Parte 21 Viaje psicodélico.

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Lunes 30 de junio de 2014

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Lunes 30 de junio de 2014.

8:59 hrs.

Una limousine se acerca a la reja de la casa de Oscar, se abre y entra. Omar ya estaba listo para irse a la Expo; él esperaba afuera de su casa con sus padres, que lo despedían. La señora le lloraba, ella se acerca y le da un abrazo.

─ Omar llévate este collar en tu cuello, te lo voy a poner.

Él inclina un poco la cabeza y Denisse se lo coloca.

─ ¡Gracias mamá!

La limousine se estaciona frente a ellos. Se abre la puerta del auto y baja una mujer muy hermosa de veinticuatro años, traía puesto un uniforme de azafata, con un gafete con su foto y en sus manos una tableta, sube la escalinata y se presenta ante ellos.

─ ¡Buenos días! Mi nombre es Martha Meza Guerrero, vengo de la compañía de aviación AINATEBER International. ¡Si me permite una identificación por favor! Es sólo de rutina, pues se verifica que en realidad son sus padres ¿Cualquiera de los dos puede enseñarla por favor?

Oscar saca su cartera y le da su identificación. Ella la toma y ve en su tableta.

─ Muchas gracias, ya confirmé. El joven Omar estará de regreso con ustedes el día dos de septiembre. Yo misma lo traeré aquí ¡Compermiso! Señor Omar suba a la limousine. ¡Gerardo sube las maletas por favor! ─ Le grita al chofer.

― Él es Gerardo, el chofer de la limosina, él también pertenece a la compañía de aviación.

La chica baja y le abre la puerta.

─ Adelante Omar, siéntese y póngase cómodo.

Él se sube y al entrar ve que es muy amplio; a cada lado del interior había unos asientos para siete personas cada uno; en medio una especie de cama forrada en sábanas y dos cojines. Para él era algo muy diferente a lo que conocía. La chica entra y se sienta al lado de Omar.  Oscar y Denisse se despiden alzando la mano diciendo adiós. La limousina sale de la mansión, la edecán le menciona a Omar.

─ Pida lo que quiera y se le concederá. 

Le dice abriéndose la camisa dejando ver parte del busto abrazándolo, y el joven se le salían los ojos de mirar el pecho de la mujer.

─ ¡Gerardo nos puedes poner el privado por favor aislado!

─ Ok, señorita.

Entre la cabina del chofer y los asientos se sube un cristal anti ruido completamente negro, que no permite que el chofer vea u oiga algo. Ella le pone el seguro para evitar y lo puedan bajar. ─ ¿En qué nos quedamos?

Ella lo toma por la cabeza y lo pone en sus senos, el chico encantado se los lame. Se abre de piernas, le toma la mano y le deja tocar su vagina. El chico embebecido hacia lo que Martha le dictaba con los movimientos.

Las cuatro caras de un asesino... ¿Existen crímenes justos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora