Casada con el enemigo

2. Noche de boda

Llegamos a mi nueva casa o mejor dicho mansión es enorme. La decoración es moderna y hermosa admito que este italiano tiene buen gusto.

-Te enseñare lo básico ya que es muy tarde, espero que te guste nena vivirás aquí toda la vida.

- Me da igual tu mansión solo quiero ver mi habitación estoy demasiado cansada.

-Nuestra habitación querida dormiras conmigo como mi mujer que eres.Recuerda que nadie debe enterarse de nuestro acuerdo.

-¿Qué?-Esto no me puede estar pasando a mi no quiero dormir al lado de este idiota.

-Nena eres mi mujer y dormiras en mi cama no se que te sorprende.

- Te voy a dejar claro tres cositas. Primero no me llames nena no soy una de las putas con las que te acuestas. Segundo no soy tu mujer, me case contigo obligada por la circunstancia y lo sabés, delante de la gente me comportare como tal, pero aquí olvidalo cada quien hará su vida y tercero no compartire cama con un imbécil como tu olvidalo.

-Me gusta que mi mujer tenga carácter. Pero nena creeme dormiras conmigo cada noche y si hace falta te abrazaré para que no te escapes.-me dice con una sonrisa de triunfo no lo puedo creer tengo que dormir con este imbécil.

Resignada subo las escaleras detras de él hasta nuestra habitación que mal suena eso. La habitación es enorme y tiene un gran ventanal en el que se puede ver la piscina y el imenso jardín. La decoración es bastante masculina, la cama es enorme y hay un gran vestidor y un lujoso baño.

-¿Te gusta nuestra cama?

- Me gusta que sea grande almenos no te tendre cerca.Voy a cambiarme.- Odio a este hombre se cre que voy a caer rendida a sus pies pero no yo son más inteligente que él. Miro en el vestidor y veo toda mi ropa colocada busco un pijama de algodon que uso cuando estoy mala, no quiero que me vea en uno de mis camisones pero no los encuentro ¡mierda! alfinal no tengo más remedio que utilizar una camiseta de él pues me quedará lo suficientemente baja y no se señira tanto a mi cuerpo como mis camisones. Salgo del vestidor y me meto deprisa en el baño para darme un baño relajante y cambiarme. Cuando salgo del baño Derek está ya acostado me hacerco a la cama y empiezo a colocar cojines para separar su lado del mío si tengo q dormir en la misma cama que él no voy a dejar que me toque.

Dereck me mira con sorpresa y luego se ríe-Nena que haces no voy a violarte.

-Te dije que no dormiría con un imbécil como tu y ya que no tengo otra opción almenos no permitiré que me toques.

-¿Llevas mi camiseta puesta? Te ves muy sexi.- ¿Se esta riendo de mi? Me meto rápido en la cama, pero antes le lanzo un cojín a que logra atrapar antes de que llegue a su cara. Encima tiene buenos reflejos.

- No llevaría tu estupida camiseta si supiera donde están mis pijamas.

-Nena esos pijamas son demasiado horribles para que los uses conmigo ordene que los botaran.- Me suelta con una estupida sonrisa.Estoy que me subo por las paredes ¡como se atreve a botar mi ropa!.

- Ya te dije que no me gusta que me llames nena y no eres nadie para botar mi ropa.

- No te pongas así mi camiseta se ve más sexi que esos pijamas de vieja.

- vieja tu abuela, yo me pongo lo que quiera.

-Me pones cuando te enfadas asi. Buenas noches nena mejor duerme o te follare duro hasta que se te pase el enfado.-Me da la espalda acomodandose en la cama y eso me cabrea mucho más lo odio.

- Eres un creido de mierda jamás oyeme bien nunca en tu vida me follaras ya te dije que no soy una de tus putas.

Intento relajarme o no dormire en toda la noche, le doy la espalda y después de un buen rato pensando en este infierno consigo dormime.