del 2014.
15:43 hrs.
Oscar entra al restaurante D' Moys; había mucha gente y también tenía una sala para fumadores; que a la izquierda del fondo del lugar estaba la puerta de entrada. La división del lugar era de unos vidrios y comenzó a buscar a Gibrael. Haya tras los cristales lo miró con un cigarro en la mano, cabizbajo leyendo algo y un café que humeaba. Este vio también a quien lo buscaba y alzó la mano con una taza de café, sonriendo y moviendo la mano en señal de "ven".
— ¡Buenas tardes Gibrael!
— ¡Buenas tardes Oscar! ¿Cómo te va?
— Pues bien gracias a Dios, me dijiste que vas a escribir un libro. El otro fue un libro muy bueno, cuando lo publicaste la gente lo compró. Ahora ¿Qué cuento será? Dime por favor ¿Qué libro harás?
— Serás una ayuda excelente, además de influirme con algunas ideas. ¿Deseas un café?
— Mejor un whisky. — Gibrael llama a un mesero y le pide lo deseado por Oscar. Apaga el cigarro, mientras le dice al mesero que también le sirva café, un pastelillo y una botana para su amigo.
— ¿De qué tratará el libro?
— Será un mundo diferente, hablará de un asesino y la historia gira alrededor de una chica; se llamará "El ratón que se robó la luna" ¿Es bueno el titulo?
Oscar se ríe y le dice entre su risa. — ¡La verdad el título es algo estúpido eso es para niños!
Gibrael frunció el ceño y le dijo con un tono un poco molesto.
— Es un libro sobre un asesino que mata sólo por diversión, se divierte y vende todo lo que a sus víctimas les pueda quitar, es un psicópata. Es alguien que confunde a todos, no es un libro para niños.
Oscar se carcajeo y fuerte, parecía que le contaron un chiste. Gibrael muy molesto, golpe la mesa con una mano. El mesero se acerca, le da un vaso con hielo y le sirve Whisky, pone un plato con semillas y frituras; poco después sirve el café.
— ¿Qué pastelillo desea señor? — Le dice mostrando un carrito con diferentes tipos de rebanadas y sabores de pastel.
— Un Chess cake New York. ¿Quieres uno Oscar? — Le dice apretando los dientes.
— No gracias. Prefiero las botanas. — El mesero les sirve y se retira.
— Por favor Oscar, no estoy para bromas, además ¿Qué te causa gracia?
La risa de Oscar se apagó tratando de esconderla le dice con tono un poco serio. — La verdad eso me suena a una película. Siento que quieres hacer un refrito de alguna historia.
— ¡No! El libro está basado en hechos reales, de asesinos en serie. He estudiado mucho el perfil de esos matones para crear uno en el personaje principal. — Se ríe y palmea el hombro de Oscar, saca después un cigarro y lo enciende.
