In the hell 46.

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Capítulo: "La verdad"

Michael, había aparcado la camioneta hace un par de minutos, estaba callada así que él me miraba con algo de curiosidad. La probabilidad de que Lisa pueda hacer algo contra mí si se llegase enterar de esto eran altas, me mantenía consumiendo y no quería hacerlo obvio, pero, de verdad ella era una mujer peligrosa y muy rencorosa, aun así, no le haya hecho nada, ella sabe que la manera de dañar a Michael es herirme a mí o a nuestra bebé.

—¿Qué sucede, cariño? —Me pregunta y lo miro. Él está recostado sobre el asiento, se ve muy tranquilo y ahora mismo deseo tanto contagiarme de su tranquilidad. Pero, sabía que era mi culpa, me había tratado de alejar tanto tiempo de él por mantenernos sanas y lejos de ella, pero me era muy difícil, amaba a Michael y sé que estaba siendo muy egoísta, necesitaba ver por Paris también y sólo estaba haciendo lo opuesto.

Negué: —¿Puedes llevarme a casa? —Le dije, sin mirarlo directamente. Él quita su postura y se levanta levemente y me mira.

—¿Qué pasa, Elizabeth? ¿Por qué tu repentino cambio de parecer? —Me pregunta.

—No es nada, sólo quiero estar en casa. —Le digo—¿Puedes llevarme? —Le insisto y sé que ha visto mi cara de preocupación.

—No nos aceleremos ¿sí? —Dice tranquilo y toma mis manos. —¿Qué te preocupa? Beth... puedes platicarme.

Lo miré fijamente sin decir nada.

—Lisa...—Dice—¿No es así? —Me pregunta y asiento.

Lo miré, sin decir nada una vez más. ¿Qué le diría?

—Escucha, no sé qué es lo que te preocupa, ella ya no forma parte de mi vida, mañana seré un hombre libre de nuevo y ...—Me miró—lo único que quiero es estar contigo. Beth, mi amor...—Dice y su mano acaricia mi mejilla—no te preocupes por nada, todo va a estar bien.

—No lo entiendes. —Fruncí el ceño. Mi reacción parece sorprenderle a Michael.

—¡Entonces, explícamelo! —Dice Michael, ya cansado. Aunque se lo explicara, él no lo entendería. Michael tiene una visión diferente de ella, y sé que lo tomará a la ligera si le digo mi miedo a ella.

Exhalé y lo miré. —Quiero ir a casa—Susurré—Si no quieres llevarme, me iré Michael. —Le dije, y tomé la manecilla de la puerta, dispuesta a salir de la camioneta.

—Está bien. —Dice cansado.

El camino a casa fue silencioso, Michael no había dicho nada, estaba pensativo y yo sólo quería concentrar mi mente en otra cosa que no fuera Lisa. Caminaba por el pasillo, las suelas de mis zapatos se escuchaban y Michael me seguía detrás sin decir nada, metí la llave en la cerradura una vez que llegamos ahí y abrí la puerta.

Taylor y Harry estaban en el sofá, Taylor estaba sobre las piernas de Harry y ella estaba carcajeándose, parecía que estaban pasándola bien y yo los interrumpí. Me detengo de golpe, en ningún momento imaginé que hubiera alguien en casa, de otro modo imaginé que ellos estarían cenando o de paseo.

—¡Beth! —Dice Taylor, mirándome confundida y miró sobre mi hombro, y miro a Michael. —Señor...—Taylor se levanta de las piernas de Harry, incomoda por ver a Michael parado detrás de mí.

—Hola, Taylor. —Dice en un tono amable.

Harry frunce el ceño y se levanta. —¿Qué pasa, Elizabeth? —Me pregunta, al verme algo decaída.

—Nada, sólo estoy cansada. —Digo con un nudo en mi garganta.

—¿Gusta tomar algo, señor? —Le dice Taylor, con aún respeto a su antiguo jefe.

Neverland | EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora