EL TIEMPO QUE NOS SEPARA ❤ | FANFIC

Capítulo 13 - Necesitando explicaciones

Tal y como lo había recordado que pasaría, sucedió. Mamá se había puesto histérica en cuanto me vio con la herida y el moretón en el ojo. Me había gritado y ahora estaba castigado por toda una semana injustamente, ya que por más que traté de explicarle todo no me creyó lo del accidente con el balón.

Nada de skate, nada de ensayos con la banda, nada de salidas entre amigos... solo ir al colegio y regresar por una larga y tormentosa semana.

Tengo que admitir que eso es mi culpa, en mi adolecencia siempre fui un poco "revoltoso" y aveces llegaba a casa golpeado por alguna riña que había tenido con idiotas que se metían con mis amigos o con alguna chica que me gustaba.

—Ya se le pasará, mijo —dice mi abuelita limpiando la herida de mi ceja para cambiar el pequeño vendaje.

—Lo sé, lita. Pero no es justo, yo no hice nada malo... No ahora —digo aguantando el ardor del alcohol.

—Yo te creo mi amor, pero sabes como es tu mamá... Además, tu no eres un santo y ella te conoce muy bien, ahora mismo podrías estar mintiendo... pero yo prefiero pensar que no.

Suspiro y simplemente cierro los ojos hasta que lita termina.

— ¡Ya está, guapo!

—Gracias, lita hermosa.

—Ahora, si ya terminaste tu tarea descansa un poco hasta que esté la merienda.

—Sí, lita... Pero antes ¿puedo pedirte un favor? —pregunto bajando la voz y ella asiente confundida.
—Necesito salir unos minutos —pido mirándola con ojitos de cachorrito y niega divertida. —Por favor, es urgente.

—Ya sabes lo que dijo tu mamá, además no deberías andar por allí exhibiendo ese ojo, no se te ve nada lindo —dice arrugando la nariz y luego ríe.

—Sólo voy y regreso, lo juro.

—Ya dije que no, Yenny se enojará más contigo y también conmigo.

—Abuelita, juro que solo son cinco minutos —digo rogando pero no funciona. Decido decirle a donde necesito ir, quizá la convenza. —Tengo que ir a casa de Samantha, hoy no fue a clases y estoy muy preocupado por ella.

— ¿Irás a ver a Samy? —inquiere interesada y se le ilumina el rostro cuando sonríe.

—Sí, lita. Solo necesito unos minutos. Juro que vuelvo de inmediato.

—Está bien, ve a hacerme un mandado a la tienda que necesito algunas cosas —responde sonriente y me guiña un ojo.

—Gracias, lita. Te amo demasiado —digo feliz y beso su frente. —No tardo.

No pierdo un segundo más y corro hasta la puerta principal para salir.

Camino las cuadras hasta su casa a paso rápido y cuando llego toco el timbre un poco cansado. De pronto siento que me pongo nervioso sin saber porqué y mi corazón está acelerado.