Amarrada A Ti [#2]

Cap.23

La ruleta volvía girar cambiando de rumbo mi vida nuevamente.

Narradora:

Nadie nunca lo pensaría, pero en aquella habitación la joven Lía estaba terminando con su propia vida, recostada sobre la cama con sus brazos en su abdomen, recordando el poco tiempo que a lado de su amado había pasado, los abrazos y las risas eran las únicas presentes en su memoria, una sonrisa fugaz se formó en su rostro y en su mirada había un brillo que probablemente nadie podría volver a mirar, lagrimas bajaron al recordar la sangre en sus manos, ese cuerpo agonizando y el dolor que él estaba sintiendo, las últimas palabras que salieron de sus labios fríos y poco cálidos, esos que se grabaron en su memoria.

La ruleta nuevamente giraba a gran velocidad dando una tras otra vuelta nuevamente.

¿A dónde la llevaría esta vez? ¿Así su vida acabaría?-por su mente viajaban cientos de preguntas y todas estas sin ninguna sola respuesta

La vida era injusta hasta donde ella lo recordaba, nunca había tenido un solo amigo que no la juzgara, había desperdiciado gran parte de su vida intentando comprender la razón de su existir que casi se estaba olvidando del sonreír a pesar de todos los obstáculos. Cuando se olvidó de la búsqueda de su existir comenzó una vida nueva, una alejada de los que eran diferentes ella, intentando una vida nueva, en la búsqueda de igualdad se había sumergido esta vez, lo había encontrado, el mundo humano, uno donde todos eran iguales y diferentes a la vez, el mundo que no juzgaba a nadie, donde nadie era perfecto y todos tenían cientos de imperfecciones, un lugar no muy distinto a ella.

Creyendo que algún día todo cambiaria siguió con su positiva mente hasta donde la llevara para su grandiosa suerte todo había acabado antes de que empezara, comenzando por haber sido encontrada, maltratada por el hecho de ser humana, ser humana no era lo peor que le preparo el destino, lo más cruel fue la pérdida de su amado y con ella la vida que le estaban quitando.

Cerro sus ojos y se despedido de cada uno de sus familiares en silencio y en su mente, al final ella callo inconsciente con una sonrisa que revelaba o daba a entender lo feliz que era por llegar a su final.

La rosa por fin de había marchitado, la rosa dulce y amable que todos habían conocido por fin había llegado a su último suspiro, aún faltaba el renacimiento de la nueva rosa negra, muerta en vida que con ella traía mil espinas para así misma protegerse. En el antiguo mundo aun existía la historia de aquella mujer bondadosa con doble rostro, aquella historia que narraba la maldita suerte que con ella llevaba.

una suerte que giraba alrededor de una vieja ruleta que daba y quitaba todo lo que a ella se le ocurriera, la vida de esta joven siempre giraba en lo puesto, ya que solamente quitaba y no ofrecía nada a cambio, una suerte que jamás había cambiado hasta el día que ella falleció, ya que al despertar no estaba en el cielo tampoco estaba en el infierno más bien estaba en el cuerpo de alguien más, una nueva vida le había regalado la ruleta girando y cambiando todo lo que había en ella. Esta ruleta maldita le robo su vida pasada solo dejándole acordarse de su nombre pasado, edad y especie a la que pertenecía.

Narra Lía:

Mi vida poco a poco se consumía, mis recuerdos pasaban frente a mí, mostrándome la vida miserable que hasta a la fecha había llevado, el tiempo que perdí intentando encontrar la razón de mi existir.

Si alguien me hubiera dicho que terminaría así, de esta total absurda manera, seguro me hubiera reído en su cara y le habría dicho que eso jamás me habría sucedido a mí. - pensé con los ojos cerrados esperando el final de mi vida

Al poco tiempo después ya no podía sentir nada, mi respiración se iba por completo, suspire onda y ese fue el último suspiro que solté para ver completamente negro todo.

Las últimas palabras de mi ángel resonaron en mi cabeza.

Nos espera una nueva vida-dijo con una enorme sonrisa en su rostro o al menos yo lo imagine sonriendo de esa manera.