Cap.24

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Una realidad difícil de aceptar.

Narra Dimitri:

Desperté con una opresión en el pecho, algo no estaba bien, el aroma de Lía estaba desapareciendo de manera rápida, corrí hacia la habitación en donde se encontraba ella.

Toc, Toc, Toc- toque la puerta tres veces, pero nadie respondió

Eso me ponía más nervioso que nada y mi lobo estaba más que intranquilo.

No, la perdemos -repitió mi lobo Ian con la voz entrecortada.

Yo: ¿Que sucede? -le cuestione con preocupación.

No hay tiempo derriba esa puerta, no siento los latidos de Lía-dijo mi lobo, mientras el aullaba de dolor.

Cuando logre derribar la puerta, pude ver la imagen más dolorosa que había visto en mi toda mi vida junta, mi mente quedo en blanco, no sabía que pensar en ese instante, lo único que podía ver era el cuerpo de mi mate sin vida, recostada en la cama con sus manos sobre su abdomen y la sangre seca en ellas.

La había perdido se había ido antes de que pudiera aprovechar el tiempo con ella, me había dejado un hueco en el alma ¿Así se sentía el amor? qué clase de dolor era este, jamás lo había experimentado, un dolor que me comía por dentro, uno que ardía como los mil demo

¿Este dolor significaba estar enamorado y perder a la persona amada?-me pregunte en mi mente instando encontrar alguna respuesta que me diera a entender lo que sentía en ese instante.

Me acerque a su cuerpo, la abrace más fuerte que nunca como si temiera a que me dejara, pero como iba a ser eso posible, si ya me había dejado, ya había acaso su vida, acaricie sus brazos y pude tocar por primera vez las cicatrices que ocasione con los látigos, aún estaban ahí no se habían borrado del todo, pase uno de mis dedos por sus labios aun había calidez en ellos, me apegue a su cuerpo como un niño pequeño se apega al cuerpo de su madre en espera de que esta le transmita calor, jamás me había sentido tan roto, jamás había hecho lo que estaba haciendo con ella, no me había apegado a un cuerpo desde que había perdido a aquella chica, por segunda vez algo en mí se estaba desmoronando, un nudo en mi garganta se formó y las lágrimas por primera vez nuevamente bajaron recorriendo mis mejías.

En el cuarto habitaba un gran silencio que tardo en llenarse de los gritos de mi hermano menor Dominic.

Dominic: Lía-grito sin aliento- no puedes irte, prometiste que hablaríamos, ¿porque lo hiciste?- cuestiono como si esperara que ella le respondiera cosa que no sucedería.

Yo: tranquilízate Dominic-intente calmarlo cosa que no me funciono

Dominic: ¿Cómo esperas que me calme si la estoy viendo a ella sin vida?-me cuestiono con la mirada cristalizada

No es posible que alguien se calme y no llore, si la estamos mirando en este estado-pensé

Me quede callado sin saber que responderle, el al verme callado volvió a hablar

Dominic: No es posible-grito y maldijo en murmuraciones-Tú tienes la culpa de todo lo que le sucedió a ella, No la querías y aun así la querías a tu lado para hacerla miserable

Era cierto no la quería, la amaba que era muy diferente-pensé- la quería solo para mí, sin importar a quien tuviera que quitar de mi camino

Yo: cállate-espete con furia- NO SABES NADA DOMINIC-le grite con voz quebrada por las lágrimas

Dominic: Se más de lo que tú sabes hermano-respondió mirándome fijamente mientras intentaba controlar su voz-No tienes por qué llorar, VETE, Ella nunca te importo-dijo elevando la voz en la palabra VETE.

Yo: Tengo más derechos de estar aquí que tú, porque ella es mía, mi MATE-dije resaltando la palabra MATE

Me miro con burla para decir- YO SI LA AMO, Y NO SOY COMO TU-pronuncio la oración con un tono que a nadie le gustaría escuchar.

Nadie espera escuchar esas palabras de su hermano, nadie podría imaginarse que su competencia tendría su propia sangre.

Él estaba enamorado de MI MATE, en la amaba, en la quería a su lado, eso no era lo peor, lo peor era que "EL" era y es mi hermano, mi propia sangre enamorado de lo que me pertenecía.-los pensamientos estaban en mi mente y nadie podría quitármelos- pero ella nunca podría ser de él, porque ella se fue de este mundo aun siendo mía

Mi lobo gruñía en mi interior por las palabras que él había dicho, pero aun así se controlaba para no atacar a su propio hermano.

¿Porque de ella?-gruño mi lobo Ian-Ella estaba prohibida para el

Yo: Justamente porque es un amor prohibido, es que nunca pasaría.

Aun así fue una traición el haberse enamorado de la mujer de su hermano-reprendió Ian

Yo: puede que tengas razón, pero a veces hay cosas que no puedes evitar.

Todas las cosas las puedes evitar-me reprocho con rabia- él no tenía por qué sentir algo por ella

Yo: No todo podemos evitarlo, yo no la quería y termine amándola, no pude evitarlo, como el tampoco pude evitar enamorarse de ella y por eso no puedo juzgarlo

Lo que tú digas-gruño

[...]

Nadie supo de su muerte, nadie se enteró, el entierro de ella fue en la manada, entre los de la familia, su partida dejo un hueco en todos, uno que nadie podría llenar con nada.

Narradora:

Mateo sintió la muerte de Lía y no pudo evitar aullar del dolor, a pesar de la distancia pudo sentir como su pequeña moría y no pudo hacer nada, pero también sentía que no se iría del todo. Pudo sentir como sus latidos disminuir gracias a la conexión que los unía a ambos, una conexión muy pocas veces vistas en el mundo lobuno.

Amarrada A Ti [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora