21.

7.9K 346 22
                                    

-¿Porque no me lo dijisteis nunca? - Dijo ya en la habitación. -¿Como se pudo atrever a tocarte?

-No importa eso, ya todo paso, estamos bien ¿No es así? Ahora estás segura y yo al fin puedo descansar.

-¿De que hablas? -Preguntó, pasando en alto las voces que la llamaban sin parar fuera de la alcoba.

-Solo... -Trate de explicar, pero los gritos no dejaban de resonar en el gran cuarto que nos acompañaba. <<¡¡Poche!!>> <<¡¡Poche!!>>

-¡Que pasa!- Gritó perdiendo la razón.

-Te necesitamos. -Se asomo Johann en el marco de la puerta, mientras Poche suspiraba ante la desesperación.

-No tardó. -Le murmuró a Johann, para así mirarme. -Cuando regrese te curaré y todo estará mejor, ¿Vale? -Asentí, sin previo aviso para después visualizar a Poche dejando la alcoba. ~Este era el momento~ pensé, mientras sigilosamente extraía las maletas que había reservados en mi closet, igualmente la carta escrita ayer mientras Poche dormía, de mi nochero. Una lagrima se resbaló sigilosamente hasta atravesar mi nariz, pero ahora no tenía tiempo de retroceder, tenía que hacerlo, esto era ahora o nunca.

Después de unos segundos mas, ya me encontraba fuera del edificio, buscando aquellos automóviles amarillos que observaba siempre atravesar la ciudad. El viaje estaba empezando.

Despegue del aeropuerto de Palm Beach a las 2.16 de la tarde. En menos de una hora estaba previsto el aterrizaje en Panamá, la primera de las escalas previstas. Gracias a los ahorros de la pequeña caja fuerte en el armario, había podido pagar todo. Más de un tercio del presupuesto se había ido en la reserva del vuelo. De lo que quedaba, una parte estaba destinada a mi alojamiento en Colombia. El tiempo de espera antes del segundo vuelo era de tres horas y media. Esto de estar en un sitio sola, era algo nuevo para mí, pero aun así esto no me detendría. Durante la primera hora vague sin meta por el aeropuerto. De vez en cuando miraba alrededor. Había un continuo trasiego de personas que se abrazaban, se despedían emotivamente antes de dejarse o se alegraban de reencontrarse después de un tiempo.

<<Son todas lineas>> pensé, comenzando a ver a cada una de aquellas personas como un raya trazada sobre un hipotético mapa. ''Somos un gigantesco enredo de calles que se cruzan, se rozan, se unen y luego prosiguen adelante, allí afuera, en los caminos del mundo, hay miles de millones de lineas, de recorridos de vida. Miles de millones de direcciones. Calles enfiladas, desviadas por azar, aveces interrumpidas bruscamente....

POV POCHE.

...... Dos enamorados no son mas que dos recorridos a merced del azar, pueden dibujar los trayectos mas absurdos en el mapamundi, dirigirse a cualquier parte y no encontrarse jamas, pueden tomar el mismo autobús todas las mañanas, sin saber nada el uno del otro. Así hasta el fin de sus días, sin relacionarse. Pero basta muy poco: Un intercambio de frases, incluso casual y las lineas se habrán mágicamente unido. De grises trazos de un solitario recorrido se habrían convertido en una sola calle compartida, tal cual fuimos nosotras, eramos lineas pero aquel trazo fue interrumpido por trágicos sucesos que siguen transcurriendo hiriendo lo que quedan de las calles, así que este era el momento de que la linea que atraía tales acontecimientos tomara otra vía, dejando que su compañera no tuviera mas nefastos instantes en el trayecto de su existencia.

Te amo y siempre lo haré y espero que también lo hagas después de esto, pero por favor no me extrañes.

Espero que algún día puedas perdonarme, con amor, Calle. -Concluí de leer, con los ojos mas rojizos e hinchados vistos, notando así el baso de Starbucks sobre una pequeña caja cerca del lecho sobre la cama .

TWO GIRLS- [EDICION CACHE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora