18.

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POV POCHE.

-aún no lo entiendo ¿quien te hizo esto? -Dijo mientras mis sollozos se desenfrenaban cuando unía el isodine con mis aberturas.

-me desperté con un gran vidrio en mis manos, así que supongo que fui yo. -tartamudee cabizbaja, entre el dolor y la ansiedad de querer que ella acabará de una sola vez. -sabes muy bien que tienes que hablar con tu padre ¿verdad? -dije, esfumando la concentración que sostenía en mis heridas.

-¿y porque debería?

-tu y más que nadie tu, sabe muy bien que no quieres lo que se aproxima para tu futuro. te gusta esto. -dije moviendo mi cabeza en forma de señal para que viera las esculturas que había realizado a su alrededor. -por favor, no olvides lo que te apasiona.

-listo, tu herida mejorara el resto del día por lo tanto mantenla en reposo, ahora tienes que irte. lo siento. -murmuro ignorando completamente lo que había mencionado.

-pero...

-no te conozco ¿si? por favor, al menos déjame estar por un momento sola y pensar. que es lo único que me hará sentir mejor en estos momentos.

-entiendo, me iré. perdóname por la importuna visita.

-esta bien, solo vete. -al oírla mi corazón se estrujo, mandándome fuera de su apartamento, de su lado. baje observando recepcionistas suplentes, lo cual significa que su trabajo se especializaba en suplir a los originales, pero aún así trabajaban como hoy, todos los festivos sin falta alguna.

por lo tanto ya que no quería ir a casa por vale que no paraba de preguntar por calle y yo no sabía con qué pretexto salirle, mi única opción era ir con Juli pero tuvo que tomar un pequeño viaje donde sus padres a el otro lado de la ciudad, me encontraba desquiciadamente destruida, sin salida, lo único que podía hacer en estos momentos era sentarme en una barra y desahogarme en el alcohol, aunque era algo raro tomar a tan temprana hora, pero eso ahora era lo de menos, lo único que quería era olvidar por un momento a calle, aunque todo lo que quisiera fuera ayudarla, ella en realidad me hacía daño, me estaba rompiendo.

-¿podrías darme un baso de vodka, por favor? -dije al mesero que se paseaba por el club.

-vodka.-murmuro un chico a mi lado, afirmando lo que había dicho. -buena elección.

-¿que haces aquí?

-acompañándote, creo que necesitas alguien con quien estar. ¿no es así?

-oye, si vienes a recordarme hablar con calle sobre sebastian, ahora no es el momento.

-no eres una niña para recordarte que debes o que quieres hacer, además solo me senté para saber porque estás de tal manera, tan destrozada, dime. -su plan de "hablar" no estaba nada mal y era cierto, me encontraba destrozada y lo único que quería era a alguien que me pudiera consolar y comprender, así que como todas sus ideas está también me parecía bastante buena.

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-¿sabes? siempre me han dicho cosas como: nunca dejes ir a algo que verdaderamente amas y eso me hace pensar en varios temas, ¿que pasa si ese algo no quiere permanecer a tu lado? ¿que pasa si lo que verdaderamente amas, no te ama? ¿y porque sigo tomando esta maldita malteada pensando aun que es alcohol?

-porque cambie las bebidas ya que no deberías embriagarte a las cuatro de la tarde.

-claro, que puedo embriagarme. espera ¿son las cuatro de la tarde? -no puedo creer que haya olvidado por completo a vale, no quería estar en casa pero aun así tenia la responsabilidad de cuidarla. -lo siento tengo que irme.

TWO GIRLS- [EDICION CACHE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora