Parte 13 Mujer cortada.

7 0 0
                                    

Sábado 21 de junio de 2014

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sábado 21 de junio de 2014.

20:19 hrs.

En una casa cerca de la playa, frente a un parque lleno de juegos infantiles, con pasto en donde quiera, hasta detrás de las casas había césped. Cada una tenía una barda perimetral del lado trasero frente al mar. Ahí la gente no salía a la calle al parecer era un lugar de personas reservadas. De la calle en la esquina del parque un coche color negro mate venía circulando sin luces, la calle sólo la iluminaba unas lámparas del parque se detuvo a dos cuadras de la casa frente a una fuente; los vidrios ahumados y un motor poco audible. De pronto salió alguien del domicilio, abordó una moto Hurley Datison negra con dibujos de calaveras; detrás le seguía una mujer.

― Te traeré una hamburguesa, unas cervezas, un tequila y unos condones... Para complacerte. ― Le da un beso y mete la mano dentro del micro pantalón de mezclilla, que dejaba ver las nalgas de la chica y le toca la vagina. La mujer suelta un suspiro diciendo con voz excitada.

¡Traes también un periquito o hierba!... Quiero acabar hasta mañana. Tómate una hora para prepararme ¿Ok? Ya sabes que habrá después de la cena. ― Le dice con una voz que le entibió la oreja al tipo.

El hombre encendió la motocicleta y se fue. El ruido del motor se hacía cada vez más lejano. La chica entró a su casa. Rápidamente se quitó la ropa, desnuda fue hacia la ducha. Dentro se bañaba muy tranquila. En la puerta trasera estaba un hombre vestido de negro, traía unas botas militares; abrió la cerradura de la salida a la playa con un juego de llaves de esa casa; cerró y fue hasta la puerta del patio de la casa. Entró silenciosamente, se dirigió a donde la chica se bañaba; se escondió frente a la entrada de la ducha, desde ahí veía a la mujer. Sacó de su ropa un frasco de cloroformo y un pañuelo, lo humedece porque ve a la chica envolverse en toallas a punto de salir.

Se prepara; guarda rápidamente lo que utilizó, ve que la chica se lava los dientes y él espera. La mujer termina y sale del baño y al cerrar la puerta de cristal, se volvió de espaldas y esto aprovechó el hombre para abrazarla y poner el pañuelo en su nariz y boca. La mujer forcejeó un poco, pero su cuerpo fue perdiendo fuerzas debido al efecto del cloroformo, cayendo en un sueño profundo. El hombre la desnuda, la carga y sube con ella a la recámara. Ahí la deja en un sofá; la cama la cubre con una bolsa negra. Carga de nuevo a la mujer acostándola suavemente. En su boca le introduce un calcetín y pone encima cinta gris. Ata las manos extendidas de lado a lado a la cabecera, los pies al lado opuesto y la deja en una posición de manos y piernas abiertas atadas firmemente. Después baja a la sala; se sienta cómodamente en el sillón. Prepara una pistola de dardos y espera tranquilamente sin hacer nada más. Pasado un tiempo se escuchó el sonido de una motocicleta estacionándose. Abre la puerta el motociclista, y ve a un hombre apuntándole con un arma.

¡Buenas noches Eduardo!

El hombre asustado sentía como su cuerpo le temblaba, con voz quebrada habla con quien le amenaza. ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Dónde está Naty? ¿Quién eres tú?

Las cuatro caras de un asesino... ¿Existen crímenes justos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora