Es la historia de una amistad, que se quiebra por un asesino; es alguien que los odia, aunque no sepan quién es, aunque él si los conoce. Los crímenes son crueles y bestiales, son hechos por un especialista. Son asesinados por cuatro y son uno.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Martes 24 de junio de 2014.
11:00 hrs.
El Teniente Méndez y el detective, se dirigen a la casa de Oscar, Aarón revisa la lista.
― En la lista hay: Un jardinero, un limpiador de alberca, un electricista, un mecánico y un carpintero cada uno con su taller, un plomero, un chofer, un guardia que vigila a través de las cámaras, sembrador de hortalizas y un albañil. En el interior hay seis personas: La mayordoma, el chef, la camarista, la estilista, la mesera y una mujer conserje ¡Wow! Este señor si le arreglan todo y solo brinda un sueldo.
― ¿De cuánto es el sueldo Arón? ― Pregunta el Teniente.
― Vaya que ganan bien, todos ganan semanalmente tres mil pesos, tienen bonos por puntualidad y vales de despensa de mil pesos quincenal. Creo y pediré mi renuncia y chambearé ahí, los sábados y domingos no trabajan, aun así les pagan la prima dominical y el descanso, mira si tenemos un patrón buena paga.
― Veremos si sus finanzas son legales.
― Iremos también a visitar a sus amigos, tenemos que sacar algo que nos dé una pista que dar con el culpable que podría ser Oscar.
― Ya vamos a llegar. ¿Están en orden alfabético los nombres?
― Claro les diremos uno a uno.
Estacionan el auto, Denisse los deja entrar y se pone frente a la puerta, poco a poco bajan los empleados haciendo una fila mirando de frente debajo de la escalinata, Denisse arriba hace un ademán con el brazo derecho extendido y con un movimiento del lado izquierdo al derecho como mostrando a su servidumbre. Los detectives bajan del auto y ven a la señora.
― ¡Buenos días!
Baja despacio los escalones. ― Miren detectives, este es mi personal.
Un hombre le brinda su mano para coger la de la señora ayudándola a bajar el último escalón.
― ¡Gracias Cesar! ― Voltea hacia los detectives.
― Señores pueden entrevistar a mis empleados. ― Se gira media vuelta y levanta la voz.
― Amigos por favor respondan a todas las preguntas que les hagan los detectives, sean sinceros y honestos, no les mientan. Aquí no hay nada que esconder. ― Nuevamente se gira y directo a los detectives les menciona. ― Allá está un cuarto de huéspedes, ahí es privado, ocúpenlo el tiempo que necesiten.
― ¡Gracias! Podría usted dejar libre a su personal, que continúen con su trabajo. Nosotros les hablaremos.
― Bien, los dejo ¡Siéntase como en su casa!
― Gracias, ¿Quién es Artemio Aguirre Godínez?
Un hombre de mediana estatura levanta su mano. ― Soy yo.
