Piedra, Papel y Tijera

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-Creo que deberías de ir -menciono con sumo cuidado, tratando de no alterarlo con su comentario, hablar con NamJoon para Jin aún era como hablarle a una señora histérica.

-Creo que deberías de raparte la cabeza -contesto- Pero tampoco lo harás.

SeokJin y NamJoon se encontraban cenando en el suelo del comedor de la casa del rubio. Hye ya estaba dormida en su habitación, Jin se había tomado la molestia de haber llevado a HaeWhon y a Hye a cenar cuando paso por ellos, cosa que a NamJoon le había molestado y mucho.
En primer lugar, porque se quedó bastante tiempo esperando a que llegaran, ya según él, el lapso del trabajo a casa era casi de 15 minutos, el tiempo suficiente para que Jin estuviera frente a su casa con su hija, así que cuando no lo vio allí, empezó a crear ideas extrañas -y muy enfermas para gusto de Jin- se asustó tanto, que incluso le confesó que había estado a punto de denunciarlo a la policía... ¡Denunciarlo a la policía! Como si el enorme tipo no tuviera su número de celular, NamJoon era enorme y en opinión de Jin, debería de tener un cerebro enorme, ¡Qué debería de utilizar, porque estuvo a punto de denunciarlo!

El segundo motivo de la discusión fue que jamás le dio permiso de pasar por ella y esa sola oración fue el detonante de la conversación más larga que habían tenido en todo su poco tiempo de conocerse, bueno, no fue precisamente una conversación, más que nada fue una discusión, apenas y llevaban una cita "no cita", 155 mensajes de texto, cuatro encuentros casuales, una llamada telefónica, ¡y ya estaban discutiendo! En otras circunstancias y con otro hombre, SeokJin le habría tirado la cena en la cara y simplemente se habría ido.

Pero NamJoon ya había sido la excepción muchas veces.

Así que no hizo nada, en cambio lo ignoro, porque mientras la discusión subía de tono, Jin se sentía feliz, que después de todo, había logrado invadir un poco más en la vida de NamJoon, sin que este probablemente no se diera cuenta o talvez si lo hacía y no era tan importante como para ocultarlo, pero le daba igual, porque ahora sabía dos cosas de él... más bien, conocía ya a dos personas.

JiMin y JungKook.

Según NamJoon eran los únicos chicos en su trabajo lo suficientemente tontos como para hablarle y que no importara que tan desagradable, arisco, hostil o grosero que fuera, estos siempre estaban allí con él.

Talvez NamJoon tenía un magnetismo para gente tonta, incluidos Jin.

La discusión se había desviado a quejas dirigidas hacía los chiquillos, según lo que NamJoon había dicho y lo que Jin había entendido era que: JungKook tenía apenas 17 años, mucho potencial, pero baja autoestima.
Park JiMin, un joven de 20 años, bonito, entrometido, chismoso y enano volvía loco a NamJoon siempre que respiraba y al parecer le gustaba JungKook.

También le explico que JungKook se había graduado de la preparatoria y agrego sumamente indignado que se atrevieron a invitarlo, SeokJin no los conocía, pero ya creía que eran adorables y más por el hecho de que le invitaran a festejar con ellos.

-Hablo enserio Nam -SeokJin intentó ignorar el comentario que había hecho acerca de raparse la cabeza, Jin tenía un hermoso cabello, así que jamás se le ocurriría hacer semejante cosa, aunque incluso rapado se vería bien-. Creo te aprecian bastante, talvez sea muy significativo para ellos.

-No lo es, solo buscan molestarme -dijo seguro, pero SeokJin no lo creía así, lo que si creía era que NamJoon tenía serios problemas de desconfianza hacia los demás.

-Nadie en sus cinco sentidos invitaría a alguien a una fiesta solo para molestarlo -empezó Jin- ¿Por qué querría pasarla mal en su festejo de graduación?

NamJoon no dijo nada y se llevó más comida barata a la boca, sabía que los niños no eran capaces de jugarle una broma, porque si lo hacían, NamJoon los mataría, pero no confiaba en ellos, además de que no quería ir.

Hey, Daddy! ⇝ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora