Parte 27 El tiempo corre.

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Lunes 21 de julio de 2014

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Lunes 21 de julio de 2014.

9:18 hrs.

Los detectives van a ver al médico forense que estaba armando un cadáver. ¾ ¡Buenos días doctor Lica!

─ Buenas, aquí tengo un inmenso rompecabezas, es difícil, y traje más auxiliares para terminar, aunque es poco lo que llevamos.

El detective le cuestiona al médico. ¾ ¿Ya checó el tatuaje de la mano?

─ Ya se lo pasé a Montse, ella la analizará.

─ Pues bien doctor, compermiso.

— Vamos a ir al laboratorio de ella.

─ No, vamos a vigilar a Oscar.

─ Pues sí.

─ Vamos a seguirlo hasta donde vaya y esta vez nos pegaremos a él como si fuéramos su sombra.

─ Haber si no se nos atraviesa otro camión.

En la ciudad en donde está Omar todo seguía con lo mismo, aunque a él le gustaba jugar con el video juego, también estaba aprendiendo a drogarse pues la coca la probó y con ella juega casi toda la noche. Cuando se droga, les hace el sexo a las chicas que están con él. Él había entrado a un mundo que era muy diferente, era para Omar alegría, bienestar era como una sensación poder con todo, era una emoción de creer hacerlo todo bien, cuando en realidad su cerebro y su cuerpo se estaba destruyendo, sus pensamientos eran más estúpidos creyendo que él siempre tenía la razón, simplemente su interior se estaba derrumbando por el lodo de las drogas.

─ Omar. ¿No vas a desayunar?

Omar estaba teniendo relaciones sexuales con una mujer y él le contesta con voz agitada. ¾- Al rato, déjame terminar con Ruth ya casi acabo, luego desayuno.

─ ¡Te apuras! Porqué alguien vino a visitarte, después del desayuno lo veras.

A él ni le importaba quien vino sólo le interesaba lo que hacía. Termina y se pone la bata, camina hacia el comedor por el pasillo. Llega y las chicas le sirven, él se sienta y es tratado como un rey, Omar termina de comer; Nancy pone una laptop sobre la mesa frente a Omar, abre la tapa y aparece una imagen de un caballero medieval con su espada y armadura, en su mano derecha tenía una espada; la imagen le hace un ademán de respeto al rey.

─ ¡Buenos día su majestad! ¿Cómo le va mi rey? ¾ Le cuestiona.

─ ¿A quién le habla ese monigote Paty?

─ A ti Omar, ese señor es tu amigo y quiere hablar contigo.

─ ¿Quiere hablar conmigo? ¾ La imagen en la pantalla le dice. ¾ Si te hablo a ti Omar. Soy yo, Excalibur.

Las cuatro caras de un asesino... ¿Existen crímenes justos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora