》You're mine

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Título: You're mine.

Pareja: FemReiji/MaleChrista.

Rated: +13.

Tipo: Viñeta.

Cantidad de palabras: 588.

Genero: Romance/Hurt/Semi-AU.

Advertencias/Aclaraciones: Posible ooc. ¡Genderbend! FemReiji = Reiko y MaleChrista = Christian.

Sinopsis: Reiko esta dispuesta a ensuciarse las manos si es necesario, después de todo, la atención de Christian debía ser solo suya y de nadie más. 

• • • 

A Reiko le sorprendía cuando alguien era amable con ella.

Christian era un hombre que estaba mal mentalmente, además de qué, era el tercer esposo de su madre y tenían una hija, pero... no entendía porque siempre que le llevaba algo de comida él la trataba tan bien.

Ese día no era la excepción.

—Buenas noches, Reiko...

La suave voz de Christian siempre le dejaba confusa, siempre escucho de su carácter inestable, pero, jamás le ha visto de esa manera.

¿Quizás era afortunada siempre de ver la mejor parte de él?

Era un chico indudablemente demasiado amable.

—Christian.—respondió al saludo ajeno dejando la bandeja en una mesita cercana—. ¿Cómo estás hoy?

—B-Bien...

Observó los lentos pasos del adverso hacia el plato de comida antes de empezar a comer, solo se quedaba allí para evitar que se hiciera daño, después de todo, debía asegurarse de no dejar ningún cubierto que dejará marcas superficiales.

—¿Acaso te preocupo?

La pregunta le hizo dudar, preocupación no lo llamaría ella, más bien, precaución.

—Buen provecho, Christian.

—. . . ¿Cómo está ella?

Reiko frunció el ceño disgustada ante la mención de su madre, y sí, sabía muy bien que se refería a esa inmunda mujer.

—En perfecto estado, como siempre.

Hubo un silencio incómodo, algo un poco usual, pero la verdad es que sentía celos de su madre... siempre llevándose la atención de todos, tal como lo hacía Shū, las odiaba.

—No me gusta esa cara que hacés, no te hace ver linda.

—¡¡...!!

No esperaba escuchar palabras de ese tipo tan a la ligera, ¿pero que más podía esperar de alguien como Christian? Era demasiado puro.

Intento ocultar su momento de debilidad fingiendo arreglar sus gafas, en un lento movimiento, como si analizará la estancia.

—¿Ya termino de comer?

—Oh... ya casi...

No supo que demonios acababa de pasar pero, de un momento a otro, el hombre arrojó lo poco que aún tenía en el plato al suelo; observaba el cubierto afilado con tanta melancolía, pero en vez de intentar hacerse daño clavo varias veces este en la mesita.

Por alguna razón lo miraba fascinada.

Ese arrebato de ira tenía tantas emociones contenidas.

Dio un par de pasos antes de tomar las muñecas de Christian y detener su frenético ataque arrojando cosas, por suerte, nada le había dado.

—Calmate, Christian.—habló con su usual seriedad, reafirmo su agarre en las muñecas, obligándole a soltar el cubierto—. Mírame. Christian... Mírame.

Parecía que Christian rechazaba mirarle de forma tan directa, enojada, lo estampado contra la pared sin delicadeza. Se le hacía curioso estar en esa situación... con él.

—¿Ahora me mirarás?

—N-no... s-sí... yo no...

—He dicho que me mires.

Unos segundos bastaron para que Reiko tomará una decisión precipitada, besar a Christian justo cuando la miro directamente a los ojos.

Eso logro calmar los temblores en el cuerpo del ajeno, pero este en vez de reclamar, solo le dirigió una mirada de confusión.

—¿... Reiko?

—Al parecer logre calmarte de una forma curiosa.

Guardaron silencio durante unos minutos, aún lo mantenía aprisionado contra la pared, pero él no daba muestras de querer alejarse.

Tomo una decisión descabellada.

Quería a Christian solo para ella.

Mío.

—Hasta la próxima vez, Christian...

Se separó del mayor antes de abandonar la torre, miro de reojo hacia sus espaldas, asegurándose de que la prisión que mantenía cautivo a su víctima siguiera allí.

Serás mío... mío...

Reiko esta dispuesta a ensuciarse las manos si es necesario, después de todo, la atención de Christian debía ser solo suya y de nadie más. 

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