12.

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POV CALLE.

Como lo dije la tarde anterior, antes de las seis ya debería estar en camino a el edifico de Poche, pero desafortunadamente me encontraba revuelta entre mi ropa, buscando lo adecuado para ir a casa de los abuelos de Poche, ellos eran algo así como sus padres y sabia lo importante que eran para Garzon así que debía estar formal pero no tan formal, sencilla pero no sobrepasarme... Mierda, estaba perdida en lo que debía llevar, pero en eso recordé como lo hacia cuando era un tanto pequeña, era yo, nadie decía como tenia que lucir o como debia verme, solo me paseaba por aquel closet buscando lo que en ello me hiciera sentir cómoda, asi que seguí mis pasos y busque una remera holgada, bastante grande con blue jeans algo sueltos, nada extravagante, solo yo, con mi cabello un tanto liso llegando hasta mi escapula, saliendo al fin de mi edificio.

*****

-Bueno, ¡Esto definitivamente es un milagro! La Sra. Calle logro caminar esta tarde. -Dijo Poche refiriéndose a las palabras del día anterior. 

-Así es. -Murmure observándola. En esta noche contenía un short negro, nunca había visto sus piernas por completo, relucían, brillaban exactamente, eran perfectas y su abdomen se cubría con una polera bastante sencilla. -¿Como es que puedes verte tan perfecta todo el tiempo?

- Idiota. -Susurro sin medir sus palabras. Reí al escucharla mientras Vale salia de gran edificio, dándome un fuerte abrazo y después tomando la mano de Poche. 

-Esta bien. -Bromee, para luego subirnos en el coche, mientras Poche me guiaba cuidadosamente por el sendero. 

*****

Después de unos minutos nos encontramos frente a una casa bastante hogareña y acogedora. Me sobresalto el saber que la pequeña bajaba por si sola del auto dirigiéndose a tal casa para cuando tocase la puerta sus abuelos la recibieran con una gran apretón de brazos, mientras que poche iba tras ella, saludando a si también a sus abuelos. Después de unos segundos baje del vehículo tomando fuertes y hondos suspiros. 

-Abuelo, abuela... Ella es Daniela Calle. -Dijo poche presentándome. 

-Wow, eres hermosa. -Dijo la mujer mayor con una cálida y a la vez fresca sonrisa. -Oh... Pasen pasen, hace frió afuera.

-¿Y como han estado? -Murmuro Poche ya dentro de casa al igual que yo, mientras Vale ayudaba a la abuela a preparar cafe. 

-Park aun lee el periódico de cada día. -Dijo la mujer desde la cocina, sirviendo cinco tazas de café hirviendo.

-Y eleanor aun teje. -Murmuro su abuelo algo entretenido con el papel que sostenían sus manos. -Estamos bien hija, todo bien. 

-¿Y tu que haces Calle, que te apasiona? -Pregunto eleanor llevando las tazas en sus manos hacia donde nos encontrábamos, evidentemente ese era su nombre y el de su abuelo era park.

-Crear. Ese es uno de mis mayores Hobbies. 

-¿Y que has creado? -Dijo park ahora sosteniendo su taza. 

-Esculturas, cosas bastante inexistentes como si un cerdo y una comadreja tuvieran un hijo, yo creo al pequeño o una ciudad que obtenga la paz, cosas extrañas. -Respondí observando a poche la cual sostenía una sonrisa cautivadora. -Lo ultimo en que trabajo es en una chica. Ella tiene que verse libre, tiene que hacer lo que apasiona, aunque aun no lo se. Esto es lo único real que haré en años. 

-Interesante. -Dijo el abuelo tomando un sorbo de café.

-¿Y de mi harás esculturas? -Balbuceo la pequeña a mi lado.

-Oh cariño, de ti haré millones. 

-Y... ¿Quien es la chica? -Dijo eleanor con alta curiosidad. 

-Es algo difícil de decir. -Murmure fijando mis ojos en Poche. -Pero es hermosa, ella es la cosa más dulce que conozco, ella es como el faro en la noche que guiaría a cualquier persona seguro hasta casa. Agita mi alma como un bache en el camino, todas las veces. Ella es todo lo que cualquiera pueda pedir. 

-Entiendo. -Respondí la abuela. -¿Así que tu... Y poche son novias? -El café se derramo sin previo aviso quemando mi garganta, por la incomoda pregunta. 

-No, solo amigas. -Dije mordiendo mi labio al saber que no quería que fuéramos solo eso. 

-¿Seguras? -Repitió la abuela.

-Así es. -Dije sin mas, mientras poche se posaba cabizbaja. 

**********

-Entonces nos vemos este lunes. -Murmuro Poche a sus abuelos fuera de casa, conmigo a su derecha mientras daba besos de buenas noches a la pequeña Vale. 

Después de unos segundos mas ya nos encontrábamos en el vehículo emprendiendo un viaje hasta casa de Poche. 

******

La imagen de la chica frente a mi, a solas, en el pasillo de su edificio junto a su puerta era algo... ¿Excitante?

-Como siempre lo digo... Hoy te encuentras hermosa. -Murmure mientras sus mejillas se tornaban rojas, un rojo sobrio. Unos minutos de silencio recorrieron entre nosotras mientras poche lamia y relamía sus labios.

-¿Sabes? Me vuelve loca la forma en que me observas, siento como si mi corazón se detuvieseen una congestión de trafico, podría huir pero no serviría de nada porque de repente, tu eres todo lo que necesito. -Bufo frustrada al hablar mientras mi estabilidad y respiración se perdía a medida en que sus pasos eran concisos hacia mi, nuestros narices rozaron llegando al limite, mientras su aliento chocaba en mis labios. -Solo con un toque, sabes que nunca seré la misma, porque estas en mi sangre, estas en mis venas... Estas en mi cabeza. Solo quiero sentir tus besos contra mis labios.

-Entonces hazlo. -Sonrió mientras sin dejar de mirarme sus labios se unieron con los míos, haciendo que mis rodillas temblaran por el tacto, todo era tan rápido y tan provocador. -Te amo.

-Amar es una palabra muy fuerte. 

-Y no lo diría sino la sintiera.-Dije mientras, ella pasaba una mano tras su espalda para así hábilmente abrir su puerta, adentrándonos en el gran apartamento. -Podría acariciarte hasta que te cansaras de mi, quisiera que mis ojos no se apartaran mientras lo mueves una y otra vez en cámara lenta, eres valiosa como un diamante, como una rosa o como el sol, si vas a ser mi estrella, yo seré tu cielo. Viviré para dejarte brillar.- Dije mientras nuestros cuerpos se mecían sedientos de placer en cada parte del apartamento.Realmente estaba enamorada, realmente mi corazón latía desenfrenado con el simple hecho de mirarla. Tener la libertad de tocarla a mi antojo era como darse cuenta que todo lo que siempre quisiste estaba ahí. -Estás acaparando una fracción de mi mente cada vez que te veo serpentear y ¿Sabes? Quiero ser la primera cosa que tocas por la mañana y lo último que toques en la noche.








TWO GIRLS- [EDICION CACHE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora