Entre Pulseras y Preguntas

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-¿Me has entendido YoonGi? –dijo por sexta vez.

-Ya te he dicho que sí, ¿Cuántas veces lo tienes que repetir? –contesto con fastidio.

NamJoon le había explicado miles de cosas en menos de un minuto, era tanta información en muy poco tiempo y YoonGi no trabajaba de esa manera así que en cuanto NamJoon terminaba una oración, YoonGi olvidaba las otras cuatro, era como estar en clase de Historia y NamJoon era el típico maestro aburrido que nadie quería, pero no era algo que le diría.

-¡YoonGi me estas escuchando! –grito.

-¡Joder sí!

-Papá dice que Joder es una mala palabra –repitieron desde abajo. NamJoon rodo los ojos, YoonGi sonrió.

-Así es –confirmo NamJoon– Es una mala palabra y por eso no debes de repetirla Gir. Ah, le gusta que le digan Gir.

-Me importa una mier...

-¡YoonGi!

-¡Qué!

NamJoon suspiro en señal de frustración, según él cabeza de brócoli –apodo cortesía de su adorable hija– le estaba prestando atención, pero ya le había dicho cinco veces que no dijera palabrotas frente a la niña y YoonGi ya iba por su decimoctava palabrota, dejando más que claro que no lo estaba escuchando.

-Cariño –comenzó el rubio, agachándose nuevamente para intentar quedar a la altura de su hija, era inútil pues aun así le sacaba bastantes centímetros –Este hombre posiblemente dirá muchas malas palabras en frente de ti, ¿me estas entendiendo? Bien, no las repitas ni preguntes nada acerca de ellas, ¿está bien?

YoonGi rodo los ojos y la más pequeña asintió. NamJoon adoraba el cómo su hija era tan tranquila, jamás le dio problema conforme a nada, mucho menos con la gente a la que se le dejaba encargada, ni de bebe, ni ahora.

-Correcto, ven aquí, dale un abrazo a tu padre –NamJoon estiro los brazos y recibió el cuerpo pequeño de su hija en un fuerte abrazo, los cortos brazos de la niña apenas y le llagaban a tocar el cuello, mientras que los de NamJoon además de rodearla por completo, le sobraba tal espacio que sus manos tocaban casi sus hombros.

-Faltan cuatro para las siete Kim –dijo una voz ajena al bonito momento con su hija.

NamJoon le dio un beso en la frente a su hija y finalmente la soltó.

-Bien, supongo que es todo, entrare ahora – dando por finalizado todo comenzó a moverse, pero apenas y había dado tres pasos cuando regreso la vista al par de estatura pequeña quienes se observaban fijamente –Por cierto, tómala de la mano al caminar.

YoonGi frunció el ceño.

-¿No tiene una correa? –pregunto seriamente. Ahora fue el turno de su hija de fruncir el ceño.

-Es una niña YoonGi, no un perro –contesto ofendido.

-¿Hay diferencia?

Los Kim observaron al Señor Brócoli, NamJoon porque básicamente le había dicho perro a su hija y Hye porque no entendió lo de la correa.

-De la mano Min –dijo como sentencia final antes de girarse y desaparecer tras los autos.

YoonGi bajo la vista hacia la niña, llevaba el cabello recogido en una coleta chueca, seguramente se la había hecho el idiota de NamJoon y una araña de peluche que NamJoon había sacado de la mochila que ahora el mismo YoonGi llevaba cargando en los hombros.

-¿Cuántos años tienes? –le pregunto. La niña levanto cuatro pequeños dedos.

-¿Cómo dijiste que te llamabas?

Hey, Daddy! ⇝ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora