Cuándo bajamos la gente ya se encontraba sentada alrededor de las mesas, cada quien ocupando sus respectivos lugares. Así que nosotros hicimos lo mismo y nos dirigimos a nuestra mesa, por el camino intento mantener mi vista al frente pues no quiero encontrarme con esos ojos verdes que un día me volvieron loca.
En nuestra mesa ya se encontraban sentados Teresa, Laila e Isaac solo faltábamos nosotros dos. Por suerte la cena transcurre tranquila a pesar de los comentarios mal intencionados de Teresa a los que ya estoy acostumbrada. Por ejemplo diciéndome lo incorrecto que es traer a Isaac de acompañante cuando aún sigo casada, que como fui capaz de tener un hijo fuera del matrimonio y otras cosas que no mencionare, pues me resultan bastante denigrantes, resumiendo para Teresa soy toda una mujerzuela. Pero hoy decido dejar pasar sus comentarios como si no me afectaran en lo más mínimo, ya que únicamente estoy aquí por mi padre. Y no quiero que me fastidie la noche, bastante tengo con saber que Derek se encuentra cerca, en alguna parte del inmenso salón.
Cuando termina la cena los camareros recogen todo y preparan la tarima dónde una a una las personas podrán ir subiendo y decir algunas palabras hacia mi padre. El primero en subir es Alex ya que le corresponde a él como su primogénito iniciar con el homenaje a papá, aunque el quería que yo comenzará este año, pero preferí no hacerlo. Se arregla el traje con sus manos y sube las escaleras que dan a un pequeño escenario. Comienza dando las gracias a todos por acudir y hablando del hotel dejando para el final, lo más personal.
-...Bueno como sabéis mi padre no solo fue un empresario ejemplar y exitoso sino que también fue el mejor padre, esposo y amigo... bueno o almenos lo intento. -dice bromeando, mientras la gente suelta algunas risas-Como padre siempre nos educó lo mejor que pudo, a pesar de que la empresa le dejaba poco tiempo para nosotros siempre buscaba un ratito para dedicarle a su familia. Con él aprendí a montar en bicicleta, a jugar fútbol, a nadar, a pescar,... pero sobretodo me enseño a ser una persona humilde a valorar a las personas y a mi familia. Me enseño a ganarme el respeto y el cariño de mis empleados a tratarlos como amigos, como la familia que son ... -Alex continúa con su discurso hablando del gran hombre que fue nuestro padre y yo siento como algunas lágrimas se escapan de mis ojos, pero las limpio inmediatamente. No quiero subir y dar un espectáculo con mi maquillaje todo corrido.
Cuando termina todos aplaudimos y yo me levanto con ayuda de Isaac quien retira mi silla y con un - tu puedes bonita- y un beso en mi mejilla dándome fuerzas me dirijo al escenario junto Alex quién me espera en las escaleras ofreciéndome su mano para subir, nos abrazamos y camino sola hacia el micrófono. Todos me miran expectantes pero como si fuera cosa del destino mis ojos van directos a unos ojos verdes que me miran con intensidad, lo observo detenidamente y esta guapísimo. Lleva un traje negro, camisa blanca y pajarita a juego con el traje, a pesar de estar algo alejado puedo ver como se ha dejado una pequeña barba que lo hace ver más atractivo. ¡Joder este hombre es un Dios! su mirada me pone nerviosa, pero cuando veo unas manos alrededor de su cuello, vuelvo a sentir el mismo odio y rencor que sentí el día que los encontré juntos en su oficina, sieguen juntos, no fue un simple desliz, ellos me vieron la cara de estúpida todo el tiempo. Desvío mi mirada hacía el resto de las personas y coloco mi espalda recta, suspiro y comienzo mi discurso.
-Bueno como sabéis la mayoría de ustedes, mi padre y yo éramos muy unidos, para mí el fue mi padre, mi amigo, mi confidente el que cubría cada travesura mía, el que cumplía cada capricho mío así fuera una completa locura. Recuerdo que con 8 años quería ser astronauta y papá cumplió mi sueño de llevarme a la luna, aquel día vino a casa a recogerme con dos trajes de astronautas, uno para cada uno, yo estaba feliz pues iba a ver la luna, me dijo que sería nuestro secreto y me trajo hasta el hotel, aquí me subió al ascensor de empleados, que aquel día no era un simple ascensor si no una nave espacial que nos llevaría a la luna, por dentro estaba cubierto por unas pantallas gigantes donde simulo un lanzamiento hacia el espacio, las pantallas parecían unas ventanas y yo con mi inocencia realmente creía que estábamos en el espacio, vi como salimos de la tierra y llegábamos por fin a la luna, solo que no pudimos bajar a ella pues papá decía que era peligroso. Y aquel día cumplió uno de tantos sueños locos, pues para él su princesa lo merecía todo. Jamás olvidare cada detalle que tuvo conmigo, cada gesto de amor que me dio o cada sonrisa que me regalo. El fue el hombre más importante de mi vida y nada ni nadie podrá ocupar su lugar en mi corazón.
Contengo las lágrimas que nuevamente quieren salir y continuó con mi pequeño discurso improvisado. Cuando termino me dirijo al piano y toco el himno de la alegría de Beethoven. Y se la dedicó a papá. Cada nota es un recuerdo, un momento feliz e inolvidable de mi vida, en cada nota le demuestro donde quiera que este lo mucho que lo amo, lo mucho que lo extraño y lo mucho que lo necesito. Con el vivo mi vida sería diferente, probablemente nunca me habría casado con Derek, nunca me habría ido de Italia, ni hubiera vívido un infierno con Teresa, pero sé que todo pasó por algo y que quizás si todo esto fuera diferente Sam mi pequeño quizás no hubiera nacido, y el es único motivo que tengo para seguir adelante, para seguir viviendo y no rendirme. El desde el momento en que estuvo en mi vientre se convirtió en mi mundo en mi razón de vivir. Y muchos dirán que no puedes vasar tu vida simplemente en la existencia de otra persona y quizás tengan razón pero una madre siempre dará la vida por sus hijos con el único fin de verlos felices, así como mi padre lo daba todo por mí, hoy yo lo doy todo por Sam.
Termino de tocar el piano y bajo con cuidado el escenario, Isaac ya se encuentra en los escalones para ayudarme a bajar, me ofrece su mano y yo sonrió en agradecimiento.
-Necesito salir unos minutos de aquí ¿me acompañas?- le digo una vez me encuentro abajo.
-Claro, subamos a la azotea ahí tendremos privacidad y un poco de aire fresco nos vendrá bien.- me toma de la cintura con delicadeza y nos dirigimos a fuera del salón.
Por el camino ninguno dice nada y se lo agradezco, pues en estos momentos me siento década y no me apetece entablar una conversación y él parce entenderlo. Llegamos a los ascensores y el oprime el botón para que llegue el ascensor. Pero de pronto ocurre algo inesperado, ni siquiera se como explicarlo simplemente siento que me separan de Isaac y me meten al ascensor con brusquedad.
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Casada con el enemigo
ChickLitUna boda que unirá a dos personas completamente digerentes. Ella una chica de 25 años, muy bella pelo rubio en ondas, ojos oscuros y grandes, piel bronceada, piernas largas y tonificadas,inteligente, astuta, terca e indomable. Que oculta un secret...