Teléfono Descompuesto.

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Miércoles, 3:40 p.m.
NamJoon.

Un mes después.

Las cosas no volvieron a la normalidad como NamJoon esperaba, HoSeok seguía siendo un sol andante, TaeHyung un dolor de cabeza, JiMin un entrometido y JungKook un indeciso, seguía viendo seguidamente a los dos primeros, también seguía trabajando con los dos últimos, como siempre, como había hecho en los últimos años, pero las cosas no eran iguales.

Desde su cita con Kim SeokJin, este simplemente no había desaparecido de su vida, volteándolo todo de cabeza. Así que además de soportar a sus siempre molestos amigos y compañeros, estaba también SeokJin y su vanidad, que él negaba tener, pero solo había que pasar 15 minutos con él para darse cuenta.

Había pasado un poco más de un mes desde que SeokJin lo había tomado por sorpresa en casa de sus amigos, un mes desde su cita y cuatros días desde la última vez que lo vio.

Cuando SeokJin le hecho la mano para engañar a TaeHyung, NamJoon no tardo en voltear las cosas, si él llevaba a su sobrino, no tendría por qué haber más interacción de la necesaria, además de que no se podía tener una cita de verdad cuando se era padre de una niña de cuatro años por mucho motivos, entre ellos que no podían ir a una cena, porque Hye tenía que dormirse a las ocho, o no podían salir a conversar porque habría una niña de por medio quien se aburriría e interrumpiría la conversación, simplemente NamJoon no podía salir a una cita sin su hija.

Sin embargo SeokJin no parecía notar eso, desde su salida con él, este había empezado a mandarle mensajes y NamJoon juraba que jamás le había pasado su número y a pesar de que algunas veces los ignoraba, este no se rendía con él y así NamJoon se encontraba contestando algunos en un punto de la mañana o en un momento de la noche, incluso a veces, más de un momento, pero jamás contestaba en el trabajo, jamás cerca de JiMin.

Después de los mensajes, SeokJin se había tomado la libertad de pasar por su casa algunas veces, tres veces para ser exactos y siempre con excusas que NamJoon no lograba grabarse porque no le importaba, lo que solo le importaba era que SeokJin había aparecido para romper su rutina y el pacifico estilo de vida que llevaba, complicado, sí, pero al final era la vida que se había construido.

—¡Hyuuuuuuung! —La voz de JiMin irrumpió en su oficina, NamJoon intento fingir que no lo escucho —Hyung.

JiMin finalmente había llegado a donde él, se sentó en la esquina de su escritorio, pero NamJoon siguió ignorándolo.

—Hyung —le llamo picándole en el hombro.

NamJoon lo ignoro, continuando tecleando, intentando no dejar que no le alterara el segundo "Hyung" proveniente de una segunda voz.

—Hyung —JiMin volvió a llamar, estirándole levemente el cabello —¡JungKook NamJoon Hyung me esta ignorando!

NamJoon siguió ignorándolos.

— ¿Por qué? —JungKook pregunto inocentemente, como si realmente no o supiera —Talvez no te escucho, el jamás nos ignora.

— ¡No lo sé! Hyung —JiMin le llamo, pellizcándole el brazo.

—Hyung —. JungKook, quien estaba tras él, le pico la espalda.

—Hyung —JiMin le pateo la pierna.

—Hyung —JungKook le zarandeo levemente el hombro.

—Hyung —JiMin se estiro para mover su silla.

—Hyung —JungKook le estiro el cuello de la camisa.

— ¡NamJoon! —JiMin grito.

— ¡No me digas así mocoso! —exploto el rubio, ¿es que esos niños no captaban la indirecta?

Hey, Daddy! ⇝ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora