In the paradise 10.

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Su otra mano que descansaba en su rodilla, subió hasta mi completo su abrazo. No dijo nada, solo se dedicó a escucharme.

—Y a veces te sientes tan... incompleta, tan vacía que no hay ninguna razón para vivir, a veces no hay elección, no hay salida, y te sientes, abrumada por que toda la sociedad te ataca, te juzga y poco a poco te mata. —Dije acostándome en sus piernas y mirando las estrellas— ¿Te has sentido de esa manera, Michael?

—Todas las noches. —Dice y acaricia mi cabello.

—Cuéntame tu historia...Cuéntame tus sentimientos, tus sueños, tus miedos. Y lo que te hace feliz. —Le dije sin mirarlo.

—Cuando estas arriba, a veces no es tan fácil como todos dicen, tienes que tener muchas agallas para  ser el rey del pop y poder levantarte aún. —Suspira— Me abrumo cada noche, me canso cada segundo y rezo cada minuto, tener a tanta gente que te ama y te  apoya es... increíble, fantástico, asombroso, es lo más increíble en este mundo, mis fans lo son. Pero detrás de la fama, soy un ser humano que recae con tantas acusaciones, tantos insultos, ellos creen que no siento, no lloro, no me duele, pero lo puedo hacer, me duele, cada falsa acusación me duele, cada insulto me duele, no puedo encender aquel botón en mi corazón y ponerlo en "Insensible" o "Sin sentimientos" mi sueño más grande es poder ser un rayo de luz, que ilumine el mundo entero, dejar huella y que la gente empiece a ayudar más, amar más. Mis miedos, mis miedos son extraños, mis miedos son acerca de ser olvidado, acerca de que me crean  una mala persona, acerca de que el mundo sea puro odio, acerca que todo corazón cruel domine la tierra. Lo que me hace feliz, es poder tenerte aquí, que me cuentes tu historia—Besó mi frente, pude sentir solo el plástico del tapabocas—, y yo la mía. Ver gente feliz, vivir tranquilo, lejos de falsas notas, falsos medios. —Suspiro—Sólo deseaba un segundo de paz, y esto es tan pacifico.

Tomé su mano y la besé.

El me miró, sonrió y acarició mi cabello.

—Hiciste que mi piel se erizara. —Dije—Tienes unos sentimientos muy valiosos, Michael. —Sonreí.

Pasamos diez minutos de absoluto silencio, estar así, de esta manera, me hace sentir en el paraíso,  el sonido de los grillos, el sonido de la fogata, las millones de estrellas que adornan nuestro cielo, y nuestras respiraciones llenas de paz. Es algo que me hace querer olvidar todo,  y solo conocer este momento.

Sentí una pulsada  en mi pierna, respire hondo y cerré los ojos, no quiero que este momento se termine, creo que me estoy enamorando de él, y él es un completo genio, está robando mi corazón poco a poco sin importarle que un día no tenga con que sobrevivir.

—Michael...—digo  y mis ojos se sienten llorosos.

El baja su mirada hacia a mí, y sé que nota mis ojos.

— ¿Si? —Pregunta.

—Yo...—Estoy a punto de decirle lo que siento algo como:" Yo te quiero Michael, me preguntaba si, podría  estar contigo toda la eternidad a tu lado" y sé que es tan patético, él es el Rey del pop y yo solo soy nadie con un nombre como el de Elizabeth Hamilton.

El me miró esperando mis palabras, mi boca estaba abierta y solo me quede observándolo.

—Yo, no sé cómo pedirte esto...—Digo.

—Pídelo, lo que sea, yo lo conseguiré para ti—Mostró una sonrisa.

—No, bueno, es algo.... personal—Lo miré.

—Pregunta lo que desees cariño—Dice— ¿Estás en el periodo? ¿Necesitas toallas sanitarias? ¿Maquillaje? —Pregunta.

Me siento muy avergonzada, él lucía tan normal y yo estaba allí con un par de mejillas rojas.

Neverland | EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora